La histórica plaza de toros de Eibar lucha por su supervivencia

Desde las fiestas de San Juan se han registrado varias quejas referentes al lento desgaste que está sufriendo la Plaza de Toros. Algunas de las inquietudes hablan sobre el mal estado de la pintura de las gradas, resquebrajadas por el tiempo. Algunos aficionados han comentado que «hay que poner hojas de periódico para poder sentarse». Existe un debate abierto sobre la funcionalidad de dicha plaza, entre la ciudadanía se plantea cuál será la opción más rentable: demolerla o arreglarla.

Fernando Irusta expresó su desencanto con el futuro de esta plaza taurina apuntando que «lo mejor sería tirarla. Después de tanto tiempo se utiliza para sanjuanes y, para dos o tres actos contados, exceptuando los embolados. Tampoco se pueden ver los números de los asientos. Todo está muy deteriorado», argumenta este eibarrés. «¿Es aconsejable demoler la plaza de toros? En mi opinión cuesta mas arreglarla que invertir en una nueva», señala. Eneko Andueza, alcalde en funciones y miembro de la Peña Pedrucho Taurina Eibarresa y autor de varios artículos relacionados con el mundo del toreo, comenta que «hoy, cien años después de su construcción, Eibar mantiene vivo su espíritu taurino en una plaza de toros. Ha sido una plaza 'trampolín' para los que comenzaban y un escenario de grandes tardes, con grandes nombres». El primer edil en funciones califica a la plaza como «un pedazo de historia de nuestro pueblo. Por ahora no se contempla ningún plan de renovación o demolición de dicha estructura».

En Eibar desde 1903

La formalización de las corridas de toros en Eibar se remonta al siglo XVII, de forma que los días de San Juan, San Pedro, San Blas y San Andrés fueron declarados fechas de fiesta taurina. Poco a poco, la afición al toreo fue creciendo en la ciudad. Ante la demanda, en 1903, quedó inaugurada dicho coso taurino. La plaza eibarresa fue ganado renombre y en las fiestas de San Juan grandes figuras del toreo, tales como 'Machaquito' y Rodolfo Gaona deslumbraron con su arte. Con el tiempo y en una dura época para el toreo floreció un diestro eibarrés, Pedro Basauri, más conocido como 'Pedrucho'. El paso de los años trajo innumerables festejos, aunque con el paso del tiempo la actividad no es la misma de hace décadas. En la actualidad este pedazo de historia de Eibar se enfrenta al debate popular sobre su futuro.