Brassaï, el ojo que desnudó París

como un creador multifacético y no sólo como el constructor de una auténtica topografía visual de la ciudad de la luz (y de las sombras) de los años treinta y cuarenta del siglo pasado.

La exposición —atravesada también por la estrecha relación personal y profesional que mantuvo con Pablo Picasso— presenta así el retrato panorámico de un creador prolífico que diseñó libros, dibujó desnudos o talló esculturas, al margen de una monumental obra fotográfica. Esta son algunas de las imágenes incluidas en la muestra que se podrá visitar hasta abril del año que viene.

Fue Henry Miller quien describió a Brassaï como «el ojo de París». Llamado en realidad Gyula Halász, Brassaï fue apodado así por haber nacido en Brașov (Hungría). Llegó a París  en 1924, después de estudiar Arte en Berlín, para ser pintor. Y lo fue, pero se ganaba mejor el sustento como reportero y triunfó como autor de icónicas fotografías de la ciudad. En la imagen, un ejercicio militar en los Campos Elíseos en 1939.

Brassaï fotografiaba con frecuencia a sus amigos artistas; entre ellos, Henri Matisse, que en la imagen retrata a una modelo en 1939. El líder de los fauvistas siguió abanderando la frescura del color en los trágicos años de la Segunda Guerra Mundial y de sus propios dolores: padeció cáncer y a partir de 1941 solo pudo pintar sentado. Optó entonces por crear –con la colaboración de sus ayudantes– sus conocidos y coloridos collages.

Según su amigo Jean-Paul Sartre, las delgadísimas figuras creadas por Alberto Giacometti representaban la crisis existencial provocada por la Segunda Guerra Mundial. Brassaï muestra aquí al artista a la puerta de su estudio en la Rue Hippolyte Maindron, un cuchitril sin calefacción de veintitrés metros cuadrados donde vivió, pintó y esculpió de 1926 a 1966. Esta imagen la tomó Brassaï en 1948, el año de la primera exposición de Giacometti.

Retrato de Simone de Beauvoir en el Café de Flore, de París, en 1945, el año que fundó junto con Jean-Paul Sartre la revista Les Temps Modernes. Eran tiempos fecundos para la pensadora francesa. Cuatro años después publicó El segundo sexo, ensayo de referencia del feminismo.

La escritora Anaïs Nin, de padres cubano-españoles, mantuvo un romance con Henry Miller y con su mujer, June. Lo contó en sus diarios, donde también insinuó que había tenido una relación sexual con su padre. Brassaï era un gran admirador de Nin y su literatura, más que Miller, uno de los mejores amigos del fotógrafo, que no apreciaba la espontaneidad de los diarios de Nin.

La amistad de Picasso y Brassaï, fallecido en 1984, duró más de tres décadas. Para Picasso, las fotografías del húngaro –gran maestro de la luz– eran arte y le permitió un acceso total a sus talleres, como su estudio de la Rue des Grands Augustins de la imagen. Para Brassaï fue una amistad crucial: durante la ocupación alemana sobrevivió gracias a que Picasso le encargó fotografías de sus esculturas.

Brassaï consiguió un permiso para trabajar entre bambalinas en el Folies Bergère con lo cual pudo captar imágenes desde un punto de vista  más alto. Así fotografió, en 1932, 'La jaula de fieras' del legendario cabaré. Brassaï aportó una visión muy personal del París nocturno. Retrató elegantes soirées en la ópera y también ferias populares y salas de baile baratas.