

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
EL CORREO
Domingo, 17 de mayo 2009, 05:30
Adolfo Careaga Fontecha, histórico de la política vasca, falleció ayer en la localidad navarra de Bera de Bidasoa a los 88 años. Nacido el 8 de enero de 1921 en Bilbao, estaba casado y residió durante gran parte de su vida en la localidad vizcaína de Getxo. Licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, fue candidato al Senado en las Elecciones Constituyentes del 15 de junio de 1977 por el Grupo de la Democracia Cristiana de Vizcaya, aunque no obtuvo escaño.
«Amigo de sus amigos», las personas que le conocían aseguran que era un hombre de «convicciones fuertes, inamovibles». En definitiva, «fiel a sus ideas» y un devoto de la política. En marzo de 1979 fue candidato por Unión de Centro Democrático de Vizcaya al Congreso de los Diputados, pero aquella cita con las urnas tampoco arrojó el resultado esperado. Adolfo Careaga no se dio por vencido: la política era lo que «le gustaba». En las primeras elecciones municipales tras la dictadura franquista, celebradas el 3 de abril, se presentó como candidato a alcalde por UCD. Tiempos convulsos. Su padre había sido asesinado por el bando republicano durante la Guerra Civil, mientras que un tío y una tía -'doña Pilar'- presidieron la Corporación bilbaína. Con esos antecedentes familiares, no es de extrañar que este «liberal de los pies a la cabeza» lo intentara.
En los comicios, Careaga resultó elegido concejal y accedió a una de las tenencias de Alcaldía. Entre sus «prioridades» estaba la construcción del metro, los túneles de Artxanda, el puente de Rontegi y un polideportivo para el «populoso barrio de Recaldeberri». Pero, sobre todo, hacia hincapié en la necesidad de «duplicar» los Presupuestos.
No llegó a acabar el mandato. El entonces ministro de Obras Públicas, Joaquín Garrigues, «un buen amigo», le nombró presidente del Puerto de Bilbao y propició su salida anticipada del Ayuntamiento.
«Caballero en toda regla»
Adolfo Careaga fue nombrado presidente de UCD de Vizcaya en junio de 1981, cargo que desempeñó hasta su disolución. No abandonó la política. Se unió al Partido Liberal, del que llegó a ser miembro del comité ejecutivo en Vizcaya, y en las elecciones generales del 22 de junio de 1986 fue elegido diputado, en coalición con AP-PDP-UL, por este territorio histórico, cuya candidatura encabezó. En el Congreso fue vicepresidente segundo de la comisión del Defensor del Pueblo.
Tras la integración del Partido Liberal en el Partido Popular, en febrero de 1989 se incorporó al Grupo Popular en la Cámara baja. Pero, una semana después, y como consecuencia de su «expulsión» de una reunión de su partido, a petición del entonces secretario general, Álvarez Cascos, abandonó la formación para unirse al grupo mixto, en el que finalizó la legislatura. A comienzos de los noventa promovió un nuevo partido, Unidad Vizcaína, que no tuvo demasiado recorrido.
Muy cerca ya de los noventa años, este «caballero en toda regla» se dedicaba a escribir. Fue colaborador de EL CORREO, donde ha publicado numerosos artículos sobre historia vasca y cuestiones políticas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La Unidad de Trasplantes de Valdecilla, premio Cántabro del Año
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.