Joseba Larralde se impone en solitario en el Memorial Pedruzo

Joseba Larralde se impuso ayer en el XII Memorial Claudio Pedruzo disputado en Llodio sobre un recorrido de 130 kilómetros. La prueba servía además para conocer a los nuevos campeones vascos. El ciclista navarro se puso la txapela en la categoría sub'23, mientras que el maillot para los élite recayó en el vizcaíno Egoitz Murgoitio, que cruzó la línea de meta en segundo lugar. De paso, el Bidelan, la escuadra en la que milita Larralde, mantiene su idilio particular con la carrera ayalesa, puesto que el año pasado también ganó un corredor suyo, el alavés Juan Pablo Uriarte, y hace años otro de sus integrantes, el hoy profesional Xabat Otxotorena, se impuso de igual forma en la avenida Zumalakarregi.

La cita, en recuerdo a quien fuera colaborador en tareas ciclistas de EL CORERO durante muchos años, reunió en la línea de salida a un pelotón de 138 unidades. Se encontraron con un cambio en el recorrido respecto a anteriores ediciones, con más subidas a Gárate -hasta cinco- y dos nuevos pasos por Malkuartu, que sin duda marcaron bastante el terreno de los favoritos. De inicio, los corredores daban tres vueltas al habitual circuito de Respaldiza, Okondo, Gárate y Llodio. En ese intervalo hubo movimientos de todo tipo y estrategias. Ya en el primer giro se fugaron dieciséis unidades que llegaron a tener casi un minuto y medio.

Cuatro miembros del Naturgas alavés como bloque mejor representado y tan sólo uno del propio Bidelan, lo que obligó a la escuadra guipuzcoana y, en especial, a su 'pistard' Asier Maeztu, a trabajar en serio para amortiguar la renta. Tanto que en la segunda subida a Gárate la ventaja se quedó en cuarenta segundos. Pocos kilómetros después, en Luyando, todo volvió a su punto de inicio.

Escapada de veinticinco

Para el espectador no había pasado nada, para los corredores mucho desgaste sobre todo. Se completaban las vueltas a un ritmo vertiginoso y todavía había que subir cinco puertos. Eso sin contar los constantes ataques que se producían en cabeza y que derivaron en una nueva avanzadilla de 18 integrantes al paso por Respaldiza, a la que se sumaron poco después otros siete ciclistas.

De la fuerza de Larralde para atacar en la cuarta subida de Gárate y conseguir que tan sólo un rival le aguantara, Egoitz Murgoitio, nació el desenlace final de la carrera. Ambos ascendieron juntos la última subida de Malkuartu con casi un minuto de ventaja sobre el resto de los fugados. Pasaron por última vez por Okondo y encararon la última ascensión.

El navarro vio que Murgoitio flaqueaba y tensó. Poco más tuvo que hacer. Pasó por la cima de Gárate con medio de minuto de margen que luego bajando aumentó. En la recta final celebró su primera victoria como amateur. Y no un triunfo cualquiera, sino el Campeonato de Euskadi.