ELABORACIÓN
Al limpiar el pulpo, quítale los ojos y el pico. Con un cepillo limpia cada ventosa y, bajo el grifo de agua fría, quita el limo (la babilla que recubre al pulpo).
Del pulpo: laña el pulpo, busca la membrana más clara (la tela entre los tentáculos) y hazle un corte desde el principio hasta el final del tentáculo; así tendrá una cocción más 'relajada'. Ya lañado, 'asusta' el pulpo en agua hirviendo tres veces para evitar un contraste de temperatura tan alto que desgarre su piel en la cocción. Mételo luego con la cabeza arriba y la parte más gruesa abajo: la cocción será así pareja. Calcula 20 minutos de cocción por cada kilo de pulpo, pero revísalo cada tanto con un palillo. Cuando esté tierno, déjalo reposar en el agua y fuera del fuego 5 minutos. Reserva el agua de la cocción.
De la crema: en una olla con el agua de la cocción del pulpo cuece las patatas con piel 25 minutos. Escúrrelas y pélalas en caliente. Calienta la leche y funde la mantequilla. Coloca la patata pelada en un robot de cocina y ve agregando la mantequilla fundida y el aceite en hilo fino. Vierte la leche caliente de a poco hasta que quede una emulsión lisa. Echa el pimentón de la Vera. Pon a punto de sal.
Acabado: dispón la crema de patata en el fondo de un plato y tapiza la superficie con el pulpo laminado. Echa un chorrito de AOVE y espolvorea una pizca de pimentón de la Vera.
Al escurrir el pulpo del agua, colócalo con la cabeza hacia abajo usando un vaso para darle altura y que los tentáculos cuelguen, para guardar bien la forma y que no se lastime.