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¿Cuál es la edad ideal para enviar a un niño de campamento?

Depende mucho de la madurez y de lo autónomo que sea el crío, pero los expertos consideran que a partir de los 8 años están preparados para pasar quince días fuera de casa

Viernes, 10 de junio 2022, 00:03

Los padres de Hugo y Martina se plantearon hace unos meses la posibilidad de que sus mellizos de 8 años fuesen por primera vez a un campamento este verano, pero al final se echaron atrás. No les terminan de ver preparados para pasar una semana ... entera fuera de casa pese a que se han apuntado varios compañeros de clase. «El niño todavía se hace pis de vez en cuando por la noche y a la niña le cuesta hacer amigos. Le dimos muchas vueltas, pero la verdad es que nos dio un poco de vértigo mandarles a las colonias en esas condiciones», se justifica el matrimonio.

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El caso de los padres de Hugo y Martina es el de muchas familias que cada año por estas fechas se hacen la misma pregunta: ¿cuál es la edad ideal para ir de colonias por primera vez? «Pues depende mucho del tipo de campamento. Si es uno urbano, en el que los niños están prácticamente las mismas horas que en el colegio y meriendan y pasan la noche en casa, pueden ir desde pequeñitos. En cambio, si duermen fuera ya depende mucho de la madurez del niño, de lo autónomo que sea e incluso de cómo lo van a vivir los padres... En términos generales, a partir de los 8 años se puede ir a un campamento de dormir sin mayor problema. Ahora bien, si las colonias son en el extranjero (reforzar un idioma, larga estancia...) es conveniente esperar un poco más para que el niño sea más independiente. Los 12 años podría ser una buena edad para apuntarse en un campamento fuera del país», explica la psicóloga Silvia Álava, autora del libro 'Queremos que crezcan felices' (Ed. Jdej)

Una opinión con la que coincide Israel Pérez Lorenzo, director de actividades de Eduma Campamentos, con 45 años de experiencia en la organización de colonias. A su juicio, «más que de edad ideal se debe hablar del mejor momento porque cada niño es diferente y lleva su propio ritmo». En este sentido, el experto confía mucho «en el instinto» de los progenitores para tomar la decisión de apuntarlos o no a un campamento.

Cuenta Silvia Álava que «muchos padres tienen miedo porque sus hijos son un poco tímidos o inseguros y creen que lo pueden pasar mal. Sin embargo, relacionarse con otros niños a través de juegos guiados por un monitor, que está pendiente de que se cumplan las normas, ayuda a estos pequeños más cohibidos a integrarse y entablar amistades».

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Dormir fuera antes de ir

Otro factor que se debe tener en cuenta es la duración de las colonias, que «dependerá mucho de la edad y del tipo de campamento. Pero se puede decir que quince días es un tiempo idóneo para que se integren, se lo pasen bien y hagan amigos sin echar de menos a los padres en exceso», coinciden ambos expertos.

Aunque no es imprescindible, haber dormido fuera de casa antes de ir al campamento suele ayudar a que la experiencia no se les haga tan cuesta arriba, «porque la noche es el momento de mayor nostalgia», confirma Israel Pérez. «Cuando los niños están muy apegados a los padres es bueno fomentar su seguridad e independencia dejándoles a dormir algún día en casa de un amigo o familiar para que se acostumbre a no estar siempre con papá o mamá», aconseja la psicóloga, directora del área infantil en el gabinete Álava Reyes. El director de actividades de Eduma Campamentos conoce de primera mano casos de «niños que nunca han ido de colonias, que no viajan solos ni en metro, que sus padres les recogen y llevan a todas partes y a los 14 años les envían un verano entero con una familia a Canadá. Pues, lógicamente, no suele salir bien».

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¿Qué tipo de campamento conviene como primera experiencia? «Además de en la edad, debemos pensar en las preferencias del niño. Qué tipo de actividades le gustan, si estará mejor en un campamento deportivo o temático de su deporte favorito (ideal para los niños más inquietos) o en otro más enfocado a actividades culturales (niños más tímidos) o quizás en uno mixto en el que se hagan actividades de todo tipo (críos perezosos)...», argumenta Silvia Álava. Los expertos insisten en que no existe el 'mejor campamento' sino el que más se aproxima a los gustos y forma de ser del niño.

¿Y si no quiere ir? En este aspecto, Israel Pérez Lorenzo se muestra tajante: «A algunos niños les cuesta lanzarse porque tienen inseguridades y dormir fuera de casa les produce miedo. En estos casos lo mejor es animarles y explicarles que, aunque en un principio les puede costar, enseguida se van a encontrar a gusto. A veces hay que darles un pequeño empujón para ayudarles a dar el primer paso, pero nunca imponerlo».

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Estos son los principales errores...

  • Israel Pérez Lorenzo, director de actividades de Eduma Campamentos, con más de 45 años de experiencia, repasa los errores más frecuentes que se suelen cometer a la hora de elegir un campamento de verano.

  • Los niños se tienen que 'curtir' Presionar o imponer a un niño que vaya de colonias no es la opción más aconsejable. Funciona mejor hacerle participar en la elección del campamento en la medida de lo posible. Consultar la web, enseñarle las actividades, ver fotos... De esta forma se puede valorar su reacción y motivación.

  • El síndrome del príncipe Carlos Así se llama en el mundo empresarial al hecho de pensar que nunca se está preparado. Todo lo contrario al anterior. Que si todavía es pronto, que si esperaremos a que se sepa relacionar mejor... Se debe pensar al revés. Los niños por defecto están preparados para relacionarse y adaptarse y el campamento les ayuda. Solo se requiere un mínimo de edad y cierta autonomía para desenvolverse bien.

  • Ir con hermanos o primos, un arma de doble filo Pensar que por ir con hermanos, primos o amigos los niños están más amparados puede ser así, pero también se puede convertir en un arma de doble filo. Una vez allí, cada uno hará sus amigos y vivirá el campamento a su manera, que es lo ideal. Conviene explicarles que ya tienen edad para ir de colonias y relacionarse con otros niños, además de con sus familiares y amigos.

  • Ojo si ha habido una situación traumática en casa Una abuela enferma, una separación... Enviar a un niño a un campamento en circunstancias complicadas no suele ser una buena idea, sobre todo si es adolescente. Están más preocupados por la situación de casa que por disfrutar. Es mejor consultarlo porque puede resultar contraproducente.

  • Los padres y el nido vacío ¿Están los padres realmente preparados para que sus hijos pasen tiempo fuera de casa? Muchas veces ni se contempla esta situación, pero hay que estar preparados para el vacío que se queda en casa cuando los niños no están, especialmente cuando se van por primera vez.

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