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P. RÍOS
Jueves, 8 de abril 2010, 10:48
'Messias', 'Dios', 'FantaMessi', 'FenoMessi', 'Barrilete cósmico', 'MegaMessi'. Muchos lo intentaron, pero nadie pudo ser original. Es imposible. Ni siquiera Arsène Wenger inventó nada al apuntar que «Messi es un futbolista de 'PlayStation'». Eso también está dicho hace mucho tiempo, el que lleva el delantero argentino encadenando exhibiciones con el Barça. O el diccionario de la lengua española se ha quedado pequeño o los recursos de los entendidos no están a la altura de la imaginación de Messi. Un ejemplo: se le ha comparado tanto con Maradona que después de sus cuatro goles al Arsenal pocos cayeron en la tentación. Eso pertenece casi a la prehistoria porque a estas alturas de la película ya ha quedado claro que Leo es único, «un jugador de esos que salen cada 20 ó 30 años», como señaló Xavi.
A falta de encontrar un adjetivo adecuado y que no se haya repetido demasiado, los números de Messi ayudan a certificar que se trata de un jugador de leyenda... con sólo 22 años. A falta de ocho partidos de Liga y dos (seguros) de Liga de Campeones (tres si el Barça elimina al Inter en 'Messifinales', otro titular en el que coincidieron varios medios de comunicación), el '10' azulgrana ya suma 39 goles, uno más que los 38 que logró la pasada temporada cuando fue encumbrado como Balón de Oro y FIFA World Player. Leo reveló que el 39 se lo dedicó a Pinto porque el portero le retó a principio de campaña y le picó diciéndole que no superaría aquel impresionante registro para un delantero que no es un '9'. Pinto se merece otro monumento...
Messi también igualó a Rivaldo como máximo goleador en la historia del Barça en la Champions League con 25 goles. Y logró el póquer en la máxima competición europea, algo que sólo habían conseguido cinco jugadores: Van Basten (Milan-Goteborg, 4-0, 25 de noviembre de 1992); Simone Inzaghi (Lazio-Olympique de Marsella, 5-1, 14 de marzo de 2000); Prso (Mónaco-Deportivo, 8-3, 5 de noviembre de 2003); Van Nistelrooy (Manchester United-Sparta Praga, 4-1, 3 de noviembre de 2004); y Shevchenko (Fenerbahçe-Milan, 0-4, 23 de noviembre de 2005).
Por supuesto, también es el máximo goleador de la actual edición de la Champions con ocho dianas porque el martes superó a su gran rival mediático del sábado en el Santiago Bernabéu, Cristiano Ronaldo, que se plantó con siete antes de caer ante el Lyon. Dice Víctor Valdés que no le sorprende lo que hace porque le ve cada día en los entrenamientos y sabe que mañana hará lo mismo. «Sólo espero que no se canse nunca de mejorar», sostiene el guardameta. Y recordó entre tantas alabanzas que «también es un número uno en trabajo y solidaridad». Xavi coincidió en destacar que «es una gozada tenerlo porque no sólo decide, también juega para el equipo trabajando y presionando».
Los consejos de Guardiola
Sus compañeros le admiran como futbolista como antes pudo pasar con otros 'cracks' o como sucede con las estrellas de otros clubes, pero la diferencia es que a Messi, además, le adoran por su forma de ser. Por eso sus goles no sólo son suyos, son de todos. Es el espíritu mosquetero que ha sabido inculcar Guardiola en el vestuario: todos para Leo y Leo para todos.
Y es que el técnico ha sido la clave en su explosión definitiva. Le mimó nada más llegar dejándole marchar a los Juegos Olímpicos de Pekín a cambio de que se dejara aconsejar: llegó con el oro y con una fe ciega en Pep, que le cambió hasta la alimentación. Por ejemplo, nunca había probado el pescado. No le gustaba. Ahora lo come regularmente. Se hidrata, se cuida, hace casi dos años que no se lesiona. Sabe que no puede dejar desaprovechar la ocasión de formar parte de un equipo impresionante. Quiere más gloria y salir dos veces victorioso del Bernabéu antes de que acabe la temporada.
Guardiola quiere que Messi y sus compañeros afronten con la máxima tranquilidad posible el clásico del sábado. Por eso les ha prohibido extenderse en declaraciones sobre el Madrid. Sabe que son días en los que se aprovecha todo para sacar punta. No quiere 'extramotivar' al equipo blanco con alguna metedura de pata del tipo «otro 2-6 es posible». Piqué, siempre lanzado, fue interrogado ayer al respecto en la presentación de su libro: 'Viaje de ida y vuelta', pero no cayó en la trampa: «Lo del año pasado fue la hostia, pero es irrepetible».
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