Sanidad blinda el sistema de donación de médula y cierra el paso a DKMS

El Ministerio de Sanidad anunció ayer su intención de «blindar» el sistema público de donación de médula ósea con una reforma legal que impedirá la entrada en España tanto del registro alemán DKMS como de cualquier otro. El anunció revela que la legislación española presentaba lagunas jurídicas que podían poner en peligro el actual servicio, pero zanja, al menos de momento, la polémica suscitada al saberse que la institución centroeuropea, de ámbito privado y con «carácter de negocio», pretendía instalarse en el país de manera «ilegal».

La decisión del Gobierno central coincidió en el tiempo con una rueda de prensa en Madrid de los principales responsables de la institución germana que, una vez más, aseguraron tener toda la reglamentación en regla, sin aportar una prueba de ello. El fundador de la entidad, Gerhard Ehninger,explicó que el único objetivo de la entidad es «ayudar» a los pacientes españoles y pidió a la ministra de Sanidad, que no «luche» contra ellos, «sino contra la leucemia».

El Ministerio detalló a través de un comunicado que «ultima una normativa» que pretende ser un «refuerzo legal para que las donaciones sólo puedan realizarse según los criterios de solidaridad, equidad y acceso universal» y para «evitar la posible interferencia de intereses económicos». La norma, para ganar tiempo y peso legal, se publicará en forma de Real Decreto y «lo más rápidamente posible» con el fin de proteger «las competencias de las autoridades sanitarias autonómicas y nacionales en materia de donación y trasplante de tejidos (médula ósea y sangre de cordón umbilical, entre otros)».

Trasvase de donantes

La nueva legislación establecerá de forma expresa la existencia de un registro único, cosa que no hace la actual. El texto se limita a reconocer y detallar las competencias de cada una de las instituciones con competencias en la materia; y establece la forma en que se llevan a cabo las diferentes actividades relacionadas con la donación.

¿Quiere esto decir que DKMS tenía parte de razón? Quiere decir que DKMS encontró un hueco por donde penetrar en el país con el fin, tal como lo definió ayer el Ministerio, de «desarrollar ilegalmente actividades que son competencia de las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas». En esta misma línea se expresaron los profesionales agrupados en torno a la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia, que manifestaron su «disgusto y profunda preocupación» por la polémica suscitada.

Quedan ahora, al menos, dos cuestiones por resolver. La primera se refiere al futuro de los 1.200 donantes que DKMS captó de forma irregular en Avilés y que ni siquiera el REDMO, el registro público español, sabe si puede disponer de ellos. Sanidad, a través de la Organización Nacional de Trasplantes, está buscando con el Principado de Asturias fórmulas que permitan reincorporar a los donantes que lo deseen a la red pública que gestiona la Fundación Carreras. La segunda se refiere a la necesidad, puesta en evidencia por esta crisis, de mejorar los sistemas de captación de donantes de médula ósea.