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Una joven intenta contener a Luis Gabarri mientras, al fondo, los padres de 'El Dani' frenan al hermano de Isaac Duval. / AVELINO GÓMEZ
La pelea entre un procesado y un testigo eleva la tensión en el tramo final del juicio
Miranda

La pelea entre un procesado y un testigo eleva la tensión en el tramo final del juicio

El hermano de Isaac Duval y el primo de 'El Dani' se enzarzaron a las puertas de la Sala de lo Penal El juez concentra en una las dos sesiones pendientes

CRISTINA ORTIZ

Martes, 27 de enero 2009, 03:19

Casi de trámite. Así se podría considerar la cuarta de las sesiones del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial sobre la desaparición de Marisa Villaquirán, de no ser por la trifulca que protagonizaron a las puertas de la sala, antes de comenzar la toma de declaraciones, uno de los procesados, Luis Gabarri, y un testigo de la jornada, hermano de Isaac Duval.

Al parecer y según relataría después ante los magistrados y a preguntas de su abogado fue el primo de Rafael Gabarri quien le provocó. «Ha venido, me ha pegado un golpe en el pecho. Entonces le he dicho: ¿qué pasa, me quieres pegar? Y nos hemos enganchado».

La escena apenas duró unos segundos pero el enfrentamiento atemorizó a buena parte de los asistentes, congregados en un hall de entrada que no dejaba espacios en los que cobijarse y poner distancia con los protagonistas del enfrentamiento. Difícil lo tuvo incluso un agente de la Guardia Civil al intentar sortear a los presentes y abrirse camino para alcanzarles.

Finalmente lo consiguió y, apoyado por varios compañeros más, restauró el orden. Los quería lejos uno de otro y optó por mandar a cada uno a un extremo de la estancia. Aún así la distancia no era mucha y la única barrera que les separaba la formaban los ciudadanos desplazados a la Audiencia.

Un lugar en el que por falta de espacio y de medios, desde el primer momento, han estado espalda con espalda familiares de Marisa Villaquirán, miembros del Consejo Local de la Mujer, abogados, testigos y procesados. La tensión y las miradas de reojo han sido una constante desde el inicio del juicio, el pasado 19. De hecho, el mismo Luis Gabarri ya tuvo un encontronazo verbal con el hijo mayor de Marisa al coincidir ambos en la puerta de salida de la sala donde se juzgan los hechos. Pero en aquella ocasión el incidente no llegó a más.

Y es que salvo a Rafael, que permanece en otra estancia custodiado por la Policía Nacional que a diario le lleva y le trae de la cárcel, los demás pueden verse las caras. Todos saben quién es quién, pero tienen la obligación de guardar la compostura.

Algo en lo que incidió ayer expresamente el presidente de la sala, Francisco Martín Ibáñez, hasta en dos ocasiones para que todos, fundamentalmente los implicados, tuvieran constancia de que «la alteración del orden del tribunal está penado con cárcel».

Superado el episodio de crisis llegó el momento de los testigos. Hasta once fueron llamados en poco más de una hora -otros dos no comparecieron- para relatar pequeños detalles que, en principio, poca luz aportaron a la pregunta que todos se hacen: ¿Dónde está Marisa?

La primera en subir al estrado debería haber sido Julia Jiménez, madre de 'El Dani', y una de las procesadas, pero ni siquiera fue llamada. Quizá -aunque no quedó de manifiesto públicamente en la sala- porque como ya hiciera el primer día se acogiera a su derecho a no declarar.

Sí lo hizo uno de sus hijos, el propietario de la vivienda en la que tanto Rafael como sus padres estaban alojados el 4 de diciembre de 2004. Fue el encargado de confirmar que esa tarde -aunque sin precisar horas- su hermano había estado en el domicilio tanto en la habitación como conversando con él. De hecho, sí recordó haberle prestado su teléfono móvil, aunque no sabe con quién habló.

Viajes a San Juan

Uno de ellos pudo ser Isaac Duval. Así lo relató la que entonces era su novia. Ambos pasaron buena parte de la tarde juntos, después de que él fuera a buscarla para tomar un café tras haber dejado a Marisa y su marido en San Juan del Monte. Ella ya sabía que Isaac había subido, él se lo había confirmado previamente a la salida del instituto y ambos volvieron a esa zona para estar un rato a solas. Lo hacían habitualmente y «en ningún momento estuvimos buscando a Rafael», aseveró.

Hasta ahí, para ella, todo fue normal. No percibió nada extraño hasta que alrededor de las 20.00 horas su novio recibió una llamada que, según le contó, era de 'El Dani'. «Le noté asustado, le pregunté y me contó que era Rafael y que le había dicho que hiciera como que no le conocía», relató.

No era la primera vez que lo contaba. De su testimonio ya había constancia, aunque con alguna contradicción sobre el hecho de si aquel día trataron de localizar a Marisa y su marido en el monte, algo que ella achacó a los nervios y a la presión que sintió. «La policía me llegó a tomar declaración sin estar mis padres presentes». Entonces tenía 15 años.

M.D.J. sí que confirmó haber subido en varias ocasiones a San Juan a tratar de localizar a la desaparecida. Lo hizo después de que su hermano fuera detenido por llevarles a ambos a esa zona en su coche. «Por esa culpa Isaac estaba en la cárcel y si aparecía salía libre», destacó.

Pero no fue lo único que hizo. En su interés por ayudar a su hermano y tratar de esclarecer las circunstancias del hecho llegó a hablar con el propio Rafael, con la persona que la noche anterior había estado en el Pub Ven y Verás con Marisa, con Héctor Raposo, en incluso, con el hijo de la desaparecida. También declaró la abuela de 'El Dani'. Apenas relató nada, pero aprovechó su presencia para besarle y, antes de salir, gritar que «mi nieto es inocente».

Lo que aún queda por contar se oirá el 5 de febrero. Ese es el único día de vista oral que resta después de que ayer se suspendiera la cita del día 4 por no poder acudir un letrado de la defensa. El jueves de la próxima semana, por la mañana, se escucharán los testimonios forenses y peritos, entre otros, y por la tarde los abogados presentarán sus informes y el juicio quedará visto para sentencia.

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