Álava se cierra de nuevo con candado ligero

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Hoy toca recoger hilo en este yoyó de aperturas y restricciones en el que vivimos inmersos desde que se inició aquella primera y -todo apunta- precipitada y errática desescalada. Vitoria y Álava se vuelven a cerrar para tratar de contener el avance de la pandemia. Los últimos datos, tal y como se esperaban, son gravísimos: la capital vasca ha alcanzado una tasa de incidencia de 440 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según el último reporte de Salud. La provincia se encuentra en 407. 56 alaveses están ingresados con coronavirus en el Hospital Universitario Araba (HUA) y 8 de ellos luchan por su vida en la UCI. Lo peor es que nadie sabe a ciencia cierta por qué aquí la situación es más pavorosa que en los territorios del entorno: Bilbao se ha librado del cierre al tener una incidencia de 383 casos y en Gipuzkoa es mucho menor.

Los indicadores llevan de forma automática a la provincia a un escenario de nuevas restricciones que recuerdan mucho a los que siguieron a las reaperturas tras el verano y a la vuelta de las vacaciones de Navidad. Con una salvedad. En esta ocasión, en lo práctico y para la población general, las limitaciones previstas por el Gobierno vasco tienen un efecto bastante más limitado en nuestro día a día. El que se cierra hoy es un candado más liviano. No podremos salir de Vitoria, pero sí nos podremos tomar un café en una terraza. No podremos ir a visitar a un familiar a un municipio colindante pero sí hacer ejercicio allí. Una vez más, hoy despertamos con una duda: ¿Qué puedo hacer y qué no a partir de hoy?

Lo más perentorio es que no podrá salir de Vitoria, Elciego, Labastida, Iruña de Oca y Legutio, los cinco municipios alaveses que quedan confinados a partir de hoy. Tampoco se podrá salir de la provincia salvo por motivos justificados. Volverá a ser necesario ir provisto con declaraciones responsables y certificados de desplazamiento para, por ejemplo, ir a trabajar a Bilbao. La norma, sin embargo, reserva un abanico de otras excepciones en las que sí es posible desplazarse a municipios colindantes. En el caso de Vitoria a Iruña de Oca, Zuia, Zigoitia, Arrazua-Ubarrundia, Elburgo, Iruraiz Gauna, Treviño, Bernedo y Barrundia.

Además de por motivos de fuerza mayor (el cuidado de un enfermo o persona dependiente, una cita médica...) hasta estos municipios se puede acudir para realizar compras y actividad deportiva. Es decir, un vitoriano tiene permitido ir a comprar al Gorbeia. No puede ir de visita a casa de unos amigos en Durana pero sí puede ir en bici (o paseando) hasta el pantano: está haciendo ejercicio.

Dentro del municipio, podrá ir al gimnasio, aunque las actividades en grupo quedan reducidas a un máximo de cuatro personas y los vestuarios quedarán clausurados salvo en las piscinas cubiertas, donde también se podrá duchar después de hacer unos largos, siempre y cuando esté usted solo.

La hostelería, el sector más vapuleado durante toda esta crisis sanitaria, no cerrará aunque la clientela y el personal se enfrentan a resolver un sudoku de horarios. En el interior sólo se atenderá seis horas y media al día, para ofrecer desayunos (de 6.30 a 9.30) y comidas (de 13.00 a 16.30). El resto del tiempo, hasta las 20.00 horas, se podrá consumir en terraza.

En la práctica, muchos ya se plantean bajar la persiana a partir de las 16.30. «Sólo puedo colocar cuatro mesas, así que no me sale a cuenta», comentaba el propietario de una céntrica cafetería del centro de Vitoria. Y como él, muchos hosteleros dudan de la viabilidad económica de mantener un negocio abierto durante toda la tarde para atender unas pocas mesas en la calle. Además, las previsiones meteorológicas son tozudas. Vienen días de tiempo desapacible, con importantes bajadas de temperaturas con respecto a esta Semana Santa tan estival y también lluvias abundantes.

El cierre perimetral se establece cuando se iguala o supera la tasa de 400 casos por cada 100.000 habitantes, tanto a nivel territorial como en los municipios con más de 5.000 vecinos. El cerrojazo implica que sólo se puede salir al municipio colindante para hacer deporte y realizar compras o contratar servicios que no se ofrezcan en el lugar de residencia.

Los bares y restaurantes de los municipios que se confinan perimetralmente sólo pueden recibir clientes en su interior a las horas del desayuno y la comida. Los horarios en que se permite la atención en barra o dentro de los locales son de 6.30 a 9.30 horas y de 13.00 a 16.30. La medida implica que el resto de la jornada sólo se podrá consumir en las mesas de las terrazas.

La práctica deportiva en el interior de locales, como es el caso de los gimnasios, no permite agrupaciones de más de cuatro personas, salvo cuando afecta a entrenamientos y competiciones de equipos profesionales y federados. En todo caso, se determina el cierre de vestuarios y duchas en instalaciones deportivas, salvo en piscinas, donde se permite a un 35% del aforo.