Sueño truncado por la vía rápida

El SD Logroñés se despidió de la forma más cruel de la Copa del Rey, ese torneo que los pequeños se encargan de embellecer con noches como la de ayer. La lástima es que el héroe fue el Lucena y no el conjunto riojano, lejos de un nivel mínimo como para plantear batalla a cualquier equipo de la Segunda división B. Gonzalo vivió una auténtica pesadilla en la primera media hora, en la que pudo encajar una goleada de auténtico escándalo.

El conjunto blanquirrojo, que en la primera ronda se cargó a su vecino y rival, salió con miedo. Demasiado. Tanto que fue un lastre en los primeros minutos para los de Agustín Abadía. Tanto que en el minuto 1 ya pudieron encajar el 1-0 tras un error en la zaga de Salazar. Apenas habían pasado dos minutos cuando el Lucena dio el primer golpe, en forma de gol. Gonzalo se equivocó en el despeje a la salida de un córner, el balón se paseó sin que ningún jugador visitante hiciese nada por despejar el peligro, Carlos Martínez metió un centro al área y Adrián, el más listo de la clase, anotó para el conjunto cordobés.

El SD Logroñés estaba tocado, Laencina solo podía parar a Carlos Martínez con faltas bruscas. La zaga blanquirroja deambulaba sin ideas ayer en el campo del Lucena. Pero los locales tampoco le echaron más carbón a la caldera. No estaba el asunto para dispendios por su mala situación clasificatoria y solo ganar en Copa podía maquillar, en cierta manera, su papel en liga -en la primera eliminatoria, el equipo cordobés había quedado exento-.

Los cordobeses se pusieron, entonces, nerviosos y solo se prodigaron arriba en una internada de Fernando. En el minuto 35 llegó el 2-0 que dejaba la eliminatoria prácticamente sentenciada. Fue justo después de la primera acción ofensiva visitante, que en realidad era fuera de juego, cuando Jesús Lanza acertó de la manera más difícil. Desde el saque de esquina, directo, el veterano zurdo hizo barraca y la puso dentro de la meta de Gonzalo. Golazo olímpico.

El Lucena estaba pletórico, mientras que el SDL parecía un muñeco en manos de un zagal travieso y sin reparos. Abadía no supo reconducir la situación. El cansancio y la falta de concentración de los logroñeses, que habían salido a las 7.30 horas rumbo a Lucena, bastaron.

Los riojanos, muy tocados, iban a entregar la eliminatoria poco después, en otra desaplicación defensiva. Corría el minuto 41 cuando en otra acción de ataque local, que no supo atajar la escuadra blanquirroja, la pelota cayó a pies de Fernando, que con un tiro raso, pegado al palo, batió por tercera vez a Gonzalo.

Con todo resuelto arrancó la segunda mitad, en la que el SD Logroñés mejoró bastante su nivel, pero sin crear peligro. El Lucena decidió economizar sus esfuerzos, lo que no evitó que a la primera llegada clara que tuvo llegara el cuarto. Carlos Martínez, uno de los mejores del partido, rompió por su costado y habilitó a Adrián, que burló la salida de Gonzalo y, casi sin ángulo, marcó.

Fin de la película, que solo vio cómo Metola maquillaba el cruce. Toca levantarse y comenzar a pensar ya en el siguiente partido de liga, el sábado, contra el Real Unión.