Tres modelos posan con bikinis de la firma de moda Volett.

Del incombustible bikini al monokini: así ha evolucionado la moda de ropa de baño

moda de verano ·

La canción 'Eva María se fue, buscando el sol en la playa...' saltó al número uno durante el verano de 1973, pero su protagonista no fue la primera en ponerse un bikini

Sábado, 23 de julio 2022

«Eva María se fue buscando el sol en la playa, con su bikini de piel y su maleta de rayas». En realidad Eva María sigue ahí, aún se la recuerda, aunque hoy debe de ser ya abuela. La protagonista del mítico himno estival de ... Fórmula V saltó al número 1 durante el verano de 1973, pero no fue ella la primera en ponerse un bikini. Se adelantó la estríper francesa de origen italiano Micheline Bernardini, que pasaría a la historia el 5 de julio de 1946 como la primera mujer que desfiló con este trozo mínimo de tela. Fue durante la presentación del primer bikini, creado por el ingeniero automovilístico francés Louis Réard, reconvertido en diseñador tras heredar la tienda de lencería de su madre. Consistía en un top y braguita triangular cuyo estampado imitaba las páginas de un periódico. Ninguna modelo quiso presentarlo ante los medios en la famosa piscina Molitor de París. Solo Micheline, que por aquel entonces tenía 19 años y bailaba desnuda en el Casino de la capital francesa, se atrevió a lucirlo en un momento en el que incluso en la gran pantalla el código Hays, que regulaba qué se podía mostrar y qué no, censuraba los ombligos.

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La estríper de 19 años Micheline Bernardini posó con el primer bikini ante la ausencia de modelos que se atrevieran a llevarlo.

Réard bautizó su atómico 'dos piezas' con el nombre del atolón Bikini, en el Océano Pacífico, donde Estados Unidos detonó por primera vez una bomba nuclear pocos días antes de la presentación de la prenda. Había nacido el bikini, «la bomba anatómica». Réard se llevó la gloria pero la idea no fue suya. Un mes antes el diseñador francés Jacques Heim lanzó un modelo de dos piezas al que llamó 'átomo', por su diminuto tamaño, aunque el suyo seguía tapando el ombligo. «En los elegantes años 50 la mayoría de las mujeres prefería sofisticados bañadores que cubrían el cuerpo. No enseñar más de la cuenta era un requisito que toda mujer fina y 'decente' debía cumplir», explica el sociólogo y periodista de moda, Pedro Mansilla.

Una de las pioneras en apostar por el bikini fue la actriz Brigitte Bardot, que causó revuelo con esta prenda durante el Festival de Cannes en 1953.

Para reflotar el bikini, en 1951 el filántropo británico Eric Morley se inventó el concurso de Miss Mundo, en el que la sueca Kiki Hakansson se coronó luciendo esta prenda. Pero se logró el efecto contrario. Declarado como 'pecaminoso' por El Vaticano, el bikini fue prohibido en Italia, Bélgica o España. «Todo lo que goza de una prohibición puede provocar que te olvides del invento o, si es lo suficientemente potente, que triplique su popularidad, como ocurrió con el bikini. En los años 60, la mujer que se lo ponía proclamaba que era libre e independiente, que tenía derecho a exhibir su cuerpo», señala Mansilla. Tuvo que llegar antes Brigitte Bardot, con su posado en bikini en el Festival de Cannes en 1953, para que el cuerpo de la mujer conquistase libertad.

Sue Lyon, en la película 'Lolita' (1962) de Kubrick, fue una de las primeras estrellas de Hollywood que llevaron bikini en la gran pantalla.

La evolución de esta prenda va muy acorde con el de la tecnología de los materiales usados. «Por aquel entonces, se fabricaban con algodón, seda, nailon o lana, y no fue hasta 1959 cuando los científicos C.L. Sandquist y Joseph Shivers, de la empresa norteamericana DuPont, inventaron el elastano. Una fibra sintética que se estiraba sin deformarse, se sacaba rápidamente, resistente y, sobre todo, que permitía al bikini ajustarse al cuerpo y realzar la figura», explica Gabriel Azkoitia, profesor de moda, escenógrafo y estilista.

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Ursula Andress, con su icónica salida del agua enfundada en un bikini blanco en Agente 007 contra el Dr. No' (1962), animó a muchas mujeres a ponerse esta prenda.

Actrices como Sue Lyon en 'Lolita' (1962), Ursula Andress emergiendo de las aguas en 'Agente 007 contra el Dr. No' (1962); y Raquel Welch, inolvidable con bikini de piel de mamut en 'Hace un millón de años' (1966), también marcarían un hito en la aceptación de esta prenda. Su normalización desencadenó en el destape. Solo hay que ver el monokini de Rudi Gernreich en 1964, una especie de braga alta con tirantes que dejaba el pecho al descubierto en favor de la libertad feminista, o el bikini tanga que se puso de moda en el Brasil de los setenta.

Raquel Welch, inolvidable con su bikini de piel en 'Hace un millón de años' (1966), contribuyó de forma definitiva al boom popular del dos piezas.

Décadas más tarde, existe una gran industria que no deja de innovar en modelos y materiales. «Se llevan los bikinis en colores vibrantes, como el rosa y el lila, que ya se vio el año pasado. En cuanto a las siluetas, triunfan los bikinis multiposición con forma de triángulo, los bañadores y dos piezas de escote halter o bandeau, los detalles 'cut-out' (aberturas laterales) y las tiras finas que rodean el abdomen ('midriff flossing'). Vienen con el tiro muy alto, dejando las ingles al descubierto y estilizando la silueta; y en tejidos sostenibles», explica Patricia Van Herckenrode, fundadora de la firma de moda Volett. Decía el provocador Gernreich que el pezón femenino se exhibiría «en menos de cinco años», pero seis décadas después las nuevas tecnologías lo siguen ocultando.

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Creado por Rudi Gernreich, en 1954 se dio a conocer el monokini, una suerte de bañador que exhibía los pechos sin pudor.
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