Imagen de archivo de la 'Patrulla Elcano'. Museo del Aire

A la espera de la muerte en las dunas

La agonía del piloto español Martínez Esteve tras sufrir un aterrizaje forzoso entre Bagdad y El Cairo

Óscar B. de Otálora

Jueves, 24 de agosto 2023, 00:08

La fuerza de quienes se han enfrentado a la supervivencia extrema tiene sus límites. El piloto español Rafael Martínez Esteve se vino abajo en abril de 1926, en el Hamad, el desierto sin fin que se extiende entre Bagdad y El Cairo. Se había visto ... obligado a realizar un aterrizaje forzoso y estaba solo en medio de la nada. Agonizante, vio cómo se le acercaba una serpiente. El militar español acercó su mano al ofidio para que le mordiese y así poner fin a su agonía. La serpiente le evitó.

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La historia del capitán Martínez Esteve es tan increíble como desconocida. Nacido en Valencia en 1894, en 1921 se licenció como piloto del Ejército español y se convirtió en uno de los héroes de la Guerra de Marruecos. Pero su sueño era participar en los grandes raids aéreos de los pioneros de la aviación. Así llegó a la 'Patrulla Elcano', con la que se planeaba unir Madrid con Manila en recuerdo del viaje de Juan Sebastián Elcano.

Pero la 'Patrulla Elcano', comandada por el capitán Martínez Esteve, no lo tuvo fácil. Los tres biplanos Breguet XIX despegaron de Madrid el 8 de abril de 1926 y enseguida se enfrentaron a todo tipo de problemas. El incidente más grave fue el del propio avión de Martínez Esteve, que se quedó sin combustible en la ruta El Cairo-Bagdad.

Media manzana

El piloto y su mecánico, el joven de Erandio Pedro Mariano, realizaron un aterrizaje de emergencia sobre las dunas. Al comprobar que los aviones que sobrevolaban la zona no les veían decidieron caminar hasta un aeródromo situado a cientos de kilómetros.

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Martínez y Calvo comenzaron a andar con apenas seis litros de agua. Su única reserva de alimento consistía en media manzana. Agotaron las provisiones en un par de días pero todo se complicó cuando, por un error, se separaron.

El capitán, con los pies llagados, comenzó a tener alucinaciones. Tras el incidente con la serpiente, se quedó dormido. Al despertar, una manada de hienas le había rodeado. Consiguió espantarlas con sus últimas fuerzas. Entonces se produjo un milagro. Desde un avión le vieron y pudieron salvarle. Su mecánico fue rescatado un día más tarde. El resto de la patrulla sí llegó a Manila.

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La Guerra Civil truncó su carrera. Rechazó el alzamiento y fue condenado a muerte por los golpistas. Se le conmutó y fue liberado en 1943. Franco le expulsó del Ejército. Murió en 1965.

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