La carretera a la playa de Plentzia se somete a una reforma integral

La carretera a la playa de la Plentzia se someterá a una profunda reforma. La segunda fase de la remodelación de la acera de la calle Areatza correspondiente al término municipal comenzará a principios de febrero, una vez que el Ayuntamiento ha conseguido la cesión de su titularidad por parte de la Diputación de Vizcaya. Las obras, presupuestadas en 450.000 euros que financiará en su totalidad el ente foral, concluirán «antes de Semana Santa», según confirmó la Alcaldesa, Isabel Zarauza.

Los trabajos afectarán al tramo izquierdo en dirección hacia Gorliz, entre la confluencia de la calle Txurrua hasta la futura Estación Marina de la Universidad del País Vasco, ubicada en el antiguo sanatorio. El otro lado del paseo peatonal es responsabilidad del Ayuntamiento gorliztarra.

El proyecto consistirá en levantar por completo este tramo peatonal para sanear y renovar las redes de abastecimiento de diversos servicios públicos como recogida de pluviales, saneamiento, fibra óptica o suministro eléctrico. «Todo se hará de una vez para evitar tener que levantar de nuevo la acera», explicó la regidora.

También se instalará un nuevo pavimento, alumbrado público y mobiliario urbano. Con estas labores concluirá por completo la reforma de esta vía urbana, una de las principales de la villa marinera, toda vez que con anterioridad se acometió la remodelación de la calle Areatza entre la plaza del Astillero hasta las inmediaciones del Puerto.

Camino Txipio

El inicio de esta segunda fase coincidirá en el tiempo con los remates finales de las obras de saneamiento del camino Txipio, que une la estación del metro con el barrio del mismo nombre. Los trabajos, con un coste económico de 284.000 euros, se han prolongado por espacio de cinco meses. Esta actuación urbanística ha sido costeada a cargo de las subvenciones recibidas a cargo de los presupuestos de 2010 del Gobierno Vasco.

El proyecto ha consistido en la renovación integral de esta calle junto a la eliminación de pozos sépticos, la sustitución del alumbrado y la habilitación de nuevas redes de abastecimiento. Zarauza reconoció que «era una obra que nos hacía mucha ilusión en una zona que durante muchos años ha estado olvidada por el Ayuntamiento».