Esnaola, durante el juicio de este jueves. / EFE
Lucha antiterrorista

Esnaola dice que sin su ayuda la Guardia Civil jamás hubiera localizado los zulos

El presunto etarra ha sido juzgado este jueves por pertencer al 'comando Erreka', encargado de almacenar y distribuir explosivos entre los grupos operativos de la banda desmantelados en 2011

EFE

Jueves, 17 de enero 2013, 20:50

El presunto miembro del 'comando Erreka' de ETA Aitor Esnaola Dorronsoro ha afirmado hoy que sin su ayuda la Guardia Civil jamás hubiera localizado varios zulos en Gipuzkoa y Navarra, en los que encontró abundante material explosivo.

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Esnaola ha sido juzgado hoy por la sección primera de la Audiencia Nacional, en una sala de vistas repleta de amigos y familiares que han lanzado expresiones de ánimo al presunto etarra lo que ha motivado la advertencia de la juez de que expulsaría a todo el mundo si continuaban los gritos.

El presunto etarra, que se enfrenta a una pena de casi 20 años de prisión, se ha negado a responder a las preguntas del ministerio fiscal y se ha limitado a contestar aquellas formuladas por su defensa.

En su declaración ha asegurado que fue él quien reveló a los agentes del instituto armado la localización de diversos zulos.

Junto a él se ha sentado en el banquillo de la Audiencia Lander Etxeberria San Sebastián, acusado de colaborar con ETA actuando de correo entre el 'comando Erreka' y la cúpula de la banda, y quien supuestamente entregó una carta a Esnaola para mantener una reunión con miembros de la banda en Francia.

Sin embargo, Esnaola ha negado conocer a Etxeberria y ha manifestado que mencionó su nombre en las declaraciones posteriores a su detención por "las torturas policiales". "La Guardia Civil sabe de sobra que Lander no tiene nada que ver en esto", ha explicado Esnaola, procesado por pertenecer al comando etarra "Erreka", un proyecto estratégico de la organización terrorista para almacenar y distribuir explosivos a los grupo operativos de la banda desmantelados en 2011.

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Etxeberria ha indicado por su parte que no supo quien era Esnaola hasta que se encontraron en la cárcel madrileña de Soto del Real, donde coincidieron unos días tras su detención. "No tengo nada que ver con ETA desde que salí de la cárcel en 2004 y no sé nada de esa carta", ha precisado Etxeberria, que ha denunciado en su declaración que recibió torturas y malos tratos en interrogatorios policiales.

En la vista ha testificado el instructor del instituto armado encargado de las declaraciones de los acusados, quien ha asegurado que no se cometieron irregularidades en los interrogatorios. Además, ha precisado que el descubrimiento de los zulos se hizo a partir de pruebas materiales que disponían con anterioridad a la detención de Esnaloa y que evidenciaban la localización de los mismos.

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El juicio contra Esnaola ha quedado visto para sentencia y el fiscal ha mantenido las penas por delito de integración en organización terrorista (9 años), tenencia de armas (dos años y medio) y depósito de explosivos (8 años), mientras que para Etxeberria ha elevado a definitiva su petición de siete años y medio de prisión.

Por su parte, el letrado de la defensa ha señalado que Esnaola perteneció a ETA desde 2008 a 2011, con la única actividad de un depósito de explosivos, por lo que ha pedido al tribunal que rebaje la pena de su defendido; mientras que la abogada de Etxeberria ha solicitado la libre absolución de su representado.

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Según el relato del fiscal, Lander Etxeberria entregó a Esnaola en el verano de 2010 un sobre con una nota de ETA en la que la organización terrorista le citaba en la localidad francesa de Gan.

Así, el 18 de septiembre de ese año Esnaola salió de su caserío de Legorreta (Gipuzkoa) para dirigirse a esa localidad gala, donde se encontró con dos personas que más tarde fueron identificados como los miembros de ETA José Ignacio Reta de Frutos y Javier Goyeneche Iragorri.

Ante estos hechos, el presunto etarra fue detenido el 12 de abril de 2011 en Legorreta, donde se registró el caserío Olalde, la vivienda habitual de Esnaola, y dos días después un edificio anexo en el que se localizó un zulo.

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La Guardia Civil inspeccionó también el caserío Aldaola -ubicado en la vecina localidad de Bidegoian-, un zulo en Zegama (Gipuzkoa) y otros dos más en los municipios navarros de Lecumberri y Azpiroz.

En total se decomisaron 1.369 kilos de nitrato amónico, 43,1 de polvo de aluminio, 22,1 kilos de pentrita, 60 gramos de explosivo detonante Diazodinitrofenol (DDNP), 100 litros de combustible líquido y 98 detonadores eléctricos, la mayor cantidad de material explosivo incautado a ETA en España, según señaló la Guardia Civil en esa fecha.

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