El consumo de la píldora del día después se triplica en 5 años por su uso inadecuado
Sexualidad

El consumo de la píldora del día después se triplica en 5 años por su uso inadecuado

Sanidad insta a utilizar el condón tras constatar un auge de las infecciones de transmisión sexual y la interrupción de 80.000 embarazos al año

FERMÍN APEZTEGUIA

Jueves, 20 de julio 2006, 02:00

«Disfruta del sexo, pero hazlo con seguridad». No se trata de un eslogan publicitario. El vicepresidente del Consejo General de Farmacia, Iñaki Linaza, resume con esas palabras la que se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los profesionales sanitarios en España. La reaparición de las enfermedades de transmisión sexual, el creciente número de casos de sida provocados por las relaciones sin protección y la nada despreciable cifra de embarazos no deseados, unos 80.000 anuales, evidencian que algo falla en la sexualidad de los españoles. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, aportó ayer otro dato que apunta en esa misma dirección. Los hospitales y farmacias despacharon el año pasado medio millón de píldoras del día después, el triple que hace cinco años. En 2001 consumieron 160.000 y en 2005, casi 500.000.

Publicidad

«En las farmacias hemos comprobado que está muy extendida entre la población, especialmente entre los jóvenes, la creencia de que la pastilla del día después protege contra las enfermedades de transmisión sexual; y eso, hay que decirlo una vez más, es falso», recalca el farmacéutico vasco. La píldora post-coital, según recuerda, ni siquiera es un método anticonceptivo, sino un tratamiento de emergencia que, si se abusa de él, puede provocar importantes problemas de salud, fundamentalmente de tipo vascular.

El fármaco, en el mercado desde el año 2001, origina una fuerte descarga hormonal que desencadena la llegada prematura de la regla y, como consecuencia, evita la fecundación. Cada vez más parejas, sin embargo, emplean esta terapia como una alternativa al preservativo. Tan temeraria actitud les lleva a cometer varios errores. Además de utilizar como método anticonceptivo un fármaco que no lo es, la mujer corre un riesgo innecesario y la pareja, salvo que los dos miembros se conozcan muy bien, se expone a contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

Es probable, según dicen los especialistas, que la mayoría de los usuarios de la terapia postcoital ignoren que su eficacia en las primeras 24 horas ronda el 95%, pero que baja al 85% una vez transcurrido ese tiempo y cae en picado hasta el 58% si se toma después de 72 horas. «Después -dice Linaza- no merece la pena». El auge de la mala utilización de este tratamiento no es un hecho aislado. Forma parte de los mitos que están provocando un aumento de las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados.

El miedo perdido

Creencias tan extendidas y falsas como que el sida ya no es un problema sanitario porque dispone de una terapia eficaz y que la sífilis y la gonococia son patologías que pertenecen al pasado están llenando las consultas de ETS. El Sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria tiene las pruebas que demuestran esta afirmación. España registró en 2001 un total de 805 casos de gonorrea y 700 de sífilis. Cuatro años después, ambas cifras subieron a 1.174 y 1.255 casos, respectivamente.

Publicidad

«Las causas de esta situación están aún en debate, pero hay cuestiones que ya parecen estar claras», explica el especialista en Medicina Interna Xabier Camino, que atiende la consulta de Enfermedades Infecciosas de San Sebastián. «Hace unos años, la gente tenía mucho miedo al sida y utilizaba las medidas de prevención. Hoy, por un lado, la concepción de la enfermedad ha cambiado y, por otro, hay colectivos que comienzan a cansarse de tener que usar siempre el preservativo», detalla en especialista donostiarra.

La cifra de abortos practicados en España tampoco resulta desdeñable: 80.000 embarazos interrumpidos en un país donde nacen 400.000 niños al año, lo que supone que una de cada seis gestaciones, por diversos motivos, fueron no deseadas. Más del 40% de las mujeres que decidieron abortar en 2003 tenía menos de 25 años.

Publicidad

La preocupación existente entre las autoridades sanitarias ha llevado este verano al Ministerio de Sanidad a impulsar una campaña para la promoción de hábitos sanos de salud sexual entre los más jóvenes. La cada vez más temprana edad en la que se inician en el sexo, en torno a los 17 y 18 años, y el mayor número de relaciones que se tienen en verano explican la iniciativa.

La campaña pondrá especial énfasis en el fomento del uso del preservativo por ser el único método anticonceptivo que se ha demostrado eficaz: tanto para evitar embarazos no deseados como para la prevención de las enfermedades sexuales. Está pensada en los más jóvenes, pero seguramente beneficiará también a muchos mayores.

Publicidad

f.apezteguia@diario-elcorreo.com

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad