«Debería venderse sin receta, como la aspirina»

El ginecólogo Roberto Lertxundi, como presidente de la Sociedad Vasca de Contracepción, ha sido uno de los impulsores de la gratuidad de la píldora postcoital.

-Han criticado en más de una ocasión las dificultades que encuentran las mujeres para acceder a este fármaco en Euskadi.

-Más que un asunto económico, era un problema de discriminación. ¿Por qué una mujer aquí no tiene los mismos derechos que una que viva en Pamplona o Santander?

-Según un reciente informe del Círculo de Estudios de Anticoncepción, un 14% de las mujeres reconoce haber tomar la píldora del día después.

-Era un estudio referido a las mujeres que utilizan medios anticonceptivos hormonales y que, por tanto, tienen un nivel de actividad sexual relativamente alto. No es raro que a lo largo de 30 años de vida sexual, un mujer no la tome alguna vez. El año pasado, en Euskadi se administraron más de 20.000. Donde más se consumen es en los lugares de vacaciones, Canarias o Baleares, porque es donde hay más actividad sexual.

-¿Llegamos tarde? ¿Se podrían haber evitado muchos embarazos no deseados o abortos?

-No lo sé. Según nuestros cálculos, de cien coitos sin protección, se van a producir 8 embarazos. De éstos, se evitarían 7 gracias a esta píldora, que tiene un porcentaje de éxito estimable. Pero sobre todo hay que incidir en informar sobre su uso.

En el supermercado

-¿Hay desconocimiento?

-Encuentras en las consultas a chicas que te dicen: 'Ah, este mes ya me la tomé'. No saben que cada píldora sólo vale para un coito sin protección. Y no debe emplearse como método anticonceptivo porque es mucho menos eficaz, es más caro y la descarga hormonal es mucho mayor. Muchas de las chicas que la piden aseguran que se les ha roto el preservativo, pero eso es mentira, en realidad no usan nada.

-Una de las razones que argumentaban los responsables sanitarios para retrasar su gratuidad es que podría disparar su mal uso.

-Yo creo que eso no va a ocurrir. En Cantabria llevan ya unos 6 años dando esta píldora de forma gratuita y han conseguido disminuir el número de abortos, pero no se ha disparado su consumo. Simplemente, hay una actuación más responsable.

-Hay pediatras que cada lunes encuentran en su consulta a menores que quieren la receta. ¿Es cierto que está muy arraigado entre las adolescentes?

-Yo creo que no. Y hay una gran discusión sobre si recetarla o no a menores de edad. No creo que los pediatras atiendan casos de estos.

-Lo que está claro es que hay una desinformación absoluta.

-Sí, hay muchas confusiones, algunas interesadas. Por ejemplo, identificar esta píldora con la abortiva que no tiene nada que ver. Creo que el Gobierno vasco saca un kit con un preservativo y un folleto explicativo. Intentan educar, nos parece bien. Pero pedimos un paso más. Es un medicamento que la OMS considera esencial, porque que sus ventajas superan enormemente a sus inconvenientes. Y, como es de urgencia, no debería ser de prescripción necesaria. Soy partidario de que se pueda comprar como la aspirina, como el paracetamol, sin receta. En EE UU, las autoridades sanitarias aprobaron su venta en supermercados para mayores de 18 años. Éste es el segundo debate.