
OLATZ BARRIUSO o.barriuso@diario-elcorreo.com
Viernes, 17 de diciembre 2010, 12:47
Publicidad
Tras un período de 'stand by', los acontecimientos se precipitan de nuevo en torno a ETA y la izquierda abertzale ilegalizada. En plena oleada de especulaciones sobre el próximo comunicado de la banda -en el que daría respuesta a las demandas de los mediadores en Bruselas y del polo soberanista en Gernika para que declare un alto el fuego «permanente, unilateral y verificable»-, Rufi Etxeberria habló ayer largo y tendido en Radio Euskadi para inyectar confianza en el proceso abierto y hacer votos por su pronta legalización. Y confió en que la organización terrorista dará una «respuesta positiva» a sus exigencias aunque advirtió de que, si no «llega a esos contenidos», la izquierda abertzale persistirá en demandárselo porque su apuesta por el actual proceso es «definitiva e irreversible».
Etxeberria no se quedó únicamente en el convencimiento de que ETA «acompaña» los pasos que en los últimos meses ha dado la izquierda abertzale, sino que anunció que el logro de la paz es inminente y se comprometió con los vascos y con la comunidad internacional a «no fallar en el nuevo intento y la nueva oportunidad que se abre» para asentarla. En esa línea, reconoció la «responsabilidad» que la antigua Batasuna ha podido tener en el fracaso de los anteriores procesos de paz, especialmente en la ruptura de los acuerdos de Loyola, y no dudó en mostrarse «tremendamente» autocrítico con su propio papel, hasta el punto de reconocer haber aprendido «la lección». Preguntado, al final de la entrevista, si Olentzero traerá «carbón» esta Navidad, y en el mismo tono optimista que mantuvo durante la media hora de charla, vaticinó que llegará cargado de «ilusión y compromiso para la búsqueda de soluciones democráticas y la resolución integral del conflicto que atenaza a este país». «¿Eso significa la paz?», le interpeló el periodista. «Efectivamente», concluyó.
La entrevista resulta especialmente significativa por el contexto en que se produce y por el perfil del entrevistado, uno de los ex dirigentes de Batasuna más ortodoxos en su momento y hoy principal adalid de la apuesta política de la izquierda abertzale y uno de los líderes con más peso en ese mundo. Pese a todo, sus apariciones públicas se pueden contar con los dedos de las manos y sus intervenciones aún más. Desde que Batasuna presentase las conclusiones de su debate interno, sólo ha tomado la palabra una vez, el pasado 27 de noviembre en Pamplona, en un acto en el que la izquierda abertzale rechazó la violencia y la coacción y anunció que registrará unas siglas respetuosas con la ley de partidos.
Ayer rompió su silencio por segunda vez, en la primera entrevista de un miembro de la ilegalizada Batasuna en la EiTB desde que Alberto Surio tomara los mandos de la nave tras la llegada del PSE a Ajuria Enea. Todo ello alimentó las interpretaciones en los círculos políticos vascos, donde se da por sentado que Etxeberria busca comprometer definitivamente a ETA y precipitar un comunicado que se resiste a hacer público. Las últimas especulaciones hablan de este fin de semana o incluso el día de Nochebuena, aunque no más tarde del 8 de enero.
Publicidad
La izquierda radical ha volcado todos sus esfuerzos en garantizar su legalización para las elecciones municipales y forales de mayo y tiene prisa. Es consciente de que sólo un pronunciamiento de la banda en la dirección deseada podría alentar un movimiento, por mínimo que sea, en el Gobierno. El calendario que tienen en la cabeza, que contempla presentar los estatutos del nuevo partido a mediados de enero, exige que la banda acabe ya con su mutismo, para que los mediadores internacionales entren en acción y el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero se vea forzado a mover ficha.
Las palabras de Etxeberria incidieron precisamente en despejar cualquier duda sobre la desaparición de la violencia -consideró que si ETA anuncia un alto el fuego verificable será «signo inequívoco» de que ha tomado la decisión de «superar definitivamente la lucha armada»- y sobre la plena legitimidad de su «nuevo» proyecto. Un matiz que no es baladí, porque la ley de partidos castiga también a quien pretenda suceder de forma fraudulenta a una formación ilegal.
Publicidad
En ese sentido, recordó que la marca que registrarán en unas semanas, de la que evitó desvelar el nombre, supondrá «un antes y un después», guiada por dos principios: el «funcionamiento democrático» y la apuesta por las vías políticas, además de unos estatutos ajustados «a la legalidad vigente». Expresamente recalcó que eso incluye que «si se dan expresiones de violencia, las rechazará» y aseguró que trabajará por el reconocimiento de «todas» las víctimas.
No habrá escisión
Enfrentado a la realidad de que la kale borroka y la extorsión persisten, Etxeberria insistió en la doctrina ya difundida en Pamplona: aseguró «rechazar» la violencia callejera porque se sitúa «fuera» de su estrategia. Sobre la extorsión «o impuesto revolucionario», se remitió al acuerdo de Gernika, que exige la desaparición de «toda expresión de violencia, tortura o amenaza». «En ese sentido, demandaríamos que se ponga fin a esa realidad».
Publicidad
Etxeberria, que ahuyentó el fantasma de una eventual escisión, también consideró imprescindible que se constituya una mesa de partidos «sin el tutelaje de ETA» que, a su vez -siguiendo el esquema de Anoeta-, debería tratar cuestiones «técnicas» con el Gobierno, al que animó a abrir una «vía de relación» con la banda.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La NASA premia a una cántabra por su espectacular fotografía de la Luna
El Diario Montañés
Detenida la influencer Marta Hermoso por un robo millonario en un hotel de Madrid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.