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El actor, metido en la piel del padre de familia de la serie, Alfredo Marcos. / TVE
«La televisión es una gimnasia buenísima para un actor»
CARLOS HIPÓLITO, ACTOR

«La televisión es una gimnasia buenísima para un actor»

Es uno de los nombres de 'Desaparecida', una de las series emblema de TVE que tiene asegurada su continuidad en la pequeña pantalla

PPLL

Sábado, 19 de enero 2008, 03:38

Carlos Hipólito ha vivido en la piel de muchos personajes, pero ninguno ha desequilibrado a este gran actor que, con 30 años sobre las tablas, ha vuelto a dar en el clavo, esta vez en televisión. Nombre de varios montajes de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, Hipólito, que formó parte de las que han sido las obras más taquilleras de las últimas temporadas -'Arte' y 'El método Gronholm'- es uno de los nombres de 'Desaparecida', serie emblema de TVE que tiene asegurada su continuidad y que cuenta con seis nominaciones en los galardones de la Unión de Actores.

-Habrá segunda temporada.

-Todos estamos dispuestos a seguir porque, más allá de lo mucho que nos gustan nuestros personajes, estamos muy orgullosos de participar en una serie que hace que la televisión sea más digna. No es muy habitual que se cuiden los planos, la luz, la fotografía...

Concentración

-No es la primera vez que le ofrecen un trabajo de peso en televisión, ofertas que había rechazado hasta que llegó esta serie.

-La historia está muy bien armada y el retrato de los personajes es bárbaro. Me emocionó mucho esta familia. Habitualmente estoy muy concentrado para interpretar distintos estados de ánimo, pero con esta serie no me cuesta nada meterme en situación, me sale automático sólo con pensar por lo que está pasando este padre.

-Entendió muy bien a Alfredo Marcos, su personaje.

-Era un tipo integro, positivo, conciliador y saca fuerzas del dolor. Es una buena persona, pero no es ñoño, tiene carácter.

-Con un personaje como éste ¿es fácil perder el equilibrio?

-He intentado huir del efectismo. En un drama puedes brillar con las escenas fuertes, pero yo he ido por lo más sencillo, por la verdad y he tenido a cuatro maravillosos directores que estaban al quite para que no me pasara. Estoy muy arropado por mis compañeros. Sin Luisa Martín, Miguel Angel Solá y los actores jóvenes, mi personaje no sería como es. En 'Desaparecida' hay mucho talento. A veces me sentía perdido, me preocupaba el sufrimiento de esta familia, y había que dosificar para no cansar al espectador.

-Muchos se acordaron de los padres de la niñas de Alcasser.

-Uno puede tener muchas fuentes de inspiración, pero lo que hay que hacer es poner cuerpo y sangre a lo que has leído. Sería incapaz de acercarme a alguien que hubiera pasado por esa situación para que me contara cómo lo ha vivido, porque sería una frivolidad y una falta de respeto.

-¿Se lleva los personajes a casa?

-Nunca, por pura salud mental. Nunca me he sentido invadido por los papeles que he hecho, algunos tremendos. Sí es cierto que, como en el drama utilizas tus emociones de manera permanente, estás más sensible a todo lo que te rodea.

-Le está cogiendo gusto a la tele.

-A esta televisión sí. Ser conocido nunca ha sido una meta, pero con estas series noto que soy más popular y me asusta un poco porque hasta ahora no lo había vivido. Estoy contento porque la popularidad es un reconocimiento, tu trabajo emociona y es creíble.

-Nunca le ha faltado trabajo en el teatro.

-Tener dos triunfos seguidos es una lotería. Espero poder hacer muchos textos más, algunos serán bien recibidos y otros no. La vanidad es muy peligrosa. Hay películas y funciones que no han gustado al público y en mi recuerdo sí han sido un éxito, porque me han ayudado a crecer.

-¿Cómo ve la televisión?

-Como un medio muy enriquecedor. La velocidad con la que trabajas te hace estar mucho más alerta porque estás con varios planos a la vez, lo que hace que tengas muy claro el diseño del personaje y lo que hay que contar en cada escena. Es una gimnasia buenísima.

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