«Nos gusta ir con el mapa en el bolsillo y perdernos por las calles de Toledo»
Extranjeros en España ·
Christian y Patricia Nodarian 47 años juntos, de Prémesques (Francia). La pareja convence a sus amigos para compartir la cultura españolaExtranjeros en España ·
Christian y Patricia Nodarian 47 años juntos, de Prémesques (Francia). La pareja convence a sus amigos para compartir la cultura españolaor las calles de Toledo, Christian y Patricia Nodarian caminan de la mano. Les atraen más las callejuelas de piedra que casi se juntan en el aire, que las vías amplias de terraza y coches. Se detienen en los pórticos y esquivan las tiendas. «Nos ... gusta ir con el mapa en el bolsillo y perdernos por estas calles», cuenta Christian, que se dedica a conducir autobuses en Francia. «Todo el año, la empresa me dice a dónde tengo que ir, pero aquí soy yo quien decide lo que hay que hacer. Así hemos descubierto cosas maravillosas. Luego, a la hora de regresar, vemos el plano y volvemos por la ruta más recta». La pareja, que se conoce desde hace 47 años cuando él era estudiante y ella bibliotecaria, visitan esta ciudad de Castilla-La Mancha desde la población de Prémesques, en el norte francés, con una veintena de personas, la mayoría sobre los sesenta años. Pertenecen a la asociación Bois Joli Évasion, que significa algo así como 'Bosque del buen escape', en la que suelen practicar senderismo y ciclismo, y acuden juntos a conciertos y espectáculos. También viajan. En años anteriores han conocido Escocia, Croacia, Noruega, Italia y Portugal.
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Este verano, Christian ha organizado el tour por España y ha sido el responsable de que Toledo y Consuegra sean parte de la ruta. Con los quijotescos molinos de viento como seña de identidad, pasarán en La Mancha cuatro días y seguirán rumbo a Córdoba y Granada. «La gente suele ir a Barcelona o Andalucía y se olvida de los alrededores de Madrid, que nos han encantado absolutamente», explica Christian, mientras asienten sus amigos, a la sombra de un árbol de la Plaza del Conde. ¿Conocían algo de Toledo? «A Federico Martín Bahamontes», asegura Jean-Claude Vercoutre, aficionado al ciclismo y miembro de la asociación creada cerca de Lille (Calais) hace 19 años. «En Francia me dijeron: tienes que ir a ver Toledo antes de morir».
Hospedados en las afueras, a seis kilómetros del centro, donde «el servicio es mejor por el mismo precio», dice Christian, comenzaron a explorar la ciudad a las 11 de la mañana, con una visita a la gótica Catedral Primada, cuyas pinturas de Caravaggio, Tiziano, Van Dick y Goya están entre lo que más les ha gustado de la ciudad. La segunda parada fue la iglesia de Santo Tomé, donde se encuentra la pintura 'El entierro del señor de Orgaz', de El Greco, realizada en el siglo XVI. «En esta ciudad está la historia de España y la coexistencia de sus culturas», asegura Salomé Sempere, guía de Toledo que recibe al grupo encabezado por Patricia y Christian. «Dando un paseo se pueden apreciar los lugares donde ocurrieron los grandes hechos históricos. A este grupo de franceses también les llama la atención el Alcázar, donde se les narra un capítulo de la Guerra Civil, porque muchos de ellos son descendientes de españoles. Se ve su interés cuando nos detenemos allí».
Al finalizar la excursión guiada de cuatro horas de duración, Patricia y Christian eligen una terraza cercana a Santo Tomé para comer una ensalada y probar las migas y el pisto. Les gustan, dicen, pero prefieren algo más ligero. Además de francés, él habla inglés con fluidez y ambos entienden el español. «Nuestra hija vivió en España, en Lérida (Cataluña), durante cuatro años», explica Patricia. «Ya regresó pero ella siempre intenta parlotear en español con quien puede». En aquel tiempo solían venir a visitarla con regularidad, dicen. Conocen, sobre todo, Barcelona. En octubre del año pasado la pareja visitó estos mismos destinos que ahora enseñan a sus amigos. Querían asegurarse que todos los lugares elegidos, y que habían seleccionado buscándolos en internet, estaban en orden. «Nos gusta compartir lo que es España y su cultura», mantiene Christian, mientras bebe agua con gas.
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La Ruta de Los Molinos «La gente suele ir a Barcelona o Andalucía y se olvida de los alrededores de Madrid, que nos han encantado absolutamente».
Por libre «A la hora de regresar, vemos el plano y volvemos por la ruta más recta. Así hemos descubierto cosas maravillosas».
Con tranquilidad «Este viaje lo hacemos más tranquilos, más relajados. Es menos físico, más cultural»
Búsqueda en internet «Yo no soy guía... en todo caso, sólo el chófer. Pero en 14 días de viaje sólo hemos contratado a tres guías».
Atracción turística «Me parece increíble todo lo que tiene que ver con la catedral, en especial el museo de la sacristía y las tumbas. También me sorprende la mezcla de religiones».
En la sobremesa, el grupo de amigos se divide en tres. Una parte sigue sentada bajo la sombra, la otra se abre hacia las calles de la derecha en busca de otros lugares de interés turístico, y Christian y Patricia ponen rumbo a la judería. Curiosean en un convento que vende mazapán y llegan a un mirador, desde el que ubican en el mapa a qué lugar sagrado pertenece el tejado que tienen enfrente. Siguen adelante, bajan por travesías y escaleras. Él hace fotos. Tiene una buena cámara. «Me gusta la fotografía, pero llegas a tener muchas imágenes. Tantas, que a veces no sabes de qué lugar son», comenta Christian.
El sol vertical y fiero les pone a prueba. Ella va con un sombrero de paja rosa; él, con gorra. «Este viaje lo hacemos más tranquilos, más relajados. Es menos físico, más cultural». La ladera empinada que bajaron, ahora debe ser remontada. Hay obras en la calzada, junto a una iglesia. La pareja tiene un paso decidido, acostumbrada a travesías más difíciles.
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Se cruzan con dos de sus amigas, Marie y Françoise, que se mueven entre los grupos de turistas que aprovechan la tarde para tachar localidades de su lista. «Yo no soy guía», aclara Christian. «En todo caso, sólo el chófer. Pero en 14 días de viaje sólo hemos contratado a tres guías». Con su mapa en la mano, gafas de sol y sombrero, Marie comenta: «Me parece increíble todo lo que tiene que ver con la catedral, en especial el museo de la sacristía y las tumbas (la capilla de los Reyes Nuevos). También me sorprende la mezcla de religiones», dice.
Después de las horas libres que Christian y Patricia emplearon al máximo para pasear, se reúnen en las «escaleras mecánicas», que une el centro y la ribera del río Tajo, con el resto de amigos. Bajan por el remonte de Safont. Allí un autobús les lleva al otro lado, cruzando por sus puentes de piedra, para rodear la ciudad. «No creo que vuelva, pero sí recomendaré que vengan», dice Marie. El autocar se detiene en el mirador. Allí sellan la visita con la típica foto de grupo. La vista más panorámica de una ciudad de techos y cúpulas como fondo de sus sonrisas.
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