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F. GÓNGORA p.gongora@diario-elcorreo.com
Domingo, 9 de septiembre 2007, 04:26
Isaac Puente sigue desaparecido desde hace 71 años. Mientras se beatifica a cientos de religiosos que murieron perseguidos por su fe cristiana en la Guera Civil y se desentierran a miles de víctimas de la represión del ejército franquista, los restos del cuerpo del médico de Maeztu siguen tirados en alguna fosa común próxima a Pancorbo. O al menos esa es la hipótesis más probable sobre su paradero. Los intentos de la familia por encontrar su rastro han sido infructuosos. Se llegaron a exhumar restos de un fusilado en Pangua (Treviño) que podía ser él. Pero el ADN se encargó de frustrar esa esperanza en 2005.
Impresionado por la figura de este médico rural, que teorizó sobre la salud y el naturismo adelantandose a su tiempo, el concejal de Maeztu por una candidatura independiente inspirada en sus ideales anarquistas, Francisco Fernández de Mendiola, ha escrito la biografía más completa sobre Puente.
«Entrañable y cercano»
«Desde que tengo uso de razón he oído hablar en mi casa de este hombre que fue médico del pueblo y de la Montaña Alavesa entre 1919 y 1936. Y me fascinó. Todavía hay ancianos que le recuerdan como un gran médico, entrañable y cercano, que hacía curaciones asombrosas y que siempre estaba al lado de los más desprotegidos. Pero de su faceta divulgativa y política se conocía muy poco. Porque aquí sólo era ¿el médico!».
Sin embargo, su compromiso con el anarquismo sí era conocido por los generales sublevados contra la República. Su muerte en septiembre de 1936 está ligada a la llegada a Vitoria de Millán Astray.
Nacido en el pueblo de Las Carreras en Vizcaya, en el seno de una familia carlista, Isaac Puente vino a Vitoria en 1911. Su padre y su hermano fueron farmacéuticos que ejercieron en la famosa botica de la Cuesta de San Francisco.
Hay una frase recogida en el libro por Fernández de Mendiola que resume las dos grandes preocupaciones del intelectual. «La salud como la libertad, ha de conseguirla cada cual». En realidad fue un pionero del naturismo que se oponía al concepto de medicalización de la vida, y prefería la prevención frente al uso de fármacos. «También fue un precursor y defensor del aborto terapéutico y estableció una consulta gratuita para los trabajadores desde su casa».
Llegó a ser diputado dentro de la institución foral alavesa, pero su figura se agranda dentro del anarquismo ibérico. Se le considera uno de los autores más influyentes durante los años de la Segunda República a causa de su conocido folleto «El comunismo libertario», que inspiró la resolución final del congreso de Zaragoza de la CNT en mayo de 1936.
Encarcelado 5 veces
El libro, editado por Txalaparta, está dividido en seis capítulos. El primero recoge los aspectos biográficos de su vida, su paso por la junta del colegio oficial de médicos de Álava, su breve estancia en la Diputación y sus problemas con la legalidad republicana que lo llevaron a ser encarcelado hasta en cinco ocasiones.
El segundo capítulo analiza el entorno local su compromiso con los jóvenes de Maeztu, algunos de los cuáles murieron como él. Antonio Rivera expone en el tercero su visión sobre el papel teórico jugado por Puente en la formulación de una vía revolucionaria de los anarquistas. El cuarto capítulo es otra colaboración del facultativo José Vicente Martí, que estudia las aportaciones de Puente a la medicina y a la salud.
Los dos últimos son una selección de distintos artículos y una relación de los que el anarquista publicó en distintas diarios y revistas de la época.
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