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MAITE ÍNIGO
Domingo, 12 de agosto 2012, 04:07
El Ayuntamiento de Logroño ha tramitado en los siete primeros meses de este año un total de 66 expedientes por abandono de vehículos en la vía pública. Esta cifra es, sin duda, considerablemente inferior a la del año pasado, ya que 2011 se cerró con un total de 367 expedientes abiertos por este concepto.
Aunque todavía faltan cinco meses para cerrar este año, la gran diferencia en el número de expedientes contabilizados entre los dos últimos ejercicios comparados, se debe «al importante trabajo de prevención e información que estamos haciendo desde el verano pasado» subraya el concejal de Interior y portavoz del Ayuntamiento de Logroño, Miguel Sáinz.
Ese trabajo preventivo e informativo se está realizando a través de los equipos de Policía de Barrio. Cuando los agentes detectan un coche supuestamente abandonado o reciben un aviso de los ciudadanos sobre un vehículo que puede estar en esa situación, intentan primero llegar directamente al titular del vehículo, antes de abrir un expediente policial por abandono.
«La Policía de Barrio está realizando un trabajo excelente en este sentido, van más a pie, tienen un contacto más directo con los ciudadanos e intentan llegar al vecino antes de poner la pegatina en el vehículo, por eso ha bajado el número de expedientes de esa forma tan vertiginosa», recalca el concejal de Interior.
Algunos hemos podido observar en ocasiones un mismo vehículo aparcado durante mucho tiempo en un mismo lugar. Se trata de vehículos abandonados en la vía pública por sus propietarios, que en ocasiones pueden ocasionar problemas. En la mayoría de los casos sus titulares los dejan en la calle porque no pueden hacer frente a sus gastos. A veces son los vecinos los que avisan a la policía de esa circunstancia, en otras muchas, son los agentes los que detectan el coche.
Primero, una pegatina
Un coche se considera abandonado cuando lleva «más de dos meses desde que fue inmovilizado o retirado de la vía pública por una multa o también cuando lleva más de un mes aparcado en el mismo sitio o presenta desperfectos que hagan imposible su desplazamiento por sus propios medios, le faltan las placas de matrícula o carece de seguro obligatorio», explica el concejal de Interior del Ayuntamiento de Logroño, Miguel Sáinz.
El tratamiento residual de los vehículos abandonados en la vía pública se regula por el artículo 86 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. Siguiendo los puntos que establece la norma, el primer paso que se realiza al advertir el abandono de un vehículo en la vía publica es «poner una pegatina en el parabrisas que indica a su propietario que lo retire», advierte Miguel Sáinz.
La colocación de la pegatina supone un parte y la apertura del expediente policial. «Hay gente que retira el vehículo nada más ver la pegatina», admite el edil. En caso de que eso no ocurra y transcurridas dos semanas desde que se realiza el primer aviso, los agentes comprueban si el coche continúa estacionado o no en el mismo sitio. Si el automóvil continúa en el mismo aparcamiento «se envía al propietario una carta indicándole que debe retirarlo», continúa el concejal responsable del área.
Publicación en el BOR
«Lo que suele ocurrir es que, en la mayoría de los casos, la carta no se recoge, entonces se debe notificar en el Boletín Oficial de La Rioja», sigue. Después se concede un nuevo plazo de diez a quince días, se comprueba si el vehículo continúa estacionado en el mismo sitio «si es así se retira al depósito municipal», concluye Miguel Sáinz.
Los responsables del servicio esperan a tener cuatro o seis vehículos para enviarlos al desguace para su destrucción y tratamiento adecuado y su consiguiente baja en la Dirección General de Tráfico. Según explica el concejal del área «en la mayoría de los casos si se avanza en el proceso, es decir, si los vehículos no se retiran por sus propietarios tras la colocación de la pegatina, y son retirados finalmente al depósito, nadie suele reclamarlos».
También puede darse la circunstancia de que un vehículo se retire de la vía pública «por embargo judicial». En ese caso los pasos son diferentes y los vehículos «se quedan en el depósito municipal hasta que dictamine el juez», aclara el concejal de Interior.
El nuevo depósito municipal de Logroño está ubicado en la calle Serradero. Tiene capacidad para acoger unos ochenta vehículos y en la actualidad está ocupado al 95 por ciento. 130 de los vehículos que acabaron el año pasado en Prado Viejo procedieron de los expedientes abiertos por la Policía Municipal. La cifra, este año, ha descendido de manera notable.
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