Limpieza del hogar
Este es el objeto del baño que acumula más bacterias (y no, no es el váter)Secciones
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Este es el objeto del baño que acumula más bacterias (y no, no es el váter)Escucha la noticia
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De todos los sanitarios, objetos decorativos y mobiliario que tienes en el baño, ¿cuál dirías que es el que acumula una mayor cantidad de gérmenes? Seguro que uno de los primeros que se te vienen a la cabeza es la taza del inodoro por razones ... obvias. O incluso puede que barajes la esponja de la ducha. Pues bien, ninguno de estos dos utensilios está en lo más alto de este curioso ránking. El objeto más sucio de nuestro cuarto de baño y casi podríamos decir que de nuestro hogar es... la cortina de la ducha, que contiene hasta 60 veces más bacterias que el asiento de un retrete. Expertos en limpieza y desinfección han elaborado un listado con los objetos y lugares más sucios del baño y con qué frecuencia deberían limpiarse o directamente cambiarse por otros. Este es el resultado.
Estos dos utensilios pueden ser un foco de gérmenes muy importante al estar expuestos continuamente al agua y a los restos de la pasta de dientes. Se trata de una mezcla nada higiénica que termina formando una especie de engrudo que suele quedar pegado tanto en el mango como en el vaso en el que dejamos el cepillo y en el que habitan casi 13 millones de bacterias. «Por si fuera poco, algunos dentistas mantienen que si el inodoro y el cepillo de dientes están muy cerca el uno del otro, existe un 99% de posibilidades de que el cepillo contenga materia fecal debido a las partículas que se quedan suspendidas en el aire al tirar de la cadena. Así que para mantener estos utensilios en unas condiciones lo más higiénicas posibles es aconsejable usar una funda o colocarlos dentro de un armario cerrado», explican los especialistas de Showers to You, la empresa encargada de hacer el estudio.
Frecuencia de lavado: semanalmente con jabón y agua caliente. Los cepillos se cambiar por otros nuevos cada tres a cuatro meses.
Este mando se toca tanto antes como después de lavarse las manos, por lo que los gérmenes se transfieren con mucha asiduidad. «Las últimas investigaciones señalan que los grifos contienen hasta 6.267 bacterias por centímetro cuadrado, incluso más que el propio lavabo», revela el estudio. «Una de las formas más rápidas de propagación del norovirus es a través de superficies contaminadas, por lo que resulta crucial mantener los mandos lo más limpios posible».
Frecuencia de lavado: lava los grifos del lavabo a diario con una toallita desinfectante o con un pulverizador.
Justo en invierno es cuando más los utilizamos porque hay menos horas de luz y necesitamos usarlos más veces. «Sin embargo, se trata de una zona de mucho contacto que a menudo pasamos por alto a la hora de limpiar nuestra casa. Los interruptores de la luz pueden llegar a albergar una media de 217 recuentos de bacterias por centímetro cuadrado», precisa el estudio.
Frecuencia de lavado: se limpian una vez a la semana con un desinfectante. Se debe evitar pulverizar directamente sobre el interruptor.
También llamada alcachofa, este utensilio puede acumular cal, moho e incluso bacterias tan peligrosas como la legionela, «sobre todo si no se limpia con regularidad en condiciones de humedad y calor». Explican los especialistas que en los cabezales de ducha puede desarrollarse una capa de hongos bacterianos (biofilm) que puede llegar a causar una infección de los folículos pilosos al entrar en contacto con la piel.
Frecuencia de lavado: una vez al mes con vinagre de limpieza a un producto especializado.
Los textiles del baño también acumulan muchos gérmenes. De hecho, el estudio señala que las toallas recién lavadas contienen 190.000 recuentos de bacterias, que aumentan a 17 millones en un solo día de uso y se disparan a casi cien después de una semana.
Frecuencia de lavado: en agua caliente cada tres usos, ni uno más.
Los dermatólogos desaconsejan por completo usar esponjas precisamente por la cantidad de gérmenes que se acumulan en ellas. «Más que limpiar, ensucian», convienen. «Debido a la humedad atrapada y los restos de células muertas son el caldo de cultivo perfecto para los gérmenes».
Frecuencia de lavado: cámbialas cada mes y desinféctalas una vez a la semana, aunque lo mejor es que no las uses.
Se trata de otro gran foco de bacterias y la razón no deja de sorprender a los autores del estudio. Esta parte del baño tiene bastantes más gérmenes que el asiento del inodoro porque se calcula que siete de cada diez personas orinan sobre el plato justo antes de ducharse. «Y no solo eso sino que también atrapa toda la suciedad de los pies y algunas gotas de agua perdidas del inodoro», añaden.
Frecuencia de lavado: se debe desinfectar al menos una vez a la semana.
Esta parte del retrete acumula polvo, salpicaduras de orina y bacterias (235.000 unidades formadoras de colonia). «Así que la mejor táctica para evitar que se ensucie todavía más es cerrar siempre la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena para impedir que los gérmenes invisibles viajen por el resto del cuarto de baño.
Frecuencia de lavado: requiere de una limpieza y desinfección semanal.
Y el galardón a la zona más sucia del baño es para la cortina de ducha, un accesorio cada vez menos utilizado precisamente por lo antihigiénico que resulta frente a las mamparas de cristal. Este trozo de tela puede llegar a acumular 60 veces más bacterias que un inodoro. Los expertos aconsejan cambiar las de tela cada cada 6-12 meses y las de plástico o vinilo cada medio años «o antes si se observa moho o huelen mal».
Frecuencia de lavado: lavar cada mes y cambiarlas cada medio año.
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