Javi, viticultor, hijo de viticultor y nieto de viticultor, acaba de vendimiar hace un par de semanas. Por la viña se extiende ya toda la gama cromática de los ocres. Mientras comprueba que allá abajo, ya casi en el arcén de la carretera, las cepas ... se están empezando a desnudar... fiuuu, fiuuuu, fiuuuu... Tres deportivos -¿serán Jaguar?-, brillantes y descapotables los tres, pasan a toda pastilla: más les vale pisar el freno antes de llegar al radar ese que hay un poco más adelante. Con matrícula belga, a bordo, parejas de mediana edad, con el pelo canoso al viento. Hace unos años, no tantos, esos tres cochazos habrían dejado ojiplático al paisano. Hoy, ni se inmuta. Este tipo de turista con posibles, de los que llegan en sus 'maseratis' y sus 'teslas' relucientes y hasta en helicóptero si se les antoja, se han integrado en el paisaje y en el paisanaje de Rioja Alavesa, una tierra ungida por un plácido éxito sin parangón que, temen, que el proyecto de Viñedos de Álava, la nueva denominación de origen que el Gobierno vasco ha autorizado de forma provisional esta semana, pueda hacer tambalear.
Publicidad
El proyecto impulsado por la asociación ABRA ha generado tensiones y suspicacias entre los bodegueros y los viticultores de Rioja Alavesa. Pero el asunto también ha salpicado a los que viven del enoturismo, que, más en privado que en público, no ocultan su inquietud por el escenario «incierto» que se cierne sobre la comarca y las repercusiones que puede tener para sus negocios. «Me preocupa que se traslade la imagen de que aquí hay movimientos que quieren independizarse de una denominación, con un trasfondo político tan evidente. Es justo lo contrario a lo que queremos y lo último que necesitamos: caemos en el riesgo de que el turista, sobre todo el nacional, identifique Rioja Alavesa como un lugar de conflicto y ruptura», reflexiona un conocido empresario ligado al enoturismo.
«Es que el ambiente está muy enrarecido estos días y diciendo según qué cosas te juegas el negocio y te creas enemistades: igual uno que viene a comer todos los días a tu casa deja de venir», se excusa una hostelera de Laguardia que también prefiere evitar figurar con su nombre. «Pero a mí todo esto me da mucho miedo, no porque Viñedos de Álava pueda ir a ninguna parte: lo que me preocupa es la división que se está creando entre nosotros y el impacto que puede tener también en los clientes de negocios, comerciales y gente de las bodegas, que son los que nos mantienen todo el año», abunda la empresaria, que pide «hacer un ejercicio de memoria a los que se quieren ir». «Siendo Rioja Alavesa no nos ha ido nada mal», destaca.
30.458entradas han registrado durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre los 13 establecimientos turísticos de Rioja Alavesa, según el Eustat. Hace una década, se alcanzaban 25.995.
64.234€es el PIB per cápita de Rioja Alavesa, la comarca más rica de Euskadi en relación a su número de habitantes. En 1996, era 27.149 euros.
En 1996, el PIB per cápita en Rioja Alavesa se quedaba en 27.149 euros (4.517.213 pesetas de las de entonces). En aquellos tiempos, el vino ya había empezado a embriagar la contabilidad de estos pagos, otrora deprimidos. Ahora ese producto interior bruto per cápita alcanza los 64.234 euros. Es la comarca más rica de Euskadi en proporción a su número de habitantes, tal y como se puede resolver tras analizar las últimas cifras del Eustat. Desde 1996 hasta ahora, en estos 26 años, la zona ha vivido una profunda transformación. Llegaron 'bodegones' de campanillas, brotaron Gerhy y Calatrava y Mazières regados por grandes grupos de inversión, sí. Pero también las casas de toda la vida con apellidos 'riojanoalavesísimos' empezaron a vender sus vinos en el mundo, exportaron y prosperaron.
