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No son las pirámides de hormigón antitanque que empleó la Wehrmacht en la Línea Sigfrido sino unos triángulos de color blanco pintados en los bordes de las calzadas. Estos 'dientes de dragón' buscan frenar no a los carros de combate sino la velocidad de los ... coches que circulan por Vitoria. Es solo uno de los ejemplos de las nuevas señales que han inundado el callejero local en el marco de actuaciones de calmado de tráfico junto con la implantación del Bus Eléctrico.
Sobre el asfalto de algunas zonas de la ciudad se han serigrafiado estos 'chevrones' y triángulos inclinados, dos nuevos modelos de marcas viales para aminorar el velocímetro. Se pueden ver en Maite Zúñiga y Zumabide, en el colapsado bulevar Sur, así como en Ibailakua. Generan un efecto óptico que hace que los automovilistas levanten el pie del acelerador.
Junto a chicanes, bolardos, carriles más estrechos, badenes o indicaciones luminosas, el Ayuntamiento de Vitoria opta por la brocha y la pintura sobre el firme como alternativa al radar y las multas. Estas marcas viales ya se emplean «en varias ciudades», señala el concejal de Movilidad y Espacio Público, Raimundo Ruiz de Escudero (PNV).
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Se trata de indicaciones que pese a no figurar en el Código de Circulación están en «pruebas» y «autorizadas» por la DGT, aclara. En Vitoria «vamos a seguir extendiéndolas a otras zonas».
Las barreras modelo 'New Jersey', región estadounidense que les da nombre por tratarse del lugar que las instaló por primera vez en su autopista, se han incorporado también al creciente catálogo local de elementos de señalización. Estos bloques de hormigón funcionan como separador de flujos de tráfico, protección en instalaciones militares o para delimitar zonas en obras. Zabalgana cuenta en la conexión de su principal avenida con Borinbizkarra con estas cercas que llevan la leyenda de 'Despacio/Poliki'. También Salburua, en el entorno de la rotonda del Paseo de la Ilíada.
El Ayuntamiento las está «probando» en entradas de grandes arterias para evitar que el tráfico 'esprinte' aprovechando esas largas rectas. Eso sí, los elementos actuales son de carácter «transitorio», ya que la idea del Consistorio es ir «evolucionando» y sustituirlas por alternativas «mejores y más estéticas».
raimundo ruiz de escudero
Concejal de Movilidad y Espacio Público del Ayuntamiento de Vitoria
Pero si algo ha alterado el particular inventario de señales de Vitoria en los últimos tiempos, ha sido la obra del BEI. Entre las indicaciones incorporadas con la reforma del trazado destaca el verde con el que se han coloreado las entradas a los carriles prioritarios del nuevo transporte, con letras blancas de 'Tuvisa' sobre ese fondo 'green'. Vitoria ya tenía carriles bus exclusivos en la zona norte –en el eje Bulevar de Euskal Herria-Juan de Garay–.
La diferencia ahora es que los viales reservados al BEI «no los pueden utilizar otros vehículos que no están preparados». Esto se debe al sistema exclusivo de semaforización con el que funcionará el nuevo urbano 'eco'. Se trata de un método en el que los autobuses emiten un aviso a los semáforos para que se pongan en verde a su llegada. «Es una tecnología similar al del Via-T en autopistas», ilustra el responsable municipal de Movilidad. Si otros autocares o coches se 'colaran' en esos carriles, no podrían avanzar correctamente en el recorrido.
Vitoria no es la única que tiene este tipo de carriles exclusivos para su flota de transporte urbano, apunta el responsable del Gabinete Urtaran. En el caso de los del BEI, el Ayuntamiento prevé permitir a los taxis utilizar parte de estos carriles en la zona del HUA, punto vital que demandan los usuarios.
Otra de las novedades que ha traído el BEI es la marca vial rectangular, también en tono verde, que advierte a los peatones del paso de este bus. Una indicación que ha suscitado polémica por señalizar la preferencia del 'bus exprés' por encima del peatón. El funcionamiento de este transporte, reiteran desde el área de Movilidad, será como el del tranvía. «Hay que tener en cuenta que el BEI pasará cada 8 minutos aproximadamente, con lo que durante todo el resto del tiempo se puede pasar sin esperar».
Junto a esa 'pastilla' verde se han instalado las señales 'S-28', sinónimo de calle residencial con preferencia peatonal. Han sido «provisionales» mientras no ha funcionado la semaforización del BEI, y se están sustituyendo por las señales triangulares 'P-50', como las de los pasos del metro ligero. Pero las de calle residencial «se van a ir incrementando con las supermanzanas o zonas de bajas emisiones», indica el responsable del Gabinete Urtaran.
Al margen del BEI, en cada vez más calles de Vitoria comienzan a proliferar los 'eguzkilores' que dan prioridad al peatón sobre coches, bicis o patines. La experiencia, que arrancó en San Antonio, «está teniendo éxito y nos lo están pidiendo en otros barrios».
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