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Merkel y Zapatero escuchan los himnos nacionales de sus respectivos países ante la guardia de honor formada en los jardines del palacio de La Moncloa. :: AFP
«España va por muy buen camino»
XXIII Cumbre Hispano-Alemana

«España va por muy buen camino»

Zapatero rechaza por el momento la propuesta alemana de desvincular las revisiones salariales de la inflación Angela Merkel afirma que se han hecho «grandes cosas» y que los mercados «tomarán nota»

PAULA DE LAS HERAS

Viernes, 4 de febrero 2011, 08:20

Espaldarazo sin ambages de la canciller alemana, Angela Merkel, al «rumbo» emprendido por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con reformas estructurales como la laboral y las de las pensiones y las cajas de ahorros. En el Ejecutivo había sentado muy mal que la prensa española, casi sin excepción, interpretara la visita de la 'dama de hierro' de Europa en clave de examen o reválida, pero José Luis Rodríguez Zapatero no pudo ocultar ayer una sonrisa orgullosa de alumno aplicado cuando su invitada de honor afirmó solemne que, en los últimos tiempos, se han hecho «grandes cosas», que el país va «por muy buen camino» y que «los mercados tomarán nota».

España «ha hecho sus deberes», subrayó Angela Merkel, quien calificó además como «muy positivo y tranquilizador» el hecho de que las reformas tengan el apoyo de patronal y sindicatos, lo que que a su juicio «mejora la aceptación de estas medidas». A las alabanzas de la mandataria alemana se sumó la del presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la no menos importante aprobación del presidente del Banco Santander, Emilio Botín, convirtiendo el de ayer, posiblemente, en uno de los mejores días del presidente del Gobierno en muchos meses. Después de semanas acogotado por la amenaza de un ataque especulativo que podría haber situado a España al borde de la quiebra, los riesgos de tener que ser intervenidos parecen ya conjurados.

Merkel, quien durante la foto de familia de esta XXIII Cumbre España-Alemania mantuvo una animada charla con el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, lo debe ver bastante claro. Según aseguran en La Moncloa, al terminar la conferencia de prensa y ya en el coche con Zapatero camino del aeropuerto, la canciller alemana comentó su sorpresa ante la insistencia de los periodistas españoles para saber si descarta un rescate europeo de España cuando «ya nadie le pregunta por ello fuera». Eso no fue, en todo caso, óbice para que la guardiana de la ortodoxia europea subrayara que, como el resto de la UE, España aún tiene trabajo que hacer para mejorar la competitividad, la gran asignatura pendiente de la economía española. Alemania pretende afrontar este reto por medio de un nuevo pacto que pretende sacar adelante de aquí a marzo.

Y en este terreno empiezan las diferencias, pese a elogiar ayer Zapatero el «sentido común» de muchas de las propuestas en él contenidas. Merkel tiene intención de plantear en el Consejo Europeo de hoy que, además de elevar la edad de jubilación, los países de la UE renuncien a las cláusulas de revisión salarial y de pensiones vinculadas a la inflación, fijen por ley un techo de gasto y establezcan una base común en el Impuesto de Sociedades. En la entrevista que mantuvo con los principales diarios alemanes esta semana, el jefe del Ejecutivo español ya defendió que Alemania debería hacer «concesiones» en este terreno. Ante la canciller dio una pista de lo que quería decir; entre otras cosas, que no va a enfrentarse ahora a los sindicatos, después de haberles arrastrado al costoso pacto de pensiones.

La única idea que Zapatero dio por buena en su integridad fue la que afecta a la armonización fiscal. ¿Los salarios? «Dejemos a la negociación colectiva lo que le corresponde», dijo. Los agentes sociales tienen hasta marzo para llegar a un acuerdo en este terreno y el Gobierno no puede apretarles ahora las tuercas porque estaba en el sobreentendido del pacto social que se firmó el miércoles en Moncloa que podrían trabajar sin presiones. «Recordemos que es una negociación que lleva tres décadas sin conocer reformas y ahora la va a reconocer en profundidad», subrayó.

«Poco que aprender»

Los sindicatos, que por primera vez participaron ayer en el almuerzo de una cumbre internacional, no se quedaron callados. El líder de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, defendió que el «potente» sistema de negociación colectiva español «tiene poco que aprender de otros lugares». El vicepresidente primero de la CEOE, Arturo Fernández, rechazó por su parte la propuesta de Merkel por suponer «un cambio muy radical», aunque añadió que es un «tema a estudiar», informa Ander Carazo.

Tampoco quiere el Gobierno fijar por ley un techo de gasto de cumplimiento obligatorio para las comunidades autónomas; una propuesta que sí defiende a capa y espada el PP. El límite de déficit para la Administración General del Estado se incluye cada año en los Presupuestos y, en la convención autonómica celebrada por el PSOE el pasado fin de semana, se acordó que cada territorio haga lo propio cuando apruebe en el Parlamento sus cuentas públicas. Pero Zapatero no quiere ni oír hablar de una ley nacional que obligue a todos.

«España ha sido siempre un firme defensor y buen cumplidor del pacto de estabilidad y de una política de consolidación fiscal, y es uno de los países que menos veces lo ha incumplido», defendió, no obstante, el jefe del Ejecutivo.

La canciller aclaró, en todo caso, que la reunión que celebra hoy el Consejo Europeo es solo un principio y que aún es pronto para hablar de «todo lo que podría hacerse» para sellar un pacto de competitividad el próximo marzo. Pero hizo hincapié en que la estabilidad del euro demanda sí o sí una armonización fiscal. «Eso lleva estancado mucho tiempo y todos debemos reconocer parte de la culpa», señaló. Por lo demás, trató de calmar ánimos: «No hablo de más competencias comunitarias, sino más coordinación».

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