Borja Cobeaga: «En Euskadi clasificamos a alguien según diga 'buenos días' o 'egun on'»

Borja Cobeaga (San Sebastián, 1977) ocultó a sus padres que había roto con una novia a la que éstos tenían cariño. «Mi padre me sorprendió llorando. Y mi madre me hizo prometer que no le presentaría a más chicas». También tenía un conocido al que llamaban 'El Yaya'. «Era tan chapas que solo le contestabas ya, ya...». Las dos vivencias se han incorporado al guion de 'No controles', otra aguda mirada a los desvelos sentimentales de treintañeros que parecen instalados en la adolescencia emocional.

Candidato al Oscar por su corto 'Éramos pocos', Cobeaga regresa el 5 de enero con una comedia romántica que respira el mismo aliento irónico y melancólico de la exitosa 'Pagafantas'. El creador del primer programa que osó reírse de la idiosincrasia vasca, 'Vaya semanita', amenaza en su siguiente película con la historia de un comando etarra en un piso franco... que acaba presidiendo la comunidad de vecinos. «Será una venganza contra una realidad que conozco».

- ¿Cuántas veces ha cantado 'No controles' en un karaoke?

- Muchas. La última, en pleno rodaje con todos los actores, en un karaoke de Castelldefels. Es una canción incrustada en la memoria colectiva.

- Tiene 33 años. Los treintañeros de repente experimentan una nostalgia brutal por los años 80.

- A mí toda esa cosa de Espinete, Naranjito y 'La bola de cristal' me da bastante pereza. En la película existe nostalgia pero está bastante criticada. Lo triste es que si con 30 años sientes nostalgia, cuando tengas sesenta qué pasará. Los 80 están muy sobrevalorados, tampoco fueron para tanto.

- Forma parte de una generación de directores que cultivan el cine de género.

- Cuando empecé en la universidad con Nacho Vigalondo, él hacía comedias y yo 'thrillers' inquietantes. Y ahora míranos... Si te funciona una comedia te conviertes en un yonqui de las risas. Si haces una película que genera una reacción física en el espectador es adictivo, porque sabes si funciona o no. Hace poco me puse a escribir un corto de terror y me salió una comedia.

- ¿Nos cuesta reírnos?

- El espectador ya no es ingenuo, y le repele el hecho de que se note demasiado que quieres hacerle reír. Pasa con el terror; 'Rec' triunfó porque contaba lo mismo pero desde un punto de vista nuevo que te metía en la historia. Lo peor que puede hacer una comedia es vanagloriarse de ser comedia. La carcajada no tiene que llegar en el minuto seis, se tiene que ir creando. En el lenguaje de la tele se dice 'un poco más de cebo antes de meter el chiste'. Los productores te piden un humor que entienda mi madre, pero el público no es tonto.

- Entonces usted nunca hará esas series blancas que tratan de complacer a toda la familia.

- Los intentos de hacer series personales en España han fracasado. Cada vez soy más obseso del control, y sé que en la tele es complicado. Si no funcionan al segundo capítulo se retiran de la parrilla.

- Unax Ugalde sorprende con un registro cómico.

- Hasta baila Locomía, se documentó en vídeos de YouTube. Espero que a partir de ahora le llamen para más comedias y no solo para personajes intensos.

- Con ese físico y ese comportamiento, el protagonista solo podía ser vasco.

- Sí, todos los vascos somos igual de guapos... Me siento muy cercano a esa idiosincrasia. El carácter retraído, cobardica, el fustigarse a uno mismo... Llamarle 'maja' a una chica, querer soltarse y resultar patético... Es una fuente de comedia muy buena: un vasco que no quiere quedar en ridículo y acaba quedando.

- Su próximo largometraje ya tiene título: 'Fe de etarras.'

- Barajamos otro alternativo: 'Etarriza como puedas'. Todavía no hemos escrito el guion, es un proyecto que llevo dándole vueltas desde 'Vaya semanita'. Espero que sea mi siguiente película.

- ¿Es un buen momento para hacerla?

- Puede haber tantos giros... La puedes rodar en unas condiciones políticas y a la semana que viene todo cambia porque se ha roto el alto el fuego. Quiero hacerla porque hay tanto hartazgo... La gravedad es tan bestial que supondrá una liberación. A mí me ayudará. Sin quitarle hierro al asunto, sino a las chorradas que rodean al asunto. 'Fe de etarras' será una venganza contra una realidad que conozco.

- ¿Qué rodea al asunto?

