Es fundamental elegir bien las zapatillas que vamos a usar en invierno.
Equípate para hacer running

Correr con frío y lluvia y no morir en el intento

Desde las zapatillas hasta los guantes o el cortavientos. Diez prendas imprescindibles para iniciar una temporada invernal de carreras al aire libre

GONZALO DE LAS HERAS

Miércoles, 20 de noviembre 2013, 11:08

Lo bueno de correr es que apenas necesitas nada. Lo malo, que hay un montón de cosas que relamente no necesitas pero en seguida querrás. Y no son baratas. Pero antes de que eso suceda, veamos cuales son las imprescindibles para sobrevivir si decides iniciar una temporada invernal de carreras al aire libre. De abajo a arriba, de los pies a la cabeza.

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1. Zapatillas

En una tienda especializada cuéntale al dependiente cuánto aspiras a correr, con qué frecuencia, si estás preparando una prueba concreta, si provienes de otros deportes Del resto, si eres o no pronador, si talonas o corres de mediopié o antepié y otras curiosidades, ya se encargará él. Porque lo habitual es que en una tienda dedicada te pongan a correr en la cinta con tus nuevas zapatillas para que veas qué tal te encuentras en ellas y así analicen tu pisada y forma de correr. Es por eso que es mejor que lleves ropa cómoda el día que vayas a por tus nuevas zapatillas. Lo más probable, si estás empezando, es que te recomiende un tipo de zapatilla 'de entrenamiento'. Es decir, duradera y con buena amortiguación, aunque no tan ligera como una de competición. Todas las marcas fabrican ese tipo de zapatillas en versiones para diferentes tipos de pisadas. Una vez determinadas tus necesidades, pasarás a la siguiente fase, la de elegir entre los modelos adecuados para ti de diferentes marcas. Una cifra realista de gasto está en torno a 100 euros. El resto de equipamiento es menos sensible, y es donde es menos importante el consejo de un verdadero profesional.

¿Cuántos pares? Si no sales a correr todos los días, te bastará con un par. De lo contrario, asume que más de una sesión te tocará iniciarla con los pies mojados. Acuérdate al menos de dejarlas con periódicos dentro de ellas si te ha tocado una de esas sesiones épicas que propicia en ocasiones el clima local. También es bueno, aunque no se hayan mojado, extraer la plantilla, que suele coger algo de humedad del sudor de nuestros pies.

2. Calcetines

Piensa que es el calcetín y no la zapatilla lo que está en contacto con tu piel. Son, además, más que el propio calzado, los responsables de las rozaduras. Aprovecha para tirar o reservar para otros menesteres esos calcetines viejos y dados de sí. Los calcetines específicos son un dinero bien invertido. Los mejores no llevan costuras, tienen diferentes tejidos y elasticidades según la zona del pie y son diferentes en el pie izquierdo y el derecho para adaptarse aún mejor. Los encontrarás en la misma tienda donde compres las zapatillas, aunque también en grandes superficies deportivas. Distinguir los buenos de los malos al tacto no es difícil, aunque muchas veces la calidad suele manifestarse en su resistencia a los sucesivos lavados, y eso no es tan evidente cuando están sin estrenar.

¿Son imprescindibles las medias o las pantorrilleras?

No para todo el mundo, desde luego. Sí son beneficiosas para tratar/controlar algún tipo de lesión, y hay quien dice que se le cargan menos los gemelos cuando las usan. En cualquier caso, mejor pantorrilleras que medias altas que incluyan el calcetín. Son más fáciles de poner, duran más y además puedes elegir el calcetín según te convenga.

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3. ¿Pantalones o mallas?

Al margen de la estética, cada uno tiene sus ventajas. Por un lado, nada es tan fresco como los pantalones más cortos de correr, esos abiertos casi hasta la cadera. Si llevas pantalones cortos no temas pasar frío, al menos mientras corres. De hecho, si llueve, es preferible llevar la piel descubierta que tela húmeda y pesada. Acuérdate de untarte vaselina en la cara interna de los muslos si vas con pantalones. Las mallas, al menos en teoría, causan menos rozaduras y, según los fabricantes, la compresión hace que el retorno venoso de la circulación mejore y la fatiga tarde más en aparecer. En cualquier caso, lo que sí resulta práctico es que tengan un bolsillo lo suficientemente grande (y cómodo) para transportar al menos las llaves de casa, un billete plegado en una bolsita estanca... De todas formas, si eres friolero, unas mallas largas resultan perfectamente confortables.

