
LETIZIA GÓMEZ
Miércoles, 17 de julio 2013, 03:52
Cuando Txema Añibarro se asomó al balcón del Ayuntamiento el día de la celebración del ascenso la plaza de Unzaga se convirtió en un clamor al grito de «¡Txema quédate!». El capitán azulgrana se emocionó ante el cariño que le regalaba la afición azulgrana, de la que pareció despedirse con un discurso en el que deseaba a todos la mejor de las suertes en la nueva andadura en Segunda División. Alejado de los cánticos, el de Zeberio aseguró entonces su predisposición a continuar en el equipo que se ha convertido en su casa en los últimos cuatro años, una idea que sigue manteniendo en pie, con la esperanza de que se convierta en realidad en los próximos días.
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Gaizka Garitano le quiere en su nuevo proyecto y el vizcaíno también desea formar parte de él, pero aún hay algunas diferencias económicas que han impedido cerrar su renovación, aunque espera que en los próximos días se pueda llegar a un acuerdo, ya que él al menos no se ve vistiendo otra camiseta que no sea la azulgrana. «Yo quiero seguir y tengo claro que no quiero jugar en otro equipo que no sea el Eibar».
Añibarro reconoce que no tardó en recibir la oferta que le trasladó el club armero una vez que se consumó el ascenso. Tras estudiarla en profundidad decidió presentar una contraoferta, y a partir de ahí se han ido sucediendo una serie de conversaciones que se están dilatando en el tiempo. «Estamos en negociaciones y la verdad es que van algo lentas, pero yo espero que podamos ponernos de acuerdo en breve. Ellos están mirando por lo suyo y yo, lógicamente, por lo mío, pero seguimos hablando y confío en que podamos entendernos».
Las lesiones le han perseguido a lo largo de la temporada y eso ha impedido que el de Zeberio ocupe los primeros puestos en la lista de minutos acumulados, pero el entrenador azulgrana no dudó en acelerar su regreso en cuanto comenzó el play-off de ascenso. El vizcaíno le devolvió la confianza con una destacable actuación en la que incluso no dudó en jugarse el físico en una acción en el Carlos Tartiere de Oviedo que impidió que el cuadro astur pudiera marcar.
Hablando se entiende la gente y, si las dos partes quieren, parece que es cuestión de tiempo que consigan limar asperezas. Sin embargo, al defensa vizcaíno le preocupa que la hora de comenzar la pretemporada se acerque, sin que aún haya conseguido estampar su rúbrica en el nuevo contrato. «Ya se sabe que hasta que no se firma no hay nada seguro, pero insisto en que yo solo tengo en mente seguir aquí». No le faltan propuestas de otros equipos, en especial de clubes vascos de Segunda B, pero no quiere abrir las puertas de otro vestuario. «Después de cuatro años aquí no quiero ir a otro equipo. Si no es aquí, no quiero seguir», sentencia.
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Bóveda, dos años más
La que sí que se ha resuelto ha sido la situación de Eneko Boveda, que ayer por la tarde alcanzó un acuerdo con el club armero para alargar su estancia por dos temporadas más, hasta el 30 de junio de 2015. La del lateral bilbaíno es la tercera renovación después de las ya anunciadas de Xabi Iruretagoiena y Diego Jimenez. A juicio del Eibar, «Eneko fue uno de los pilares básicos de la temporada pasada, siendo el jugador que más minutos jugó, solo superado por el guardamenta de Berriatua.
Hay otros que se mantienen a la espera, además de Añibarro, como son los casos de Bingen, Guille Roldán y Abaroa también confían en poder seguir un año más en la entidad azulgrana y, aunque aún queda una semana para que ellos tengan que incorporarse al inicio de la pretemporada, esperan que su futuro se decida en el menor plazo posible.
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