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Luna Pan
«No puedo más con los ruidos del vecino»

«No puedo más con los ruidos del vecino»

Estas son las soluciones más eficaces para rebajar los decibelios de más que se cuelan en nuestra vivienda

Sábado, 29 de octubre 2022, 19:38

El tráfico, las voces de la terraza del bar de enfrente, el camión de la basura, las obras del alcantarillado, un avión que aterriza, el llanto del bebé de arriba, las carreras por el pasillo de sus hermanos, un vecino que tira de la cisterna de madrugada, el motor del ascensor, el ensayo de piano, el concurso de la tele a todo volumen, las continuas discusiones del matrimonio que vive abajo... El ruido, sobre todo el que se produce a deshoras, no solo afecta al bienestar de las personas que residen en la casa sino que es uno de los principales focos de conflicto entre los propios residentes, confirma la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). De hecho, los últimos estudios revelan que dos de cada diez hogares españoles (22%) aseguran tener que «soportar ruidos molestos a diario», procedentes tanto del exterior como de las casas de sus vecinos. La buena noticia es que se trata de un problema al que se le puede poner remedio para tranquilidad de los propietarios más sensibles a los decibelios de más.

«Lo primero que debe quedar claro es que no se puede eliminar el ruido de una vivienda al 100%, de la misma manera que tampoco se puede aislar por completo del frío o el calor. Dicho esto, existen en el mercado numerosas soluciones para rebajar el nivel de ruido hasta que resulte prácticamente imperceptible o, al menos, aceptable», aclara Álvaro Pimentel, secretario general de la Asociación española de Instaladores de Aislamiento (AISLA). Estas son las principales intervenciones que se pueden llevar a cabo en una casa para aislarla acústicamente.

Ruido aéreo del exterior (tráfico, aviones, terrazas, fiestas...)

Es el más fácil de atajar y la clave son las ventanas

Este ruido es el que procede del exterior del edificio (tráfico, camión de la basura, aviones, la música de las fiestas del barrio, las conversaciones a altas horas de la madrugada del bar de enfrente...) y se propaga hacia el interior de la vivienda a través de las fachadas pero, sobre todo, de los huecos. En este caso, la solución más eficaz para evitar que el ruido de la calle se cuele en nuestra casa es instalar «unas buenas ventanas».

Desde el punto de vista de la insonorización, la ficha técnica de la ventana (su perfil) es más importante que el material del que está hecha. «Que sea de PVC, madera o hierro no la hace más o menos aislante», insiste Álvaro Pimentel. Es más relevante tener en cuenta otra serie de características como, por ejemplo, la atenuación acústica (Rw), que se mide en decibelios y se refiere a la cantidad de ruido que es capaz de 'bloquear' la ventana. «Los valores normales se sitúan entre los 30 y los 40 dB aproximadamente». La ecuación es sencilla. Cuanto mayor sea el Rw menos ruido dejará pasar. Ahora bien, «una buena ventana mal colocada nunca va a atenuar el ruido como debiera», alerta Pimentel. En este caso, «es fundamental contar con un instalador que use espumas elásticas, además de todos los elementos de sellado perimetral para garantizar el aislamiento acústico que figura en la ficha técnica».

Si a pesar de colocar unas «magníficas ventanas» seguimos con problemas de ruido, «entonces ya tendríamos que actuar sobre la parte ciega del cerramiento: las paredes. Lo que se suele hacer es poner un trasdosado por el interior de la casa con elementos absorbentes como las lanas minerales, rematado con una placa de yeso laminado (pladur) o colocar un sistema de aislamiento técnico por el exterior de la fachada que, además de aislar térmicamente, también ayuda a atenuar el ruido que entra en la vivenda.

Ruido interior de impacto (taconeo, muebles que se arrastran, golpes...)

Lo más eficaz es aislar el suelo del vecino de arriba. El falso techo solo reduce el 40%

Este ruido (interior de impacto) es el que procede del propio edificio o de la casa de los vecinos, generalmente de los que viven encima de nosotros. «Es el que más problemas de convivencia genera y uno de los más complicados de eliminar porque lo más eficaz para reducirlo al máximo (hasta el 80%) es actuar sobre el suelo del piso de arriba y los vecinos casi nunca están dispuestos a meterse en una obra en la que los mayores beneficiados son los de abajo», argumenta Pimentel.

