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Solange Vázquez
Martes, 17 de diciembre 2024, 19:04
Empezar una relación siempre tiene un componente de vértigo, de no saber si meter en nuestra vida a una persona va a ser un acierto o un garrafal error. ¿Quién puede saberlo a priori? Es complicado y por eso las nuevas parejas –o los 'vínculos', ... como se les llama ahora, quizá para restar gravedad al asunto– fracasan muchas veces. En estas historias fallidas nos gusta hablar de malos y buenos, y también de culpables e inocentes, pero lo cierto es que, en la mayoría de las ocasiones, la clave del naufragio (anunciado) es que una de las dos personas no estaba emocionalmente disponible cuando el romance arrancó y, para cuando tomó altura..., se vieron rotos en todas las costuras.
En lugar de centrarnos en el descalabro del final, vamos a comenzar por el principio. ¿Qué es eso de estar emocionalmente no disponible? Básicamente, que alguien no se encuentra preparado para una relación –por muy leve o liberal que esta sea– y, por tanto, «no van a ofrecerte la conexión que necesitas», resume la psicóloga Encarni Moreno. ¿Por qué? ¿Por maldad? ¿Por irresponsabilidad? A veces es todo menos dramático: normalmente, la gente no disponible emocionalmente solo está en un momento de su vida en el que no quiere implicarse, por la razón que sea. Entonces, lo correcto, desde el punto de vista de la responsabilidad emocional, sería hablar claro y avisar al otro, pero... no siempre ocurre.
Por eso, a falta de advertencias verbales claras, lo mejor es aprender a distinguir a una persona que no está emocionalmente disponible (porque atraviesa algún duelo, tiene otras relaciones pendientes, huye de cualquier compromiso...). ¿Por qué? «Porque una relación con una persona emocionalmente no disponible se caracteriza por el sufrimiento: hay más días buenos que malos (...) y puede llegar a confundirte mucho», alerta la psicóloga–autora de 'Emocionalmente no disponible' ed. Zenith–, que ha visto el mismo patrón en su consulta en multitud de ocasiones. Estos son algunos de los comportamientos de las personas no disponibles que debemos conocer (para huir de ellas):
1
«Lo que te cuenta no está en sintonía con lo que termina haciendo. Quizás dice quererte, pero juega a perderte», apunta la experta. Según explica en el libro, son esos casos en los que un día lo eres todo y al siguiente... nada. Y eso supone una cantidad ingente de vaivenes que vuelven loco a cualquiera y que se acaban perdonando tras una buena batería de excusas. Si en los primeros compases de una relación apreciamos este indicio, es probable que esa persona que ha entrado en nuestra vida no esté emocionalmente disponible en ese momento de su vida y que no debamos hacernos ilusiones.
2
Es cuando notas que hablar de lo que sientes no es bien recibido. Y te llaman cosas como 'dramas', 'intensa', 'exagerado'... Esto es una 'red flag' en toda regla. Indica que esa persona no quiere ahondar ni meterse ahí. No es buena señal, vamos. Porque suele ocurrir lo siguiente: a la larga acabarías callándote lo que sientes por vergüenza, por pereza, para evitar su mala reacción...
3
Si preguntas a la otra persona eso de 'qué somos' y evita contestar..., es que no quiere lo mismo que tú. Es cierto que resulta complicado a veces poner nombre a los distintos tipos de relación ('rollete', 'pareja', 'novia', 'ligue', 'amante', 'follamigo', 'amiga especial'...) y que estamos obsesionados con las etiquetas, pero designar las cosas ayuda a darles carta de naturaleza. No conviene presionar al otro, sobre todo al principio, para que ponga nombre a la relación rápidamente. Pero sí conviene estar atentos a este apartado y fijarse en cómo llama a personas con las que ha tenido interacciones en el pasado lejano y, sobre todo, en el cercano. Aunque, a veces, la persona emocionalmente no disponible es explícita y suelta la frase 'no tenemos nada'. ¿Qué hacer en ese momento? Romero dice que, si recurren a eso, es porque no quieren asumir responsabilidad afectiva alguna y, he aquí el quid de la cuestión, están preparando el terreno para liarse con otras personas. Porque, claro, no hay nada, ¿no?
4
«Evita hablar de temas que impliquen abrir su corazón o mostrar sus emociones», indica. También elude abordar qué cosas necesita o siente... «Le resulta muy difícil», detalla Encarni Romero, quien señala el porqué: «Ni siquiera saben identificarlo».
5
Le gusta pasar mucho tiempo a solas o dedicándoselo a sus aficiones, algo que, en sí, es bueno, pero en las personas emocionalmente no disponibles se lleva al extremo de forma obsesiva.Si estás empezando con alguien y notas que te aleja de todos sus escenarios y no habla a la gente de ti, aunque aluda a que es un signo de libertad, ojo, no quiere meterte en su vida, no quiere verla amenazada... ¡por ti! Mejor no pierdas el tiempo.
Si alguien te dice 'no quiero nada serio'..., ¡no te quedes a convencerle de lo contrario! Es el consejo de la psicóloga Encarni Romero. Su experiencia profesional le ha demostrado que no vale de nada. Si creemos que es cuestión de tiempo que la otra persona cambie de opinión, corremos el riesgo de perderlo (el tiempo). «No te quedes para intentar convencer a alguien de que mereces la pena, pues mereces mucho más», resume.
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