Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
iratxe bernal
Domingo, 12 de junio 2022, 18:56
Sabe si es fácil pagar con tarjeta en Rumanía, cuántos reales brasileños nos darán por un euro o si admiten los dólares americanos en cualquier restaurante panameño? Tradicionalmente, Francia, Portugal e Italia son los destinos favoritos de los turistas españoles, pero cada vez visitamos lugares ... más lejanos. Enterarse de qué medios de pago son los más habituales o lo que nos va a costar usar la tarjeta en tiendas o cajeros allí es indispensable en la planificación de las vacaciones.
Si cuando vamos de viaje la comodidad es un plus, la opción indiscutible es la tarjeta –o el móvil–, que además tiene otra ventaja; los tipos de cambio que aplican a las operaciones que se realizan con ella son más favorables que los que tendremos cambiando moneda. Sin embargo, también hay que asegurarse de que su uso esté extendido en nuestro destino, especialmente si no vamos a grandes poblaciones. Ah, mejor tarjeta de crédito que de débito. Además de que suelen llevar asociados seguros de viaje, es fácil que nos la exijan al registrarnos en el hotel o alquilar un vehículo porque les permite realizar cargos.
La tarjeta ha de servirnos para pagar, no para sacar efectivo. Si tenemos que ir a un cajero nos cobrará tanto nuestro banco –según la OCU, hasta el 5% de la cantidad retirada más unos costes fijos– como la entidad propietaria de la terminal. Antes de partir es importante preguntar por estas tarifas e incluso contratar una tarjeta sin comisiones para emplearla fuera de la zona euro, aunque sea con otro banco.
En cuanto a su uso en establecimientos, hay que tener en cuenta que, si bien el tipo de cambio que se aplica a sus operaciones suele ser mejor, nuestro banco puede cobrarnos por realizar compras en una moneda extrajera. También cabe la posibilidad de que, en el comercio, el terminal del punto de venta nos dé la opción de pagar en euros, pero nos aplicarán su propio cambio por lo que será más barato dejar que opere con la moneda local.
Otro apunte; quizá deba modificar los límites diarios que tenga establecidos tanto para realizar compras como para retirar efectivo por si hay que hacer frente a algún imprevisto.
Aunque llevemos dos tarjetas para salir de posibles apuros, siempre hay que disponer también de efectivo. A la hora de cambiar moneda, lo mejor es acudir antes de partir a un banco o una casa de cambio supervisada por el Banco de España. Las hay incluso que solo operan por Internet y, tras pagar, nos envían la moneda extranjera a casa.
Sea cual sea la opción que escojamos, hay que estar atento a la letra pequeña. En lugares como los aeropuertos los precios de cambio son más atractivos, pero conllevan comisiones muy altas que no siempre se anuncian con claridad. «Los establecimientos de cambio no tienen limitadas las comisiones o gastos que pueden aplicarnos, por lo que pueden superar el 20%», advierten desde el Banco de España, donde también recomiendan que «antes de entregar cualquier importe por ventanilla pidamos que nos informen con claridad de cuánto vamos a percibir en el cambio».
Como con todo, lo recomendable siempre es comparar los precios de venta que nos ofrecen –lo que nos dan por cada euro– para ver quién tiene el más cercano al cambio oficial. La OCU aseguraba en un estudio realizado en 2020 que la elección de una entidad bancaria frente a otra podría encarecer la operación hasta en un 9%. Puede parecer poco, pero implica que por comprar 500 libras esterlinas paguemos 562 euros o 602. Sin embargo, la propia OCU reconocía en el mismo estudio que la capacidad de elección queda a veces bastante reducida, ya que la mayoría de las entidades exige tener una cuenta contra cuyo saldo hacer el cambio. De modo que al final, muy probablemente solo podamos acudir a un banco del que ya seamos clientes.
Si finalmente optamos por acudir a una entidad bancaria en vez de una casa de cambio, conviene hacerlo con días de antelación –algunas permiten realizar la reserva de divisas a través de su web– para asegurarnos de que la oficina puede atender nuestra petición y tiene suficiente dinero en la moneda que solicitamos. Con mayor motivo si vamos a un país poco turístico, aunque en ese caso se puede viajar con euros o dólares –la que tenga mejor tasa de venta con respecto a la moneda local– y realizar el cambio en el destino.
Si regresamos con dinero extranjero, hay bancos y casas de cambio que ofrecen una garantía de recompra (nos lo compran por la tarifa que estaba en vigor cuando hicimos el cambio), pero además de que solo aceptan billetes, suelen limitar esta opción a una cantidad determinada, por lo que hay que ajustar lo que cambiamos a lo que realmente creemos que necesitaremos.
Si perdemos o nos roban la tarjeta en el extranjero, tras pedir a nuestra entidad que la anule, podemos utilizar el servicio Hal-Cash, que permite realizar retiradas de efectivo de cualquier cajero gracias a un código que el banco nos enviará al teléfono. Si, en cambio, lo que echamos en falta es el móvil, nuestra entidad puede bloquear la tarjeta virtual vinculada a la 'app' de pago sin necesidad de dejar inoperativa la tarjeta física.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.