Una exposición recupera las obras de la última edición de 'Arte en la tierra'

La quinta edición de 'Arte en la tierra' llega a la capital. A principios de agosto, cinco jóvenes artistas intervinieron con sus creaciones en el paisaje de Santa Lucía de Ocón. Ahora, el centro cultural logroñés Caja Rioja-Gran Vía recupera aquellas jornadas con una exposición homónima integrada por fotografías y recreaciones de las obras.

Comisariada por el escultor y promotor de 'Arte en la tierra', será inaugurada hoy a las 19.30 horas y permanecerá abierta al público hasta el próximo 4 de octubre. La Dirección General de Cultura del Gobierno de La Rioja y la Fundación Caja Rioja, organizadores de ambas muestras, han editado un catálogo con referencias a las piezas y a sus creadoras.

Desde hace cinco años, Santa Lucía de Ocón recibe en agosto a un grupo de artistas dispuestos a intervenir en el paisaje que circunda la aldea. Este año la iniciativa contó con cinco creadoras invitadas, Raquel Fernández, Marta Fernández Calvo, Grego Matos, Lucía Loren e Iraida Cano, así como con la colaboración de una verdadera cohorte de vecinos.

La muestra de agosto

La muestra fue inaugurada el pasado 4 de agosto. Raquel Fernández trasladó a la aldea mediante cuatro recreaciones fotográficas otras tantas obras maestras de la pintura del siglo XIX. Estos lienzos actualizados han ornado durante los meses estivales la ermita, las calles y también la entrada del pueblo.

Marta Fernández Calvo presentó un 'kit portátil' de niebla inspirado en las nubes que ocultan el paisaje de los montes Dolomitas. Este jirón errante recorrió, siempre previa petición de la vecindad, diversos puntos de Santa Lucía. Una colosal equis, como la que tienen los mapas, apareció excavada en un trigal. Su autora, Grego Matos, se había propuesto indagar en la perspectiva.

Lucía Loren creó un ovillo gigante de espigas capaz de hilvanar el paisaje. La cuadrícula de labrantíos que jalona toda la superficie de la región había evocado en la artista madrileña un manto lleno de parches, una suerte de grandiosa almazuela.

Iraida Cano construyó con pacas de paja un tremendo panal en el centro de un trigal. Curiosamente, su obra convirtió el labrantío en un espacio para el disfrute, el descanso y el juego de los aldeanos. Tanto las piezas como las reacciones que suscitaron en los visitantes fueron capturadas en decenas de fotografías. Todas se podrán observar a partir de hoy en el centro cultural logroñes Caja Rioja-Gran Vía.