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Solange Vázquez
Jueves, 14 de noviembre 2024, 19:06
El peliculero eslogan de Donald Trump 'Haz América grande otra vez' ('Make America Great Again') se les está atragantando a algunos de sus seguidores en un lugar inesperado... La cama, donde, permitámonos el chiste, nada se les va a volver a hacer grande hasta que ... a sus esposas o amantes se les pase el enfado postelectoral por la reciente victoria del líder republicano. Tras el triunfo de Trump se ha desatado una corriente feminista que impulsa a las mujeres a negarse a tener relaciones con sus parejas republicanas.Es una manera de protestar por el recorte a los derechos de las mujeres que supondrá, a todas luces, la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Así lo han anunciado muchas mujeres en las redes sociales, donde proclaman su intención de dejar en dique seco a los hombres... ¡durante toda la legislatura! Esto son, sí, cuatro largos años... Algunas han ido más lejos, se han afeitado la cabeza a modo de protesta y han colgado la escena en TikTok.
Esta reacción de las estadounidenses indignadas no solo ha surgido por los resultados en las urnas.Sobre todo se ha avivado por lo que esta victoria desató de forma inmediata: que la llamada 'machosfera' se envalentonase y, cargada de euforia, lanzase chulescos mensajes misóginos.Horas después de terminar el recuento de votos, el lema de la extrema derecha 'tu cuerpo, mi elección' se hizo fuerte en internet y se expandió con tintes pandémicos. Vamos, que lo peor de la caverna mostró sus dientes y en las redes hasta hubo líderes radicales advirtiendo a las mujeres 'ya no tenéis derechos'. Ante el aluvión de contenidos de este tipo, la respuesta de algunas mujeres liberales ha sido la de lanzar otro mensaje: nada de sexo con hombres que no las respetan y que están entusiasmados con que no tengan derechos.
Además, para las mujeres que han decidido ponerse en huelga de sexo –también conocida como huelga de piernas cruzadas– resulta especialmente hiriente que, según los resultados electorales, sean los hombres jóvenes quienes se han vuelto abrumadoramente conservadores.En Estados Unidos solo la cuarta parte de los varones menores de 30 años se identifican como liberales políticamente, lo que supone que un 75% está más o menos de acuerdo con las tesis defendidas por Trump, muchas de ellas restrictivas en cuanto a derechos reproductivos y temas como el aborto. ¿Y qué opinan las mujeres de esa misma franja de edad? La mayoría se han decantado por la izquierda, lo que nos deja un panorama complicado para el entendimiento, una auténtica guerra de sexos.
«Si todos esos hombres han votado para arrebatarnos nuestros derechos, no se merecen tocar a una mujer en cuatro años», «como mujer, mi cuerpo importa y esta va a ser la manera de ejercer mi la soberanía», «borrad vuestras apps de citas»... Esos son algunos de los mensajes que se han hecho virales en las redes sociales y que llaman a las americanas a castigar a los hombres conservadores con un buen boicot sexual.
¿Nos parece algo muy novedoso? No tanto. A nivel doméstico esto se ha hecho toda la vida. Pero también para conseguir logros políticos y sociales por parte de las mujeres. De hecho, esta respuesta de las norteamericanas bebe directamente del movimiento 4B, nacido en Corea delSur y que propone la renuncia a las relaciones sexuales con hombres para protestar contra la violencia de género y, más concretamente, contra la práctica de grabar a las mujeres en vestuarios, baños o mientras tienen relaciones, una costumbre que se hizo muy popular en el país asiático hace unos años. ¿Por qué se llama 4B? Porque las coreanas proponen decir no ('ba') a cuatro cosas: sexo, citas, matrimonio e hijos.Esto, llevado al extremo, ¿puede paralizar el mundo o es solo una pataleta de cara a la galería? Los líderes coreanos, cuando surgió la marea 4B en 2017, no le prestaron mucha atención, pero fue ganando impulso en los dos años siguientes y en 2021 el presidente Yoon Suk-yeo salió a la palestra para decir que los movimientos feministas estaban bloqueando las relaciones «saludables» entre hombres y mujeres (de hecho, la natalidad se desplomó).
Y eso no le gustó a Yoon Suk-yeo, que llegó al poder hace dos años con unas tesis profundamente antifeministas que calaron, sobre todo, entre los jóvenes menores de 30 años con pocos recursos económicos. Como alerta Cecile Simmons, investigadora del Instituto de Diálogo Estratégico y experta en derechos de las mujeres, la alegría con que los jóvenes sin mucho dinero se han apuntado al lado más misógino de la política no es algo exclusivo de Corea: en Polonia, la mitad de los jóvenes de entre 18 y 21 años apoyan a una ultraderecha que defiende que las mujeres no deben votar porque «son menos inteligentes que los hombres». Y en Argentina, los jóvenes desempleados han aupado a Javier Milei, quien ha jugado «con la promesa de hacer retroceder los derechos de las mujeres».
ALGUNOS EJEMPLOS DE BOICOT SEXUAL
La teoría de las coaliciones femeninas Hay antropólogos que sostienen que en las primeras sociedades creadas por el ser humano las mujeres tuvieron que recurrir a huelgas sexuales para evitar poder ser violadas por cualquiera.
Lisístrata... ¿la primera? La obra de teatro 'Lisístrata', de Aristófanes (411 a.C.), contaba la historia de las mujeres, encabezadas por Lisístrata, que negaban las relaciones sexuales a sus maridos para poner fin a la guerra del Peloponeso.
Liberia (2003) En Liberia las mujeres fueron capaces de lograr la paz después de 14 años de guerra civil. Recibieron el Premio Nobel de la Paz en 2011.
Colombia (2006-2010) Esposas y novias de los miembros de una banda de Pereira iniciaron una huelga sexual para frenar la violencia de las pandillas. La tasa de homicidios bajó un 26%
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