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El debate está abierto. ¿Qué es mejor: llevar a los bebés en el cochecito o en una mochila pegada al cuerpo? Cada opción tiene sus defensores y detractores, ventajas e inconvenientes. Y no hay una respuesta única. Lo cierto es que 'portear' a un bebé ... no es una moda que va y viene, sino una costumbre muy arraigada en muchos países y con beneficios. Eso sí, si se opta por llevarlo encima hay que hacerlo de forma segura, con materiales homologados, colocación y posturas correctas. Los médicos nos dan las claves.
«No hay semana que no entre una pareja por la puerta de la consulta y me pregunten si es bueno o no es bueno el porteo», reconoce la pediatra Lucía Galán, conocida en redes sociales como 'Lucía, mi pediatra'. «En todas las culturas y continentes las madres portean a sus hijos. Es más, en África hasta los hermanos mayores portean a sus hermanos pequeños, niñas de 6 o 7 años llevando a bebés de pocos meses», cuenta.
La doctora Galán detalla las ventajas de la opción del porteo: «Los bebés lloran menos, tienen menos cólicos del lactante y mayor bienestar físico. Además, permite un mejor control de la temperatura y de los síntomas de reflujo gastroesofágico, disminuye el estrés, les genera mayor tolerancia al dolor, expulsan mejor los gases…». ¿Y dormir así? «Al no apoyar la cabeza tanto tiempo sobre la cuna, previene la plagiocefalia postural o deformación del cráneo», resalta.
Llevar a los bebés pegados al cuerpo es bueno también para la lactancia materna. «El contacto físico, así como el contacto piel con piel, aumenta la producción de la leche», añade la pediatra. Potencia un apego más seguro, ya que los cuidadores aprenden a reconocer precozmente las señales del bebé y las atienden antes. «En bebés prematuros, el método canguro ofrece enormes beneficios, tanto físicos como emocionales».
Una de las principales dudas que asaltan a padres y madres cuando se plantean utilizar mochilas portabebés es si afectará al correcto desarrollo de la espalda del pequeño. En lo que a esto respecta, «en general, es mejor que vayan en el cochecito, tumbados y que se les incorpore un poco cuando lo necesitan», explica el traumatólogo del hospital San Juan de Dios de Santurtzi Eduardo Álvarez Irusteta, especialista en patología de espalda. «No es que vayan a tener problemas por ir en la mochila, pero es más cómodo el coche para ellos. Si se trata de un trayecto corto, las mochilas son útiles», precisa el especialista.
El porteo no es un riesgo para el desarrollo de la espalda del bebé, pero siempre que se haga de forma segura. El especialista en Traumatología aconseja que «vayan colocados por delante y muy pegados al cuerpo» y con la cara mirando hacia la persona que lo transporta. La doctora Galán completa estas recomendaciones: «El bebé debe ir bien sujeto, con la tela firme y tensa, dando apoyo a la espalda del niño, que no se mueva aunque el adulto se agache. Y nunca debe ir mirando hacia adelante».
La espalda tiene que ir flexionada, dibujando una 'C', y quedar a una altura, de forma que «podamos darle un besito fácilmente en la cabeza», apunta. Las piernas muy abiertas, en posición de 'ranita', con las rodillas ligeramente más altas que las nalgas y que nunca vayan colgando. «Además, es muy importante dejar libre siempre la cara del bebé y evitar que el cuello esté flexionado». La especialista en pediatría considera que, si se cumplen estas medidas de seguridad, el porteo «protege el desarrollo de la espalda» e incluso «mejora el tono muscular, la curvatura fisiológica de la espalda y favorece el correcto desarrollo de las caderas del bebé».
¿Y para los padres y madres, es bueno para su espalda transportar a sus bebés? En el caso de las madres, tras el parto, puede no ser lo más recomendable. «Es un momento en el que es posible que sufran dolores lumbares y llevar este peso cargaría más la esa zona», aporta el doctor Álvarez Irusteta. En personas sin patología de espalda, las mochilas portabebés no tiene por qué ser perjudiciales. «Usadas correctamente, protegen y favorecen la musculatura. Eso sí, han de ser ergonómicas y homologadas», precisa la pediatra.
Lo que sin duda mejora es la autonomía y la movilidad del adulto al tener las manos libres. Y luego están los factores psicológicos. «Disminuye el riesgo de depresión posparto y beneficia la autoestima de la madre, ya que los bebés lloran menos y duermen mejor», concluye la especialista.
Cómo Siempre la mochila por delante, bien sujeta y con la cara del niño hacia el pecho de la persona que lo porta. Ya una altura que nos permita darle un beso en la cabeza
Tipo de mochila Debe ser una tela firme y tensa y lo llevaremos de forma que el bebé no se pueda mover aunque nos agachemos.
Postura del bebé La columna tiene que dibujar una 'C', con las piernas abiertas en posición de 'ranita' y con las rodillas algo más altas que las nalgas. Dejar siempre libre la cara del bebé
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