
LETIZIA GÓMEZ
Jueves, 30 de julio 2009, 04:24
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Tras la consumación del descenso a Segunda B, los dirigentes del Eibar quisieron hacer borrón y cuenta nueva. Contrataron a Ángel Viadero como nuevo entrenador y ficharon a Gaizka Garitano como ayudante de lujo. Pero las renovaciones no acabaron ahí. La preparación técnica y física de los porteros estuvo en entredicho a lo largo del pasado ejercicio y, tras prescindir de Sergio Vera, el club se ha hecho con los servicios de Manu Campos, un preparador de guardametas de contrastada experiencia que ha asumido con mucha ilusión el reto de convertir la portería armera en un fuerte inexpugnable.
Con varios días de retraso respecto al resto de la expedición, Campos ha llegado a Béjar dispuesto a dar continuidad al exigente trabajo que ha desarrollado desde que llegó a Ipurua. Está acostumbrado a «dar caña», como argumentan Zigor Goikuria, Xabi Iruretagoiena y Mikel Arribas, los tres cancerberos azulgranas, pero todos ellos están respondiendo con nota en estos primeros días de trabajo. «Estoy acostumbrado a trabajar muy duro y la respuesta que me he encontrado ha sido muy positiva. Los tres porteros están muy bien en todos los aspectos y lo mejor es que se muestran muy predispuestos al trabajo».
«Gran profesionalidad»
Después de haber ocupado este mismo puesto en las categorías inferiores de la Real, y de haber estado cinco años en el Amurrio, otros dos más en el Barakaldo y el año pasado en el Sestao, se ha sorprendido con la «gran profesionalidad» que se respira en el Eibar. «Me cautivó el proyecto que me presentaron, por las posibilidades deportivas que tiene».
A pocos técnicos les gusta individualizar, pero en su caso no pone peros a la hora de destacar las virtudes de cada uno de los porteros. De Zigor alaba su «gran profesionalidad. Acepta muy bien el trabajo. Es un portero contrastado».
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La «gran potencia física y su importante proyección» son las principales cualidades de Xabi, que ya es a todos los efectos jugador de la primera plantilla armera.
Mikel Arribas militará en el filial, pero será seguido con mucha atención por Manu Campos, puesto que entre sus responsabilidades figura también la de implantar una metodología de trabajo en todos los equipos que componen el fútbol base del Eibar. «Mikel apunta buenas maneras y también tiene una gran capacidad de trabajo».
Este alavés de 43 años, que fue portero de varios equipos de Tercera, se siente afortunado de poder trabajar al lado de Ángel Viadero.
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