Salvando la dificultad de tener que convencer al vecino –en algunos casos inviable a no ser que el interesado asuma parte de los costes–, la solución para acabar con los molestos ruidos de impacto es relativamente sencilla. «Hay dos opciones. La primera es levantar el suelo original, colocar una lámina antiimpacto –una especie de almohadilla de polietileno reticular de entre 2 y 3 milímetros de espesor que absorbe el ruido– y después poner el suelo nuevo por encima, ya sea tarima flotante, laminado, baldosa... La alternativa es instalar uno completamente nuevo por encima del que ya tenemos, lámina antiimpacto incluida. En este caso, es importante tener en cuenta que al aumentar la altura del suelo (hasta 5 centímetros) debemos cambiar todos los rodapiés y recortar las puertas», precisan los técnicos instaladores.

Si el vecino no está dispuesto a cambiar el suelo, que es lo más habitual, la única solución que nos queda es actuar sobre nuestra propia casa y aislar el techo. «Esta solución tiene una efectividad relativamente baja en comparación con la anterior. Estamos hablando de una reducción del ruido de impacto en torno al 40%», aclara el secretario general de AISLA. Lo suyo es colocar un falso techo de los de toda la vida y «meter en el hueco un elemento absorbente acústico como lana mineral, celulosa, poliuretano de celda abierta... En este caso, perderemos unos diez centímetros de altura. Esta es una obra en la que también se puede aprovechar para redistribuir la electricidad o colocar luminarias en el techo».

Ruido interior aéreo (el volumen de la tele, conversaciones, el piano...)

El sistema 'caja dentro de caja', la solución definitiva. ¿La contra? Pierdes superficie

A veces escuchamos el ensayo de piano del vecino de al lado, la tele del de arriba e incluso las discusiones del matrimonio de abajo como si estuviésemos en el salón de su casa. Es lo que técnicamente se denomina ruido interior aéreo y se puede amortiguar actuando en nuestro techo y suelo, pero también en las medianeras. «Lo que se suele hacer para amortiguar los decibelios que se cuelan en nuestra casa es colocar un elemento fonoabsorbente (lana mineral, celulosa...) en la pared que quieres aislar y rematarlo con una placa de yeso laminado. Esta solución, que 'come' unos diez centímetros a la habitación, atenúa el impacto acústico pero no lo elimina», advierte el especialista.

Si lo que pretendemos es convertir nuestra casa es una especie de oasis sonoro, en el que no escuchemos a los vecinos pero que tampoco nos escuchen ellos a nosotros, la solución definitiva es el sistema 'caja dentro de caja'. «Se trata de construir de nuevo todos los suelos, techos y paredes de la casa aislándolos de los suelos, techos y paredes originales con elementos que absorban el ruido. El 'problema' de esta intervención es que se reduce considerablemente la superficie total de la casa: unos 10 centímetros en paredes y techos y 5 en el suelo», explica Álvaro Pimentel. También es una buena solución cuando se necesita aislar por completo una única habitación: un cuarto de ensayo, de baile o de canto, por ejemplo.

Ruido estructural (el vecino que tira de la cadena, el motor del ascensor)

Una abrazadera elástica en las bajantes atenúa los decibelios

El cuarto foco más importante de ruidos en una vivienda son los propios del edificio: los estructurales. «Como se trata de ruidos muy técnicos, el tratamiento varía en función de su origen. Uno de los más típicos y que más molestan es el de las bajantes. El clásico vecino que tira de la cisterna de madrugada y te despierta. Muchas veces estas tuberías están ancladas al edificio con elementos rígidos que propagan todavía más los ruidos. Lo que se hace en estos casos es aprovechar una obra en la que haya que picar el pilar por el que pasa la bajante para interponer un elemento absorbente (abrazadera elástica) entre la tubería y la estructura del inmueble para mitigar así el ruido».

Soluciones 'caseras'

Alfombras, cortinas, burletes, muebles de madera...

Además de las intervenciones técnicas, también se puede recurrir a soluciones caseras para atenuar el ruido en nuestra vivienda. «Cortinas, alfombras, moquetas, burletes, muebles de madera, armarios colocados en las paredes medianeras... son elementos absorbentes que ayudan a rebajar los decibelios. Por donde pasa el aire, pasa el ruido», advierte el secretario general de AISLA.

Los presupuestos

  • Insonorizar una vivienda no es barato. Ahora bien, el nivel de confort aumenta considerablemente al eliminar uno de los mayores focos de conflictos entre los vecinos. El presupuesto final varía mucho en función de los metros totales que se quieran aislar, el tipo de insonorización y la calidad de los materiales empleados. El portal de reformas Habitissimo ha elaborado un listado con los precios medios que cuesta aislar acústicamente una casa.

  • Insonorización completa de un piso de 100 metros: 23.000 euros.

  • Insonorización completa de un piso de 70 metros: 16.100 euros.

  • Insonorizar paredes de una casa de 120 metros: 8.400 euros.

  • Insonorizar suelos de un piso de 90 metros: 5.400 euros.

  • Insonorizar techos de una vivienda de 150 metros: 15.000 euros.

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