Ignacio Sánchez Galán, el presidente de Iberdrola, con Patxi López, que le tiene entre su 'comité de sabios'. :: BLANCA CASTILLO
Iberdrola

Los socialistas vascos apoyarán la enmienda contra los blindajes de Iberdrola y Petronor

Dan por hecho que no pueden influir en Zapatero, mientras el PNV les afea haber perdido la ocasión para plantarse

JOSÉ V. MERINO

Martes, 6 de abril 2010, 10:03

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Los socialistas vascos respaldarán hoy en el Congreso la enmienda antiblindajes auspiciada por José Luis Rodríguez Zapatero, un cambio legal para eliminar las limitaciones de los derechos de voto al 10% en grandes empresas con independencia del capital que se controle, que allanará el camino a la constructora ACS en Iberdrola y a otra firma del ladrillo, Sacyr, en Repsol, el dueño de Petronor. Votarán a sabiendas de que desairan tanto al lehendakari, Patxi López, como a su partido en Euskadi, y de que dejan campo libre al PNV para lanzar dardos contra un PSE al que los jeltzales tachan un día tras otro de ser una simple «sucursal de Madrid».

Entonces, ¿por qué lo harán? En primer lugar, por disciplina de voto. «No somos ni de desencuentros ni de rupturas», apuntó ayer un alto dirigente. Pero es que, además, su único representante en la Comisión de Economía de la Cámara baja que esta tarde analiza el proyecto, el diputado por Álava José Javier Lasarte, es un firme «convencido» de la bondad de la propuesta del Gobierno, a diferencia de la posición oficial del PSE. Y no sólo porque la liberalización es un compromiso electoral del partido, sino porque, a su juicio, introduce un factor de «modernidad» y tiene «sentido económico», ya que ahora «el poder lo tienen los directivos y no los accionistas».

La postura socialista vasca en Madrid no es una sorpresa. La había telegrafiado hace dos semanas la portavoz del Ejecutivo de Patxi López, Idoia Mendia, al desechar la petición formulada por los peneuvistas para que el PSE desafiara al PSOE y no respaldara la polémica enmienda. Eso convertiría a sus representantes en «tránsfugas», adujo.

Ayer mismo, el líder alavés de la formación, Txarli Prieto, descartó que Lasarte pudiera votar en contra o ausentarse de la sala para evidenciar de alguna manera el desacuerdo del PSE. La competencia sobre la cuestión es nacional, admitió, y «no existen posibilidades de hacer algo», salvo «buscar el compromiso y la complicidad del empresariado vasco» para compensar las repercusiones de una medida que «retira ese elemento protector que existe en la distribución societaria de las empresas, sobre todo para tratar de prever que una minoría mayoritaria de acciones pueda deslocalizar empresas y generar tensiones en el mundo empresarial». Esto es, lo único que les queda es intentar que «las empresas con sede en Euskadi sigan teniendo su sede en Euskadi».

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Así lo subrayaron fuentes cercanas al jefe del Gobierno vasco, que se reunió con Zapatero en La Moncloa para defender el blindaje y trasladarle su preocupación por los efectos perniciosos de la iniciativa, al entender que dejaría a Iberdrola y a Petronor a expensas de posibles asaltos hostiles. Además, Patxi López tiene en su 'comité de sabios' a los presidentes de las dos compañías afectadas, Ignacio Sánchez Galán y Josu Jon Imaz. Pero tanto en Ajuria Enea como en el propio PSE son conscientes de que «estas cosas pasan» y de que «José Luis -por el presidente- está en otra guerra», lo que les aboca a capear como puedan el «chaparrón del PNV».

Por eso, y como dan por perdido el intento de influir en Zapatero, se afanarán en garantizar el futuro de ambas firmas -es decir, que no entren capitales especulativos- y que la sede siga en el País Vasco. ¿Y eso no lo garantiza mejor Galán que el presidente de ACS, Florentino Pérez? «Sí, pero Galán no es tampoco una hermanita de la caridad y, de hecho, la sede de la filial de renovables está en Valencia». En cualquier caso, recordaron medios socialistas, Pérez habría realizado gestiones indirectas con el Gobierno vasco para garantizar que, de lograr su propósito, no troceará Iberdrola ni se la llevará.

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Adelantándose a los acontecimientos, el PNV advirtió ayer a López a través de su portavoz en el Congreso, Josu Eroreka, de que deberá dar explicaciones por la «falta» de un «mensaje contundente» contra de la enmienda cuando es «una ocasión inmejorable para demostrar, como ha dicho en repetidas ocasiones, que no le temblará la mano si tiene que enfrentarse con Zapatero por defender los intereses vascos».

Al margen del enfrentamiento político y sobre el meollo de la cuestión, la enmienda, ayer se abría camino la posibilidad de que salga adelante con el apoyo socialista y de CiU, lo que supondría la introducción de cautelas que, a la fuerza ahorcan, no desagradan en exceso a los afectados. La principal, que entre en vigor al menos un año después de su publicación en el BOE, lo que garantizaría tranquilidad a Galán hasta junio de 2011.

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