Publicidad
En todo este tiempo, en el plano político, el PNV ha logrado, gota a gota, papeleta a papeleta, convertirse en la fuerza hegemónica. Solo dos ayuntamientos, Navaridas y Baños de Ebro, están gobernados hoy por un PP que tenía aquí su feudo. En lo social, la comarca se ha vuelto cada vez más rica y compleja. Lanciego (17,4%), Navaridas (18%) y Baños de Ebro (18,4%) son, junto con Ordizia, los municipios vascos con mayor tasa de inmigración.
Noticia Relacionada
Pero el cambio más profundo de Rioja Alavesa llegó con el enoturismo. A finales de los 90 las bodegas empezaron a abrir sus puertas de par en par. Y a mediados de los 2000, muchas casas, algunas reacias al principio, vieron pronto que aquello era un filón y se pusieron también a cultivar huéspedes. La cosecha fue fructífera. La llegada de turistas no ha hecho más que crecer en los últimos años. Según los últimos datos del Eustat, los hoteles y agroturismos de la comarca han acogido esta temporada a 30.458 personas de junio a septiembre. Hace una década, en el mismo periodo se alcanzaban las 25.995 entradas. Esto va a más, es indidudable.
Publicidad
«La temporada va bien, se ha recuperado el turismo internacional y hemos tenido eventos como el Festival Esférica que han atraído a mucha gente», destaca Rosa García, presidenta de la Ruta del Vino, la asociación que se encarga de la dinamización turística de la zona. «Hay que tener en cuenta que todavía queda por ver los datos de octubre, que para nosotros es un mes muy potente», abunda García.
- ¿Y cómo cree que puede influir, a largo plazo, el proyecto de Viñedos de Álava en el crecimiento del enoturismo?
La presidenta prefiere no responder a la pregunta. El tema levanta ampollas en la zona. Enfrenta. Y su posición es especialmente sensible. La Ruta del Vino de Rioja Alavesa es una asociación bajo la que conviven realidades y modelos tan antagónicos como el de Baigorri, Ysios o Marqués de Riscal -todas ajenas a la asociación de bodegueros ABRA que ha impulsado la nueva denominación- con otras como El Mozo Wines, cuya propietaria, Itxaso Compañon, está entre el grupo de cinco pequeños bodegueros que buscan impulsar Arabako Mahastiak.
Publicidad
«Creo que el hecho de que un grupo de bodegueros quiera montar un proyecto propio es respetable, yo no me meto en su negocio, pero el ruido que está provocando este tema no nos beneficia en absoluto», resuelve el director de un importante negocio hotelero de Laguardia, que prefiere no aparecer con su nombre en este reportaje porque «los ánimos están muy caldeados estos días».
el temor
Según el Eustat, Rioja Alavesa cuenta con 13 establecimientos hoteleros. El último en llegar, el especialísimo agroturismo Casa Robla, en Elvillar. Cristina Blanco y Eduardo Zabala han convertido una bodega del siglo XVIII en un alojamiento con encanto que en pocos meses ha recibido a huéspedes de Países Bajos, Israel, Francia... «atraídos por la cultura y el vino, turistas de nivel medio-alto que buscan la autenticidad de un pueblo», destacan los emprendedores, convencidos de que Rioja Alavesa y Rioja ejercen un poder de atracción para el turismo. «El vino sujeta al enoturismo y creo que, a nivel de comunicación, Viñedos de Álava no se identifica con la comarca y puede generar confusión. Esto es Rioja Alavesa, siempre la hemos llamado así y cualquier otra cosa es artificial», destaca Zabala.
Publicidad
Para el chef Francis Paniego, que asesora el único estrella Michelin alavés, en las rutilantes cocinas de titanio de Marqués de Riscal, «la marca Rioja es un motor, un activo turístico del que se benefician todas las regiones que la componen». «Lo que hemos vivido estos años ha sido ejemplar, nos ha traído un enorme éxito y no ser capaces de valorar todo lo que nos ha ocurrido, juntos, no es justo y resulta muy empobrecedor».
Noticia Relacionada
Jorge Barbó
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.