La casa lila se abre

Pinondo Etxea no es lila, pero las asociaciones que integran el Consejo de Igualdad han solicitado que se pinten de este color las puertas y contraventanas de su planta baja. Con este pequeño detalle quieren distinguir el espacio que desde hoy se reafirma como símbolo de la lucha para la igualdad de derechos y oportunidades de hombres y mujeres en Durango. Andragunea, que es su denominación oficial, se convierte así en la tercera Casa de la Mujer de Vizcaya tras las de Ermua y Balmaseda.

«No hay duda de que es un punto de inflexión en nuestro recorrido», destaca la técnica de Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Durango. Y lo cree así desde el punto de vista del «reconocimiento» que ese espacio representa para el «trabajo de muchos años de las duranguesas» y de la «visibilidad» que va a ofrecer a la lucha por la igualdad, puntualiza Kety Arrabal.

La teniente de alcalde, Mari Jose Balier, también se sumó a los agradecimientos a «todas las personas que han hecho posible Andragunea» -en referencia clara a las asociaciones que conforman el Consejo de Igualdad y al personal municipal- y, en particular, al anterior alcalde, Juan José Ziarrusta, «uno de los grandes impulsores del proyecto».

Exposiciones

La inauguración ha debido posponerse unos meses hasta la contratación de una dinamizadora, que empezará a trabajar de cara al público a partir del día 16. A partir de ese momento, desde las tres salas acondicionadas en el espacio que ocupaba la radio municipal se ofrecerá información y asesoramiento sobre los recursos que hay en la comunidad autónoma para mujeres, y también cursos de formación. «De hecho -especifica Arrabal- la idea es crear una Red de escuelas de empoderamiento en la comarca».

Otros servicios que se prestarán serán el de un pequeño punto de documentación, espacio expositivo para mujeres artistas y sede del Consejo de Igualdad y otras asociaciones que se mueven en el ámbito de la igualdad. Con motivo de la inauguración, media docena de cuadros de las artistas Hiart Zamakona y Goizane Aizpiri decoran las paredes de una de sus salas.

Aunque con la misma filosofía, el 'continente' de Andragunea es modesto en comparación con las otras casas que hay en Vizcaya. La de Ermua, que se abrió hace seis años, ocupa un edificio de tres plantas, mientras que la de Balmaseda cuenta desde hace cinco años con una superficie útil de 431 metros cuadrados.