4. Camisetas

Huye del algodón. Y más en invierno. Mejor tejidos técnicos, que apenas se mojan y expulsan el sudor a la capa exterior de la tela. Además, cuanto más amplia y más se mueva sobre tu cuerpo, más posibilidades de volver a casa con rozaduras en sitios estratégicos. Los lugares más habituales son pezones y parte interna de los brazos. La vaselina neutra es tu mejor aliada. Añadiendo un cortavientos si hace frío de verdad, nos aseguraremos de no pasar frío. Correr, de todas formas, es una actividad que genera calor, y mientras estemos en marcha y esforzándonos apenas tendremos problemas de temperatura. Otra cosa es el camino hasta el inicio de la carrera o el trayecto desde que acabamos de correr hasta la ducha.

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5. Cortavientos

Otra de las prendas en la que sí merece la pena gastarse dinero. El truco es no usar ese chubasquero totalemente impermeble que hará que te empapes en sudor y te quedes helado. Es preferible usar un par de camisetas a uno de esos chubasqueros. Se trata sólo de evitar el aire frío que, en combinación con el sudor, te hace perder temperatura. Si no te queda más remedio que llevar una de esas chaquetas plásticas, abre las cremalleras siempre que tengas ocasión: cuando no jarree o el viento sople de espaldas. Otra opción son los chalecos que usan los ciclistas. Apenas ocupan espacio una vez plegados (hay modelos que caben en el bolsillo de unas mallas) y suelen ser de rejilla en partes de la espalda o bajo los brazos, con lo que uno no se cuece en ellos. Con que quite el aire frío del pecho, es suficiente.

6. Guantes

Si de verdad hace mucho frío, las manos es uno de los sitios donde antes lo notarás. Habitualmente basta con que sean finos, o de lo contrario querrás quitártelos cuando lleves unos minutos corriendo. Lo habitual es que acaben en los bolsillos del cortavientos a los pocos minutos de correr. Fíjate en que tu cortavientos tenga bolsillos, entonces. En todo caso, la pernera de las mallas es otro lugar ideal guardar casos. Algunos modelos de guantes llevan una especie de pulsera de goma para quitártelos y llevarlos colgando de las muñecas. Si eres mañoso, puedes incluso coserla tú a unos guantes finos que ya tengas.

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7. Buff, braga

Son una buena opción para abrigarse antes de correr y quitárselos en marcha una vez iniciada la carrera. Se puede colocar en diferentes lugares según el frío que se tenga (orejas, cuello, cabeza) y, si empezamos a pasar calor, enrollarla directamente en la muñeca y despreocuparse.

8. Gafas de sol

Si corres a horas en las que sol está bajo, no hay gorra que te libre de los rayos solares. Las gafas que usan los ciclistas son perfectamente válidas, y habitualmente vienen con cristales intercambiables (claros para días de viento pero no sol, y oscuros para días soleados). En cualquier caso, unas gafas de sol con las que te encuentres cómodo deberían bastar.

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9. Gorra

La función de la visera, más que la de evitar el sol en los ojos, que también, es la de evitar que las gotas de lluvia impacten directamente en los ojos cuando corremos con algo de aire en contra. Imprescindible, pero no es necesaria casi ninguna sofisticación, aunque si quieres, hay incluso modelos que incluyen luz debajo de la visera para las carreras nocturnas.

10. Gadgets electrónicos

Sin entrar en sofisticaciones para iniciados, existen un montón de aplicaciones que permiten convertir tu smartphone en un gps que registre tus rutas, ritmos y entrenamientos. De esas forma puedes incluso llevar música (si te gusta correr con cascos) con un solo aparato. Acuérdate de restringir las llamadas entrantes si no vas a estar en condiciones de contestar al teléfono a ese comercial ue va a ofrecerte una mejora en tu contrato de internet en pleno sprint. Cuando vuelvas a activar las llamadas, te servirá para telefonear a casa si no has parado de correr en varias horas y tienen que ir a buscarte en carretilla.

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En estos meses en los que las nuben acechan y las temperaturas son bajas, tener alguien con quien correr multiplica las posiblidades de salir de casa. No sólo por la motivación que supone haberse comprometido con alguien, sino porque en breve te darás cuenta de que eres capaz de trotar y mantener una conversación al tiempo. Es entonces cuando disfrutarás lo suficiente como para que no te importe que llueva o que haga frío.

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