![«El daño es ya irreparable»](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/pre2017/multimedia/vizcaya/prensa/noticias/201010/06/fotos/6599205.jpg)
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IVÁN ORIO
Miércoles, 6 de octubre 2010, 10:00
El daño a Alberto Contador por las acusaciones de dopaje en el último Tour de Francia «es ya irreparable», haya sanción o no, y le ha sumido en un estado de cansancio extremo que le mantiene «desmoralizado» mientras su futuro como deportista se dilucida en tubos de ensayo y despachos. Lo admitió ayer su hermano Fran, representante, confidente y voz autorizada del ciclista de Pinto, quien está harto de las «invenciones» surgidas en los últimos días desde que se confirmó su positivo por clembuterol en la segunda jornada de descanso de la ronda gala, el 21 de julio. La bola de nieve formada desde entonces amenaza con convertirse con el paso de las semanas en una avalancha de proporciones gigantescas que puede sepultar la carrera del madrileño, suspendido de forma cautelar por la UCI hasta que se resuelva el expediente.
La aparición de esa sustancia ilegal en el organismo del tricampeón del Tour volvió a sacudir los cimientos de un deporte unido siempre a la sospecha por los escándalos de dopaje. Contador ha proclamado repetidas veces su inocencia, defendida de nuevo ayer por su hermano ante las cámaras de La Sexta, y atribuyó su positivo a un solomillo en mal estado, pero el diario francés 'L'Equipe' sembró de nuevo las dudas al informar de que se habían encontrado también restos en su orina del plástico de las bolsas utilizadas en las transfusiones sanguíneas. El prestigioso 'The New York Times' se ha sumado a esta teoría -«una invención más», según Fran Contador- y desvela además que el test que detectó la anomalía se realizó el 20 de julio, un día antes del control que halló clembuterol. Según sostiene el periódico estadounidense, los resultados han descubierto una sustancia plastificante en cantidad ocho veces superior a la permitida.
Las 'trazas' del producto encontrado en el primer control al corredor madrileño se encuentra en los recipientes del plasma sanguíneo y su presencia en el organismo de un deportista «podría significar que ha utilizado una transfusión sanguínea para mejorar su rendimiento», según el rotativo. Los expertos descartan que el corredor recurriera en plena competición al clembuterol. Pero el rastro del plástico ha abierto una nueva línea de investigación que puede manchar la reputación de Contador.
El sistema para detectar esos restos es novedoso y todavía no está homologado. Es decir, sus resultados no sirven de momento para sancionar a nadie. Pero una cosa es la condena 'legal' y otra la deportiva y la social. Y es que, con independencia de su convalidación, como reconoció Fran, «el daño es irreparable». Europa, con Alemania y Francia a la cabeza, ya tienen al de Pinto en su punto de mira y sus medios de comunicación no han tenido remilgos a la hora de sancionarle de antemano. El jefe del laboratorio homologado de Roma, Francesco Botré, asegura, según 'The New York Times', que «si alguien presenta un nivel muy alto de plastificantes en la orina, tiene muy difícil explicar cómo pudo ocurrir si no es con el propósito de doparse».
El contexto tampoco ayuda al vencedor del Tour, ya que la lucha contra el dopaje en España ha sido puesta en entredicho en diversas ocasiones desde la propia UCI. Su presidente, Pat McQuaid, ha recordado recientemente que la mitad de los positivos a nivel mundial son de deportistas españoles. «Espero que su Gobierno haga algo. Como Francia e Italia, España aprobó una ley antidopaje severa, pero todavía no la ha aplicado. Tienen que reconocer que hay un problema y no sé si lo han hecho», añadió con una fuerte carga crítica.
Los abogados
Y es que, desde su puesta en marcha, esa normativa apenas ha tenido efecto. De hecho, en los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008, el primer positivo fue una ciclista española, Maribel Moreno. Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, anunció allí una ofensiva contra las trampas, pero, apenas dos años después, tiene encima de la mesa el 'caso Contador' y los supuestos dopajes de Óscar Sevilla, Ezequiel Mosquera y Marga Fullana. Alejandro Valverde, otro de los grandes del pelotón internacional, está además sancionado por el Tribunal de Arbitraje del Deporte por las pesquisas de la denominada 'Operación Puerto'.
McQuaid anunció durante el Mundial de Australia que el 'caso Contador' se solucionaría «en ocho o diez días». La impresión que queda según pasan las semanas es que este asunto va a durar mucho más tiempo, lo que podría complicar el futuro inmediato del corredor madrileño. En medio de este 'impasse', el ciclista ya ha contactado con abogados expertos en dopaje de nivel mundial ante la posibilidad de tener que recurrir a la vía judicial, para no perder tiempo en caso de que haya una sanción.
Óscar Pereiro salió ayer en defensa de Contador, mientras Gianni Bugno, ex ciclista y actual presidente de la Asociación Internacional de Corredores, expresó su deseo de que el expediente del madrileño se resuelva cuanto antes. «Los ciclistas tienen una vida deportiva breve. Son necesarios menores tiempos para aclarar los casos de dopaje y mayor claridad», reclamó.
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