- En Euskadi clasificas a alguien según diga 'buenos días' o 'egun on'. O dependiendo del periódico que compre. Hay que señalar esos compartimentos, esa ridiculez. Estoy convencido de poder hacer algo que no ofenda a nadie, porque con 'Vaya semanita' no pasó nada. Señalábamos aspectos ridículos y reconocibles de la realidad, como que en Radio Euskadi no se podía decir la palabra España.

- Y no pasó nada.

- No. Tenía un cierto aire liberador. Quizá ahora vamos un paso más allá. Hay una pesadumbre instalada en la política vasca.

«Odio la solemnidad»

- ¿Mira por encima del hombro a otros directores después del éxito de 'Pagafantas'?

- Si me hubiera tomado en serio los Oscar no habría rodado una primera película titulada 'Pagafantas'. Relativizo muchísimo. Yo quiero hacer películas, trascender o epatar no es el objetivo. Eso quita mucha presión. Si tengo que hacer 'Ciudadano Kane' en mi ópera prima... Daniel Monzón no contó con el favor del público y los críticos hasta su cuarta película. No es que de repente tuviera talento con 'Celda 211'.

- Deja clara su visión irónica de la vida, abomina de la trascendencia.

- Odio la solemnidad. Todo el mundo tiene algo que aportar, ser personal no es especial. No soporto la gente que se cree especial. Me parece ridículo cuando oigo a alguien afirmar: 'La gente me dice que...'. La vida cotidiana está impregnada de esas cosas que dramatizamos en exceso. Se está mucho más tranquilo instalado en la duda.

- Usted ha sido pionero en las tácticas de márketing viral en Internet para promocionar sus películas.

- Sí. Nos inventamos la página de una terapia de grupo en 'Pagafantas y ahora uno de los personajes de 'No controles', Juancarlitros, tiene su propia web como si fuera un humorista real que se publicita, con sus vídeos y el número de contacto. La presencia en Internet no asegura el éxito, se puede hablar mucho de un filme en la Red y luego nadie va al cine a verlo. Lo que pasa es que existen 'lobbies' y debes de estar ahí. Esta misma noche presento un pase de la película en exclusiva para blogueros.

- ¿No nos estamos volviendo locos dándole tanta importancia a Internet?

- Sí. Creo que está sobredimensionado, aunque no podemos vivir sin Internet. Me acabo de mudar y llevo un mes sin ADSL en casa, tengo que bajar todos los días a un cíber, y no lo aguanto. Soy adicto a YouTube. Tuve Blackberry pero me llegaban mensajes cada cinco minutos que me interrumpían para escribir. Mi guionista me hizo tirarla y ahora soy más feliz. Tampoco quiero el 'feedback' de un blog, porque los comentarios te afectan. Uno de los síndromes del siglo XXI es 'googlearse' demasiado, buscarse a uno mismo en Google.

Imagen destrozada

- Tanta presencia en Internet para que acaben bajándose su película.

- Sí. Encuentras el típico comentario de 'yo ya la he pagado porque recibió un montón de subvenciones, así que me la bajaré'. Me parece que no se puede luchar contra eso. El cine español podría contratar a la mejor agencia de publicidad del mundo para lavar su imagen, que está destrozada, y seguiríamos igual. Hay un odio... Mira, Javier Ruiz Caldera, el director de 'Spanish Movie', tiene la nariz grande y es moreno. Pues colgaron una foto suya que decía: 'Este es el gitano que nos roba las subvenciones'. ¿Qué vas a hacer contra eso? Antes alegaban que el cine se hacía de espaldas al público. Ya no pueden decir eso.

- ¿Es una batalla perdida?

- No, es una batalla lenta. La labor de Álex de la Iglesia es increíble. Pero se ha cimentado el odio. Nos odian. Y lo que más me fastidia es que nos llamen vagos, a mí, que me levanto a las siete de la mañana y no he tenido vacaciones en dos años. En fin, antes no dejaban entrar a la gente del espectáculo en el Ritz, ¿no?

- ¿Hay que cerrar las páginas web de descargas ilegales?

- ¿Quién es el principal beneficiario de todo esto? ¿A santo de qué tienes tanta banda ancha? ¿Para consultar el correo y ver la edición digital de los periódicos? Podría hablar mucho de Telefónica, que me está jodiendo desde hace un mes. El día que el ADSL se pueda piratear las cosas cambiarán. Hay un negocio nuevo que antes no existía. Pagas 60 euros al mes sin rechistar y nadie parece darse cuenta. Dirigen la artillería al enemigo equivocado.