El otoño también afecta a tu mascota

No parece raro que en esta época del año nuestro compañero de cuatro patas se encuentre más 'flojo' o apático, que disminuya su apetito o que no le importe pasar más tiempo descansando en casa. «A menudo, cuando están relajados lo confundimos con que están enfermos o tristes, y cuando están excitados nos llegamos a pensar que están contentos», explica la comunicadora animal Patricia Perreau de Pinninck en su libro 'Si pudieras hablar'. de hecho, advierte de que algunos de los conflictos que se generan con nuestros animales parten de una falta de comprensión lo que les pasa: no sabemos interpretar su comunicación gestual, hecho que les puede generar mucho estrés y confusión. Dicho esto, no debemos ver este cambio estacional como algo negativo.

Isabel Calzado, veterinaria y nutricionista canina de NatuKa, orienta sobre cómo afrontar los cambios que puedan sufrir estas semanas nuestras mascotas. «Con la disminución de las horas de luz, se producen cambios hormonales y metabólicos. Por ejemplo variaciones en el ciclo circadiano: los niveles de melatonina varían y provocan en ellos una bajada de la energía e influye directamente en las digestiones», apunta la especialista.

Los expertos señalan que los cambios de temperatura pueden ocasionar una bajada de defensas en nuestros animales, por lo que en otoño es importante «reforzar su sistema inmunológico con pienso de calidad (con carnes rojas y pescado azul) y suplementos (con aceite de coco o caldo de huesos, por ejemplo) que enriquezcan estas dietas». La traqueobronquitis, rinitis y las infecciones de las vías respiratorias superiores son las enfermedades que más se ven en las consultas veterinarias en esta época del año.

«Sacar a nuestros perros durante las horas centrales del día, llevarles debidamente vacunados y usar abrigos o chubasqueros en animales que toleren este tipo de ropa y que, además, tengan el pelo corto, ayudará a evitar que enfermen», señala la representante de NatuKa, que invita a realizar de todos modos una visita al veterinario en estos meses. Al igual que nosotros nos hacemos analíticas o chequeos periódicos, ellos también necesitan sus revisiones.

Nos pasa a nosotros... y a los animales también. Los horarios de comida pueden variar de una época así. Pero ¿es importante crear una rutina? Calzado recomienda dejar pasar «como mínimo 8 horas entre una toma y otra de comida para que el estómago descanse después de hacer la digestión». Al final, debemos adaptar el horario a nuestra vida laboral e intentar que sea siempre más o menos a las mismas horas, pero si podemos conseguir que pase este tiempo entre toma y toma sería lo ideal, insiste. En perros adultos sanos, «lo ideal es hacer dos ingestas al día y en gatos adultos, tres». En caso de animales en etapa de crecimiento, el número de tomas dependerá de su edad.

Para los perros, en particular, el ejercicio físico es esencial para su desarrollo. Para prevenir momentos de apatía como los que comentamos anteriormente, es vital estimularles con buenos paseos aprovechando que la bajada de temperatura favorece el entrenamiento. «Debemos sacarlo al menos tres veces al día para no obligarle a retener la orina demasiadas horas», aconseja Manuel Lázaro, vocal del Colegio de Veterinarios de Madrid. El ejercicio que necesita cada perro estará adaptado siempre a la raza. Por ejemplo, «si es pequeño, bastará con 20 minutos, uno mediano requerirá moverse durante algo más de media hora y, si es grande, la salida debería superar la hora», advierten los expertos.

Independientemente de la climatología, hacer ciertos ejercicios en casa puede ser muy beneficiosos para ellos: juegos como las alfombras olfativas, los kongs, esconder premios por la casa o el uso de mordedores naturales rebajaran el nerviosismo e inducirán calma en nuestras mascotas.

Por otro lado nuestro animal debe tener establecidas unas rutinas de higiene. Siempre y más ahora, ya que una vez comiencen las lluvias, es fundamental intentar mantenerlo seco (ten siempre una toalla lista cuando entréis en casa tras un paseo con lluvia). Si hablamos del baño, debe hacerse como mínimo una vez al mes, y en los meses de otoño tenemos que saber que se produce la muda del pelo, por lo que es recomendable aumentar la frecuencia de cepillado, a dos o tres a la semana, especialmente en animales que tengan el pelo largo.