¿Cómo protegerse en caso de tormenta?

Por qué un coche es un lugar seguro y otras advertencias

Lunes, 30 de agosto 2021, 00:07

Si se avecina tormenta y te pilla en el campo, corre a resguardarte en el coche. Hay base científica detrás de este consejo. «Los vehículos son un buen refugio, no solo por el aislante que tienen en las ruedas sino porque actúan como una 'jaula ... de Faraday': si un rayo cae sobre el coche la electricidad generada se distribuye por su superficie, pero no en su interior y descarga en el suelo mediante cualquier objeto en forma de punta, como el tubo de escape». El efecto viene a ser el de un paraguas y lo explica gráficamente Mar Gómez, especialista en Física de la Atmósfera y responsable del área de meteorología en eltiempo.es. Cuenta también que en la Tierra se generan «44.000 tormentas al día, más de 16 millones al año, que descargan 100 rayos por segundo». Traducido en voltios, «5.000 millones de vatios por segundo». Aprovechada esa energía podríamos hacer «100.000 tostadas con una tostadora de mil vatios». Un super desayuno... pero, vaya, mejor se lo toma sin salir del coche.

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Septiembre es el mes más tormentoso del año y cuando más probabilidades hay de asistir a ese espectáculo hipnótico y peligroso de los rayos. «En este mes se registra el 24% de las descargas eléctricas procedentes de nubes del año», confirma Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Española de Meteorología (AEMET), porcentaje que se reduce al 2% de media durante la campaña de invierno.

Las horas de mayor incidencia de las tormentas son las de la tarde (de tres a cinco) y de siete a once de la mañana el tramo de menos actividad tormentosa, mientras que en invierno «se suele observar una ligera mayor frecuencia de madrugada y en otoño por la tarde».

Según los datos recogidos de AEMET en España se producen 289 días de tormenta al año, distribuidas desigualmente por zonas geográficas. «Existen dos auténticos 'polos de tormentas': la zona comprendida entre el sureste de Teruel y el noroeste de Castellón -allí se encuentra la llamada sierra del Rayo- y el área del Pirineo aragonés y catalán».

El porcentaje de personas que sobreviven la caída de un rayo –cifra Mar Gómez– es del 90%, aunque las lesiones que puede dejar son serias: «Un rayo genera energía en cuestión de microsegundos. Esta corriente eléctrica que atraviesa nuestro cuerpo genera calor que quema y destruye tejidos. De ahí que pueda provocar quemaduras, pérdidas de conocimiento, problemas cerebrales, cataratas, entumecimiento de las extremidades y manchas en la piel y hasta una parada cardiaca».

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Aquí, unos consejos para protegernos de los rayos, según dónde nos alcance la tormenta, «un fenómeno meteorológico adverso de primer orden», según definen los meteorólogos de AEMET.

24 días de tormenta se registran, de media, cada mes de septiembre en España, según los datos recogidos por AEMET para la Península, Baleares, Ceuta y Melilla. En el mundo se producen en torno a unos 44 rayos cada segundo.

En el coche

Con las ventanillas cerradas

Al viajar la carga eléctrica del rayo por todos los elementos metálicos del coche, esta no llega al interior, «siempre que las ventanillas estén cerradas y no haya ninguna corriente de aire», advierte Mar Gómez, que recoge estas y otras advertencias relacionadas con la meteorología en su libro 'En qué se parecen las gotas de lluvia al pan de hamburguesa' (Martínez Roca). Recomienda «esperar un tiempo» antes de salir del coche, «ya que su superficie habrá quedado cargada de electricidad».

En un edificio

No se sitúe junto a cañerías

La protección de un edificio ya es una garantía en sí misma, pero conviene tomar precauciones adicionales, explica la experta. «Se debe evitar el contacto con las cañerías y los cables eléctricos, usar aparatos electrónicos o dejar puertas y ventanas abiertas, ya que crean corrientes de aire por las cuales se puede canalizar la energía eléctrica».

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En el campo

Aléjese de los árboles

Los árboles que tan buen cobijo proporcionan en los días de calor se convierten en un peligro añadido en caso de rayos, como es bien sabido. «La electricidad busca el camino más libre y que menos resistencia oponga a la hora de producir la descarga, y los árboles ofrecen esa ventaja para los rayos».

En el mar

Un lugar muy poco seguro

Un río, un lago, el mar... Malos lugares para que nos encuentre la tormenta. «El agua es uno de los espacios menos seguros porque este medio es un buen conductor de la electricidad». En este caso, prosigue Mar Gómez, el rayo podría alcanzarnos incluso aunque no haya caído justo donde estamos. Esto es posible porque «cuando un rayo cae en el agua se expande horizontalmnete en lugar de verticalmente, de forma que puede alcanzarnos incluso si estamos a cierta distancia del lugar donde se ha producido el impacto». Y entonces, ¿qué les sucede a los peces? No sufren las consecuencias de estas descargas eléctricas «porque al producirse la descarga horizontalmente no les afecta, ya que suelen nadar a más profundidad», ilustra la autora en su libro.

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Así se calcula a qué distancia está

Las ondas de la luz viajan a 300.000 km/s y las del sonido a 343,2 m/s (en tres segundos recorre un kilómetro). Para saber a cuántos kilómetros está la tormenta hay un cálculo doméstico: contamos los segundos que pasan desde que vemos el relámpago (luz) hasta que oímos el trueno (sonido) y dividimos entre tres. Por ejemplo, si entre uno y otro pasan 12 segundos, la tormenta estará a 4 kilómetros. Pero, ¿se aleja o viene hacia nosotros? Hagamos una segunda medición pasados dos minutos: si esa distancia se acorta, lógicamente, se nos viene encima. Y al revés.

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