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D. GONZÁLEZ d.gonzalez@diario-elcorreo.com
Martes, 8 de enero 2008, 03:33
¿Pretende adquirir una nueva nacionalidad y desconoce los conceptos clave? Contacte con Shaun Stonerook. El actual ala-pívot del Montepaschi Siena, rival mañana del TAU Cerámica, es un hacha en estas lides. Incluso podría escribir un tratado. Este estadounidense de 30 años y 2,03 metros completó este trámite en apenas un año. Más rápido imposible.
Además, su proceso -por el morro que le echó- ha generado ríos de tinta en Italia, país donde la picardía es un arte. Sin embargo, el 'caso Stonerook' y alguno más han llevado a Federación y Lega a replantearse el sistema de cupos para la próxima campaña. ¿Pero qué es lo que hizo el angelito? Muy fácil, cuando militaba en el Cantú, su anterior equipo, sorprendió al casarse con Luisa Colombo, a la sazón secretaria de este club legendario y cuñada del vicepresidente del mismo, Alessandro Corrado.
Hasta aquí, todo más o menos normal. Las sospechas de amaño enseguida nacieron al umbral de su diferencia de edad: 45 años ella y 28 él en el momento de la boda. «Igual ha prendido la mecha del amor», decían los más románticos. Sin embargo, el secretismo con que hicieron la ceremonia -sólo trascendió que acaeció entre finales de 2004 y principios de 2005- alimentó todavía más los rumores.
Sube su caché
Nunca se les vio juntos en Cantú, donde firmó sus mejores números e incluso alcanzó una semifinal de la Liga italiana en un equipo repleto de americanos. Vivían en domicilios diferentes. Cada uno hacía su vida. Más argumentos para quienes dudaban de la veracidad de tan particular vínculo.
La mecha de la indignación prendió con más fuerza cuando los apoderados de este 'cuatro' de leonina melena iniciaron sus trámites de nacionalización. Lo hicieron en junio de 2005. La legislación transalpina habilita esa diligencia a los seis meses de la ceremonia.
Y el funcionario de turno, ajeno a las especiales características de esta unión, la dio pase. De hecho, para diciembre de ese año el jugador recibió su flamante 'd.n.i.' italiano. Es decir, unos doce meses después de su boda. Todo un récord. Para entonces ya había cambiado Cantú, donde pasó cinco temporadas, por el Montepaschi, el club más poderoso del país.
En la escuadra toscana ya conocían de su proceso por lo que fue uno de sus primeros objetivos de aquel verano. Y al recibir su llamada, Stonerook no se lo pensó ni un segundo. Dejó tirado al Cantú e hizo las maletas pese a que aún le restaba un año de contrato. Por supuesto, con su nueva condición al caer, su caché subió varios puntos.
Pero la paciencia del baloncesto italiano estalló cuando el jugador y la señorita Colombo certificaron su divorcio un 15 de mayo de 2006. No hubo revista especializada o periódico que pasara por alto su particular y breve historia de amor. Tanto es así que la Federación transalpina y la Lega le han puesto como ejemplo de lo que no debe ocurrir ahora que negocian el nuevo marco de contratación.
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