MIKEL CASAL

¿Y si 'encerramos' a Séneca en un tuit? Reflexiones filosóficas que caben en 140 caracteres

Filósofos y profesores recatan citas clásicas y las adaptan a la vida moderna

Domingo, 20 de febrero 2022, 00:01

Llegó tarde Twitter. Filósofos y profesores se prestan en este artículo a un juego: recuperar reflexiones filosóficas clásicas que podrían caber en un tuit (más o menos...).

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«...Todo el tiempo que andamos dando vueltas de un lado para otro, no tras de un guía sino tras del griterío y del clamor disonante de quienes nos llaman en direcciones opuestas, la vida se desgasta entre divagaciones...»

(Seneca)

JORDI NOMEN. Profesor de Filosofía en la Escuela Sadako de Barcelona

«En esta frase, Séneca nos advierte de una situación tristemente contemporánea. Por un lado, nos ... muestra la incertidumbre que, en nuestro caso, ha generado la pandemia. Nos es de sobra conocido ese 'dar vueltas de un lado al otro' sin saber qué creer ni qué pensar, con propuestas opuestas que entran en conflicto y provocan un debate de la sinrazón, guiado por 'gritos y clamores', la mayoría de ellos, sin reflexión. Hemos desconfiado de la ciencia y las voces autorizadas, con la mirada puesta en conspiraciones que no resistirían ningún análisis lúcido. El miedo, el rencor, la adulación, se han apoderado de los argumentos sensatos para desatar 'divagaciones' que nos 'desgastan' la vida. El pensamiento crítico brilla por su ausencia y hoy damos más valor a voces ignorantes que a los sabios y las sabias en la discreción de su saber».

«Esta vida, tal como la estás viviendo ahora y tal como la has vivido (hasta este momento), deberás vivirla otra vez y aún innumerables veces»

(Nietzsche)

IRENE LAFUENTE. Profesora de filosofía

«¿Alguna vez algo te ha hecho tan feliz que hubieras deseado vivirlo una y mil veces? ¿Algo que no dudaras en repetir si tuvieras la ocasión? ¿Una fiesta, un viaje o tal vez una historia de amor? Quizás era algo así lo que sentía Nietzsche aquel día de 1881 cuando, paseando junto a un lago en Suiza, se le ocurrió la idea del eterno retorno de la que habla en esta cita. Este concepto, que desafía nuestra concepción lineal del tiempo, nos interpela proponiendo un experimento mental. Imagina que la vida fuera una película que se repite de manera ilimitada en un ciclo infinito, tendrías que revivirlo todo una y otra vez a lo largo de toda la eternidad. Si fuera así, ¿qué decisiones tomarías? ¿Qué cosas no harías y a cuáles no renunciarías? Con esta idea, Nietzsche nos regala una brújula en la que apoyarnos para reflexionar. Si entendemos la vida como algo efímero, tanto la felicidad como el dolor pasan, se los lleva el tiempo; pero si viviéramos la vida en un bucle infinito, ¿querrías vivir la tuya tal y como lo estás haciendo?».

«Todo se mueve y nada permanece (...) No podrías sumergirte dos veces en el mismo río»

(Heráclito de Éfeso)

LUIS GARAGALZA. Profesor del Departamento de Filosofía de la UPV/EHU 

«Esta misteriosa afirmación de Heráclito (540 a.C.- 480 a.C.) 'todo se mueve' (panta rei) hay que interpretarla en relación con la pregunta por la naturaleza. Podría ser un intento de decir el modo en que se nos ofrece la physis (naturaleza): como un movimiento inacabable, como un proceso constante de transformación y metamorfosis en el que no hay nada permanente, nada estable. Esto se entiende mejor en el contexto de la naturaleza vegetal: si pensamos que una flor, en el momento en que llega a ser flor, deja de serlo, pues comienza ya a hacerse fruto. Pues bien, estas tres palabras ('todo se mueve') nos sugieren una visión radicalmente dinámica de la realidad que concuerda con la concepción energética de la física contemporánea (e=mc2), según la cual la materia no sería otra cosa que energía condensada (y, viceversa, la energía, materia desencadenada). Esta radical posibilidad de conversión entre los opuestos (materia y energía) desafía a nuestro sentido común, quizás demasiado 'común', y parece introducirnos en un mundo muy flexible, como el que imaginaron los surrealistas en la primera mitad del siglo pasado. Los presuntos opuestos (como materia y energía, pero también masculino y femenino, cultura y naturaleza, espíritu y cuerpo, etc.) no se excluyen entre sí, sino que se reclaman y se implican mutuamente».

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FLORENTINO PAREDES. Universidad de Alcalá

«A menudo tenemos la percepción de que el mundo que nos rodea es estático, reiterativo, incluso rutinario, o que nosotros mismos seguimos siendo lo que éramos en la infancia. Pero ya Heráclito advirtió que no nos podemos bañar en el mismo río, porque o el río o nosotros hemos cambiado. No hay un objeto natural exactamente igual a otro, no hay identidad siquiera en el mismo objeto contemplado en dos momentos distintos. No somos lo que fuimos: la ciencia ha demostrado que todas las células de un ser humano han sido reemplazadas completamente al cabo de unos diez años. Y en relación con el lenguaje, varía en cada momento en que el hablante decide usarlo para comunicarse».

«Saber y sentir, he aquí toda la educación»

(Germaine de Staël)

JORDI NOMEN

«Hoy nos preocupa que nuestros niños y niñas sepan afrontar un mundo complejo, líquido, sin certezas. Para afrontar los conflictos se necesita saber. También nos preocupa una democracia atenazada por dogmatismos varios, que descuida los derechos y deja atrás, marginados y estigmatizados muchos colectivos. Para ello necesitamos 'sentir', abogar por esa fraternidad y empatía, por esos valores éticos que nos permiten reconocernos en el otro, el distinto. Sin ese sentir, no se aprende, no se interioriza. Sin ese sentir, la razón se vuelve fría e indiferente al sufrimiento. Sin sentir, dicen hoy nuestros más calificados neurobiólogos, no hay educación».

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