Borrar
Los árboles más espectaculares del mundo y que más cuentan sobre nosotros

Arboles sabios

Los árboles más espectaculares del mundo y que más cuentan sobre nosotros

Fotos: Diane Cook y Len Jenshel

Han inspirado cuentos infantiles y a científicos como Newton. Son parte fundamental de las distintas religiones y testigos involuntarios de episodios históricos. Los árboles tienen mucho que 'contar'. Un libro recoge los más significativos de todo el planeta.

Martes, 06 de Febrero 2024

Tiempo de lectura: 5 min

El último ser vivo rescatado de los escombros de las Torres Gemelas fue un peral de Callery. estaba muy dañado y había perdido varias ramas, pero seguía vivo. Tras un periodo de recuperación, fue replantado en el World Trade Center Memorial una década después de los atentados. Había nacido un símbolo en forma de árbol.

Bajo un árbol, Siddharta se convirtió en Buda; debajo de otro, Newton descubrió la ley de la gravedad

No es el primero ni será el último. Desde la manzana bíblica hasta aquella que, en su caída, inspiró la ley de la gravedad a Isaac Newton en el domicilio familiar de Lincolnshire (Inglaterra), pasando por el gran árbol bajo el que Siddharta se sentó a meditar en Bodh Gaya, al norte de la India. Bajo aquel ejemplar de Ficus religiosa -el nombre no es casual: esta especie del género Ficus es considerada sagrada por budistas e hinduistas­-, el joven príncipe descubrió la verdad cósmica y se convirtió en Buda.

El árbol Bodhi, como se conoce, es hoy un importante lugar de peregrinación. Aunque el ejemplar actual es un descendiente del original: fue plantado en 1881 a partir de un esqueje traído de Sri Lanka. Este, a su vez, fue llevado hasta allí en el año 288 antes de nuestra era, siguiendo una práctica habitual de reproducción de este árbol sagrado a partir de ramas del árbol original a cuya sombra descansó Siddharta.

Los árboles a menudo se ven obligados a ‘contemplar’ el lado más oscuro de la naturaleza humana. En Camboya, por ejemplo, durante los terribles años de Pol Pot, los hijos de las prisioneras eran brutalmente asesinados a los pies de un tamarindo. Las madres eran obligadas a contemplar la espantosa escena. Conocido como ‘el árbol de la muerte’, fue el que más costó fotografiar a Diane Cook y Len Jenshel, una pareja de fotógrafos que durante más de dos años ha recorrido el planeta en busca de ejemplares de árboles cargados de poder simbólico. «Tardamos semanas en recuperarnos», explica Diane. Estos ‘retratos arbóreos’ componen el libro Wise trees (‘Árboles sabios’), un álbum de ejemplares extraordinarios. Algunos, por su edad. superan los 5000 años de antigüedad y siguen admirando a los dendrocronólogos, los estudiosos de los anillos de sus troncos.

En Camboya, durante los terribles años de Pol Pot, los hijos de las prisioneras eran brutalmente asesinados a los pies de un tamarindo

Otros sobresalen por ‘sus poderes especiales’. Abundan los ejemplares que congregan a feligreses a su alrededor. Acuden muchos fieles, por ejemplo, a orar y hacer ofrendas al ‘ginkgo de los partos’, un precioso ginkgo biloba que está en Tokio, en el templo budista dedicado a Kishimojin, la diosa que se ocupa de la fertilidad y la buena crianza de los hijos. Por eso, este árbol de 700 años tiene fama de ser amable facilitador de una buena prole.

Aunque en las páginas de Wise trees hay más antropología que ecología, sus autores no se resisten a lanzar un mensaje: «Los árboles pueden vivir sin nosotros, pero nosotros no podemos vivir sin ellos. Son fundamentales para la supervivencia de nuestra especie», recuerdan, aludiendo a la capacidad de las plantas de absorber dióxido de carbono y desprender oxígeno. Sin embargo, cada día se cortan más de 40 millones de árboles en todo el mundo. No solo dañamos el planeta y dificultamos nuestra supervivencia, con ellos se va una parte fundamental de nuestra cultura, de nuestras costumbres y de nuestra historia.