¿Una pastilla que haga el efecto de haber salido a correr?

Descubren en la sangre la molécula que se activa con la actividad física

Miércoles, 15 de junio 2022, 19:01

El sueño de los vaguetes está cada vez más cerca. El de las personas con dificultades para realizar ejercicio físico, también. Un equipo de investigación de Estados Unidos ha identificado en la sangre la molécula que se activa con el ejercicio y que permite reducir ... el impacto de los alimentos en el metabolismo. El descubrimiento abre las puertas al desarrollo de medicaciones que permitan prescindir de la actividad física para mantenerse en un peso saludable. Aunque llegue, que muy posiblemente algún día lo hará, médicos y nutricionistas coinciden en que algo así no es una buena idea. Salvo que haya razones de peso, claro.

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De momento, el hallazgo ha funcionado en ratones, pero parece ser de tal alcance que el trabajo, firmado por investigadores de las escuelas de Medicina de Baylor y Stanford, ha merecido su publicación este miércoles en la reconocida revista 'Nature'. La idea de lograr una píldora que ayude a mantener la forma sería, desde luego, un enorme negocio para el laboratorio que lo logre. De hecho, es algo que viene buscándose desde hace años. Desde el punto de vista de la salud abre perspectivas muy halagüeñas para muchos pacientes con serias dificultades para hacer ejercicio y una enorme necesidad de practicarlo: diabéticos, obesos, parapléjicos... personas mayores.

«Está demostrado que el ejercicio constante ayuda a perder peso, regula el apetito y mejora el perfil metabólico, especialmente en las personas con sobrepeso y obesas», explicó el profesor de Pediatría, Nutrición y Biología Molecular de Baylor, Yong Xu. El hallazgo puede ser transcendental en la lucha contra las enfermedades ligadas a los kilos de más. «Si podemos entender el mecanismo por el cual el ejercicio desencadena todos estos beneficios, estaremos más cerca de ayudar a muchísimas personas a mejorar su salud».

En parte, lo han conseguido. Los investigadores decidieron analizar el plasma sanguíneo de ratones que habían sido sometidos a una intensa carrera en cinta rodante. La molécula que más inducía tan fuerte sesión de ejercicio fue un aminoácido llamado Lac-Phe. El siguiente paso en la investigación consistió en suministrar una dosis alta de este compuesto a ratones que habían sido alimentados con una dieta alta en grasas. Los resultados que obtuvieron sorprendieron a los propios científicos. El compuesto logró reducir en un 50% el impacto de la ingesta de alimentos. Cuando se repitió el ensayo durante diez días seguidos, los ratones no solo redujeron el peso corporal, sino también la tolerancia a la glucosa.

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También las personas

La investigación fue incluso más allá. Los científicos comprobaron que existe una enzima CNDP2 que está directamente involucrada en la producción de Lac-Phe, de tal modo que los ratones que carecen de ella no consiguieron perder tanto peso. Habría que saber ahora si algo así es trasladable a los humanos;y la buena noticia es que parece que sí. Los investigadores hallaron también altas concentraciones de esta molécula tanto en los caballos de carreras, como en los humanos. «Esto sugiere que se trata de un sistema antiguo y conservado que regula la alimentación y se asocia con la actividad física de muchas especies animales», explicó el investigador Jonathan Long, coautor del trabajo.

Sin duda, se trata de una buena noticia, pero aún con todo su traslado a la práctica clínica no será algo sencillo, según valora el presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED-FEMEDE), Miguel del Valle Soto. El impacto del ejercicio en la salud, explica, se deja notar en todo el organismo, no solo a nivel molecular. Cambia el ritmo cardiaco, el metabolismo, las fibras, mejora la salud mental... «No hay pastilla que lo abarque todo», reflexiona. Los efectos secundarios de su posible consumo, además, tampoco se han medido. Podrían ser incluso devastadores.

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«Nada logrará el efecto del deporte»

La pastilla que evite el ejercicio quizás llegue y beneficie a muchísimos pacientes con dificultades para la práctica deportiva. Pero el camino pendiente de recorrer es largo, según el presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, Miguel del Valle Soto. La lista de efectos secundarios descubierta en prototipos que han llegado a probarse con animales incluye el desarrollo de cánceres (genitales, intestinales y hepáticos) y complicaciones cardiovasculares. «Nunca habrá una pastilla que sustituya al ejercicio», valora.

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