La eliminatoria sigue abierta

Un mermado Naturhouse, superior en el ataque a la Metaloplastika, se vio incapacitado para dejar sentenciada la eliminatoria de la tercera ronda de la Copa EHF. 68 goles en un partido dan muestra de una débil defensa, por parte de ambos equipos. Pero el Naturhouse no está para arriesgar, en vista de lo que le queda aún en liga, antes del descanso tras la primera vuelta, y ofreció su versión más floja en defensa.

Los logroñeses sabían que el de ayer era un premio por la gran temporada pasada; un premio para disfrutar y para volver a coger la confianza que los riojanos han perdido en las últimas jornadas ligueras. Si bien es cierto que no se vio al mejor Naturhouse, sobre todo en defensa, permitiendo a los serbios lanzar cómodamente.

Los riojanos comenzaron muy bien el encuentro, con una defensa 5-1, con Parra más adelantado y artífice de los tres primeros goles locales. La Metaloplastika atacaba a trompicones, sin hacer daño a los logroñeses (5-2, primer parcial). Pero se notaba que el Naturhouse no estaba jugando al cien por cien. La defensa se convertía en un coladero para los visitantes, impidiendo a los riojanos, muy superiores en el juego, irse en el marcador. Aun así, la Metaloplastika solo fue capaz de marcar un gol en el segundo parcial (7-3).

Los riojanos no querían arriesgar, sabedores de que su pelea está en la liga, donde se juegan sus opciones contra el Alcobendas, la próxima semana. Lo aprovecharon los visitantes para comenzar a hacer daño en la portería defendida por Gurutz Aginagalde (12-9 y 15-14).

Ismael Juárez, desde los siete metros, daba una lección maestra de cómo se lanzan los penaltis (seis de seis en la primera parte), pero no fue suficiente para hacer despegar a su equipo que se fue al descanso con solo dos goles de renta (20-18), tras marcar con el tiempo cumplido Nenad Malencic un lanzamiento de falta imposible.

Gurutz Aginagalde se erigió en protagonista en el arranque de la segunda mitad. Cuatro paradas que dan muestra de su calidad como portero. Primero detuvo un duro lanzamiento a Meduric; luego lo volvió a repetir con el '11' serbio y firmó dos actuaciones soberbias en una contra de Marjanovic y en un disparo potente de Miodrag Kazic.

Presión rival

Las defensas adquirieron más protagonismo en el primer parcial tras el paso por el túnel de vestuarios (22-20). Estaba claro que este primer partido de la eliminatoria de dieciseisavos no iba a ser fácil para el Naturhouse.

La Metalopastika esbozó detalles de calidad en el segundo parcial, con un espectacular 'fly' de Marjanovic, reconocido por el público, más escaso que en los partidos de liga (24-21).

Gurutz detuvo un penalti a Kazic, pero éste, en una contra, se redimió del fallo. Hacían daño los serbios al Naturhouse en los contraataques. Kazic, de nuevo, volvió a culminar un nuevo ataque al contragolpe encabezado por Marjanovic. Eran los minutos de desconcierto de los locales, que veían impotentes cómo los serbios empataban la contienda (25-25), aunque una acción muy fea de Milos Mitrovic sobre Marc Amargant se saldó con expulsión del jugador de la Metaloplastika y un penalti transformado por, quién si no, Ismael Juárez (26-25).

Logró irse el Naturhouse, más acertado en el lanzamiento que los serbios (30-26), pero no conseguía imprimir al partido de esos detalles de calidad que le distinguen y que le hubieran permitido un triunfo más cómodo ante la Metaloplastika. Mejoró, incluso, hasta estando en inferioridad, tras la exclusión, primero de Amargant y luego de Garabaya, cuando el Naturhouse se puso cuatro arriba (33-29). La efectividad de Tioumentsev se veía contrarrestada por las acciones de Luka Mitrovic, con una efectividad notable y un contragolpe final que resultó letal, aunque no decisivo (35-33).

La eliminatoria queda abierta, aunque a tenor de lo visto en la tarde-noche de ayer, los riojanos son claros favoritos a la victoria, aunque deberán mejorar aspectos defensivos y ofrecer una continuidad en el juego que no se vio en el Palacio. Todos destacaron en los locales, no así en la Metaloplastika, que tuvo en Malencic, Kazic, Meduric y Luka Mitrovic a sus hombres más desequilibrantes.