Las imágenes de Thomas Höpker ¿Qué ves en esta foto?

Los retratos que le hizo a Muhammad Ali figuran entre las imágenes más icónicas del siglo XX. Höpker vio algo diferente en el púgil en los Juegos Olímpicos de 1960, en Roma, cuando era un desconocido. Pocos años después se hicieron amigos y lo retrató varias veces. Ali right fist ('Puño derecho de Ali') se la hizo en Londres en 1966. «Le debo mucho –confiesa– porque me permitió fotografiarlo como ser humano. De hecho, el boxeo no me interesaba en absoluto».

Höpker tomó esta foto del 11-S para Magnum desde un parque de Brooklyn, pero decidió que no era el mejor momento para publicarla. Cuando salió a la luz, cinco años después, mucha gente reprobó la «insensibilidad» de los jóvenes retratados, que salieron a explicarse asegurando que se hallaban «incrédulos y en profundo estado de shock». La imagen es hoy una de las más célebres de las que se tomaron aquel día trágico en Nueva York.

Apasionado de Estados Unidos, Höpker realizó allí su primer gran reportaje, atravesando el país de costa a costa a principios de los sesenta. Mudarse a Nueva York, más tarde, permitió a Höpker capturar de forma vívida el espíritu de la ciudad y de sus personajes, tanto famosos como desconocidos. Entre los primeros figuró Andy Warhol, a quien retrató en su célebre estudio, The Factory, en 1981.

Höpker nunca estudió fotografía, «simplemente empecé a hacerla», cuenta. Su padre le regaló una cámara a los 14 años y poco a poco fue haciéndose un nombre como fotorreportero, hasta convertirse en fotógrafo de Magnum a los 28. Años después se instalaría en Nueva York como corresponsal de la revista Stern. Allí tomó imágenes como esta Lover's lane, de 1983, una vista del World Trade Center desde un descampado al servicio de los amantes en los muelles de Nueva Jersey.

Cuando empezó, Höpker se veía a sí mismo como fotorreportero, pero pronto sus fotografías lo convirtieron en algo más. «Trabajar para la agencia Magnum cambió mi punto de vista –admite–. Los fotógrafos de Magnum son periodistas y también artistas». La afirmación se hace evidente en imágenes como esta de un oso polar, tomada en 1984 en el zoo de Nueva York, parte de la completísima retrospectiva que le dedica ahora la Galería Bildhalle, de Ámsterdam, hasta el 28 de mayo.