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Una carrera de 24 horas Una octogenaria arrasa en los deportes extremos

Mildred Wilson, una viuda de 82 años, participa en las más duras carreras con obstáculos. «Si no puedes con todo –dice–, ¿qué más da? No dejes de intentarlo»

@ Tough Mudder Race

Jueves, 15 de Julio 2021

Tiempo de lectura: 4 min

En 2018, su hijo Danny, de 47 años, le pidió que viajaran juntos a Las Vegas, donde él competía en una de las mudder races más duras del mundo, una larga carrera de 24 horas repleta de obstáculos y dificultades por terrenos fangosos. Animándolo a lo largo de toda la competición, Mildred Wilson sintió al verlo que ella también quería participar en retos de ese tipo.

Su hijo le pidió entonces que entrenara con él, previa autorización de su médico, y en 2019 –el 9 de mayo, Día de la madre– Mildred participó junto con Danny en su primera gran carrera con obstáculos: la Tough Mudder de Saint Louis, Misuri, una de las más exigentes. Un evento de resistencia de estilo militar de 10 a 12 millas que pone a prueba la fuerza, la resistencia, el trabajo grupal y el poder mental de los participantes. Un recorrido fangoso, con frío y mal clima, que pone al límite los nervios de cualquier competidor que respete en exceso el agua o las alturas.

Un mes antes de la competición, Mildred recibió un duro golpe: perdió a su marido, Farrell, fallecido por una afección cardiaca complicada por la COVID 19, pero siguió adelante

No fue el caso de Mildred que, con 80 años ya cumplidos, disfrutó el desafío, que completó en casi tres horas (un competidor joven lo completa en una hora y media), con la ayuda de su hijo y otros participantes.

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Un reto.A nada teme esta octogenaria, aunque reconoce que trepar el muro alto del Tough Mudder es todo un reto.TOUGH MUDDER RACE

Para ella, lo más duro, dijo, no fueron los obstáculos en sí, sino la profundidad del barro y el mal tiempo: el terreno fangoso tenía 6 pulgadas de barro debido a las intensas lluvias y sus pies, explicó, se hundían con facilidad en el barro dificultándole correr como quería.

In memoriam

Un año más tarde, las restricciones de la pandemia postergaron su segunda participación en la Tough Mudder de 2020. Mildred estaba lista. No redujo pese a todo su actividad. Era (y sigue siendo) normal encontrarla jugando al pickleball en el gimnasio local de Sikeston, Misuri –localidad estadounidense en la que reside– tres días a la semana.

Su segundo gran reto al fin llegó meses después, el 26 de septiembre de 2020. Esta vez se trataba de la Conquer the Gauntlet, en Little Rock, Arkansas. Parecida a la Tough Mudder race, esta carrera se compone de más de 20 desafíos físicos extremos a lo largo de un terreno exigente por el que los concursantes también deben escalar, correr, saltar y gatear.

"A mi edad nunca sabes, pero, si aún vivo y me encuentro bien, competiré de nuevo en 2022"

Un mes antes de la competición, Mildred recibió, sin embargo, un duro golpe: perdió a su marido, Farrell, fallecido por una afección cardiaca complicada por la COVID 19. Sin embargo, lejos de renunciar a la carrera, decidió completarla en su memoria. «Farrell querría que yo lo hiciera», recuerda haber pensado cuando tomó la decisión de continuar adelante. «Él era mi mayor admirador».

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No sin mi hijo.Mildred Wilson, a sus 82 años, es ayudada por su hijo, Danny, de 47, en la Tough Mudder Race del pasado mayo.Tough Mudder Race

Al competir, Mildred recaudó, a su vez, 12.000 dólares para la excavación de un pozo de agua en África, organizada por su hijo, que colabora con un grupo de jóvenes de la Bethel Assembly of God en Cape Girardeau, Misuri. Aunque su meta era alcanzar los 5000 dólares, con la ayuda de sus seguidores, recaudó 12.000. El grupo de su hijo reunió así, con su aporte, más de 67.000 dólares y el pozo, dicen, será una realidad.

La que tuvo retuvo

Mildred creció en una familia numerosa, entre cinco hermanos, en una granja de Misuri y, desde luego, cuenta, «teníamos que cortar algodón». «Llegábamos a casa a la hora del almuerzo y comíamos muy rápido, y luego salíamos a jugar sóftbol con un palo y una pelota hecha de calcetines. Uno pensaría que después de haber cortado algodón toda la mañana, deberíamos estar descansando durante la hora del almuerzo, pero no nosotros».

Esta hiperactividad no la ha abandonado en ningún momento de su vida. Durante varios de sus años de trabajo –Mildred fue empleada de una fábrica de máquinas expendedoras de Sikeston, en Misuri–, compitió en sóftbol, voleibol, tira y afloja y tenis con el equipo de su empresa en los Sikeston Corporate Games. Compitió casi una década, años a los que se agregan los primeros en que no se le permitió participar por ser, al inicio, una empleada a tiempo parcial. Ella no obstante siempre estaba allí animando a su equipo, y le resultaba difícil sentarse al margen y tan solo mirar.

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Volveré.Mildred ya planifica, si se encuentra bien, competir de nuevo en 2022.Tough Mudder Race

Esta primavera, el pasado 15 de mayo, logró completar al fin su segundo Tough Mudder, siempre con su hijo. Ha sido su tercera competición, que no la última... En 2022, dice, irá a por más.

Y a quienes quieran emularla recomienda: «Solo hazlo. Hay gente de todas las edades [es verdad: son muchos los participantes de más de 65 años]. Y si no puedes con todo, ¿qué más da? Solo inténtalo. A mi edad nunca sabes, pero, si aún vivo y me encuentro bien, lo haré de nuevo en 2022».

Etiquetas: deportes