La publicidad de los años ochenta también pedía ahorrar gasolina

Las medidas para ahorrar gasolina que tan en boca de todos están estos días no son nuevas. En 1973 hubo una primera crisis del petróleo provocada por la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no vender combustible a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra del Yom Kippur. El embargo duró hasta 1974.

A partir de entonces, volvieron los tiempos de bonanza, pero sólo durante cinco años. En 1979 resurgió el fantasma. La revolución iraní (1979) liderada por Jomeini y cuyo objetivo era derrocar derrocar al Sah de entonces e instaurar la vigente república, y la guerra Irán-Irak (1980-1988), surgida por conflictos territoriales y que acabó sin un claro vencedor, tensaron el ambiente.

El petróleo subió de precio de manera exponencial, lo que unido a la enorme inflación, ponía el valor de esta materia prima por las nubes. Al mismo tiempo, Irán congeló las exportaciones, con la gravedad de que las reservas mundiales estaban bajo mínimos. El miedo a quedarse secos se extendió con rapidez y muchos gobiernos comenzaron políticas restrictivas y a propiciar el ahorro entre los ciudadanos. Entre ellos, el español, que lanzó varias campañas de concienciación.

Algunas de ellas se emitieron por televisión, como es el caso de los spots que acompanan esta noticia -hechos por el Centro de Estudios de la Energía y Campsa-, que conminaban al personal a apagar la luz, no malgastar la energía e, incluso, a reducir el uso del coche particular. Ahora no parece que el gobierno de Zapatero tenga pensado encargar anuncios de este tipo. Pero queda claro que las medidas para conseguir un consumo inteligente no son algo nuevo.