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Vitoria tiene ya la vista puesta en sus inversiones de 2025. El Gobierno municipal en minoría (PNV-PSE) deberá elaborar en las próximas semanas un borrador con todas esas demandas básicas que la ciudadanía espera con importante ahínco. Con el objetivo de que el ... documento ataque a todas esas cuestiones -algunas enquistadas durante años- iniciarán desde mañana una ronda por los 'auzogunes' (reuniones con los residentes) para recabar las propuestas vecinales más esenciales de cada barrio. Judimendi, Salburua y Hegoalde-Ariznabarra, que reúne también a representantes de Adurza, Goikolarra o San Cristóbal, entre otros, serán los primeros en juntarse con el departamento de Gobierno Abierto y Centros Cívicos, liderado por Miren Fernández de Landa (PNV).
Esta convocatoria para acudir a los encuentros -finalizarán el 6 de noviembre con Lakua-Abetxuko e Ibaiondo-Zabalga- se recibe con cierta crispación por parte de las asociaciones, que denuncian «llevar medio año o más», según el distrito, sin estos acercamientos, pese la escasa confianza que tienen en que este sistema, «poco propicio al debate», dé realmente sus frutos.
EL CORREO repasa con los distintos barrios las 'deudas' que el Ayuntamiento tiene con la ciudadanía, en un momento en el que el Gabinete Etxebarria trabaja en una nueva estrategia de asambleas por sorteo para relanzar el interés de distintos agentes en la actividad municipal.
Es una reclamación histórica, además de una preocupación cada vez mayor por el retraso abultado del proyecto: Judimendi espera un nuevo Bizan que atienda «en condiciones» a sus usuarios. El actual se ha quedado pequeño y arrastra numerosos problemas de accesibilidad. En las Cuentas municipales de 2024, el Consistorio reservó 100.000 euros a la espera de encontrar un local adecuado. El exconcejal jeltzale de Políticas Sociales, Raimundo Ruiz de Escudero, aseguró en septiembre haber avanzado con la ubicación de la lonja, aunque no concretó más detalles porque debía valorar la oferta económica. En esa «extensa lista» también se lanza una solicitud de «rehabilitación integral» de viviendas y calles.
El centro cívico de Salburua tiene menos de una década de antigüedad, pero sus abonados consideran que sus instalaciones están «infrautilizadas». En concreto, proponen que el salón de actos, con aforo para 173 personas, acoja «más eventos culturales». Por otra parte, marcan como «punto crítico» la pasarela de Las Neveras, donde creen que se debería invertir en «garantías de seguridad» por sus elevados usos, ya que hasta ahora las soluciones han sido «provisionales». También Arkaiate necesitaría «más canchas deportivas» para no quedarse como «una zona marginal».
Más de 200 grafiteros han pasado por el barrio de Ariznabarra. Cerca de un año después de que el Ayuntamiento iniciara su plan antipintadas, los vecinos aseguran que prácticamente nada ha cambiado en sus paredes. «Limpian y vuelven a pintar. Las medidas deberían endurecerse», piden. También tienen pendiente –por haberlo logrado a través del programa Hobetuz, algo que ven «discriminatorio»– una cubierta del parque infantil de Castillo de Astúlez y una pérgola en Castillo de Quejana.
Adurza y San Cristóbal se suman a la necesidad de la rehabilitación de viviendas, aunque sus demandas comprenden desde la movilidad sostenible hasta una importante inversión en el espacio público. El eje del tráfico del Sur entre Iturritxu y la rotonda de Esmaltaciones se ha convertido, después de los diferentes desdoblamientos, en uno de los peores puntos negros «de contaminación, ruido y seguridad» al absorber un importante volumen de tráfico. Por otra parte, el centro de salud está «completamente saturado» al atender también a los vecinos Goikolarra y piden que el Ayuntamiento establezca un acuerdo con Osakidetza. Instan al Consistorio a definir un plan para tratar de activar las lonjas vacías y proponen convertir algunas en garajes –«la calle Heraclio Fournier es ahora un aparcadero de coches»– o aparcabicis seguros.
La población de Goikolarra –supera los 3.000 vecinos– no ha crecido al mismo tiempo que sus servicios públicos. Las prioridades son un centro de salud en el barrio y un centro cívico –el más cercano ahora es Hegoalde– que sirva «como punto de referencia y ayude a tejer la identidad del barrio». «Rechazamos ser una ciudad dormitorio, tenemos el mismo derecho que otros a contar con unas instalaciones mínimas».
Las necesidades que acumula el Casco Viejo vienen de lejos. Por eso creen que parte de la partida del próximo ejercicio debería atacar, de nuevo, a cuestiones para las que no se ha encontrado solución en años. Se refieren, principalmente, a los problemas que tienen para conectarse a la fibra óptica, así como al traslado «cada vez más urgente» del centro de salud del Casco Viejo, que también atiende a los pacientes de Coronación.
La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) entrará en vigor en los primeros meses de 2025 y, en su primera fase, limitará el tráfico en el Casco Medieval y parte del Ensanche. Ante esta situación, los vecinos del centro creen que se deberían impulsar «iniciativas complementarias» para que el comercio local no se vea afectado. Por otra parte, exhortan al Ayuntamiento a atajar de una vez el problema de los ruidos, «una cuestión ya permanente». Todavía hay 500 locales de ocio nocturno que incumplen la norma que les obliga a insonorizarse, cuya moratoria llegará a su fin a inicios de 2025.
La alcaldesa Maider Etxebarria aseguró que «2024 sería el año de Zaramaga» al destinar 9,8 millones a la regeneración del barrio. Los vecinos critican el retraso en el plan y solicitan «más información» sobre el estado de las obras. Aranbizkarra se une a la necesidad de que las lonjas vacías se empleen como garajes. También ven conveniente, entre otras cosas, un estudio sobre viviendas vacías.
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Las necesidades más acuciantes de El Pilar se centran en «labores de mantenimiento» en las instalaciones deportivas del antiguo Instituto Pío Baroja. Las goteras, la falta de luz y el cierre de los vestuarios han provocado la expulsión de los clubes de este espacio.
Las denuncias por la falta de limpieza o la necesidad de arreglar las aceras resultan peticiones casi constantes en cada distrito y en Abetuxko también se repiten. Ahora bien, en este caso guardan una preocupación mayor. Tiene que ver con El Áncora, una antigua panificadora para la que, pese a los intentos de distintos Gobiernos municipales, nadie ha conseguido darle una salida. En Lakua-Arriaga necesitan el asfalto del parking de Juan de Garay con Portal de Foronda, controlar la estancia de las autocaravanas y nuevos vestuarios en el campo de fútbol para el equipo femenino.
Salburua es el barrio más poblado de Vitoria –roza los 30.000 vecinos–, así que los servicios con los que cuenta están cada vez más congestionados. Ocurre en el centro cívico, pero también en el instituto, donde las familias temen que los alumnos tengan que irse a estudiar fuera. Piden soluciones conjuntas con Educación y, además, solicitan un Bizan para que la población más envejecida también encuentre sus espacios.
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